Denunciaron penalmente a los titulares de A.P.A.M.A. y pidieron su desplazamiento
Un grupo de proteccionistas de la ciudad de Buenos Aires denunció penalmente a la comisión directiva de la Asociación para la Protección Animal y Medio Ambiente (Apama) de San Pedro. El propietario del predio, Abigail Fochi respaldó la demanda que apunta directamente contra Fabián Rodríguez, “colaborador” del refugio y exige conocer el paradero de más de una centenar de caninos.
El lunes al mediodía, un grupo de proteccionistas oriundos de Berazategui, Pacheco, Baradero y San Pedro, se presentó en sede fiscal y denunció penalmente ante la Ufi Nº 5 de Marcelo Manso a Silvina Noemí Sansó, Cecilia Tarsetti y Olga Santarelli, titulares de Apama y a Fabián Rodríguez, un “colaborador” de la asociación que, según indicaron los proteccionistas a La Opinión, “se presentó siempre como quien manejaba el refugio”.
“A.p.a.m.a. no es una perrera municipal como se dice, es un predio privado, que pertenece al señor Abigail Fochi, quien firmó un comodato con la comisión y ahora no lo dejan ni pisar el lugar”, sostuvieron los demandantes.
La denuncia prevé que ante “la falta de contralor actualmente existente en el predio ocupado por A.P.A.M.A., donde se siguen ingresando perros sin los mínimos requisitos sanitarios, dónde no se cuenta con personal que, al menos conozca cómo separar los perros por su carácter con el objeto de evitar muertes innecesarias, al Señor Fiscal –conforme las atribuciones que le asigna el código- atento la gravedad de la situación disponga el allanamiento del predio situado en la calle Mansilla N° 2500 de la ciudad de San Pedro y se excluya al personal de A.P.A.M.A. que pudiera encontrarse en el mismo y se designe personal de Bromatología del Municipio a fin de proceder a la evaluación y contralor de la población canina. El que podrá ser auxiliado por proteccionistas idóneos y probos de la Ciudad de San Pedro”.
“Oso”, Dinero y maltrato
Doscientos pesos mensuales, por can, son los aportados por los rescatistas que trasladan a perros callejeros a refugios en distintos puntos del país, hasta encontrarles un hogar.
El caso de “Oso”, fue el que despertó la polémica. Paola Carullo, otiunda de Berazategui, dejó al cuidado de A.P.A.M.A. a su perro en septiembre de 2013, abonando al cuota mensual de 200 pesos. En enero, ante “la falta de comunicación” entre A.P.A.M.A. y Carullo, la mujer llegó hasta San Pedro con la intención de retirar a su perro del refugio y estalló al ver las condiciones en las que se encontraba.
En el certificado otorgado por la veterinaria que intervino a “Oso”, se detalló que se “presenta a consulta en mal estado general, delgado, con un cuadro dérmico de alopecia, prurito, eritema, costras, infección, lesiones por rascado, pelo hirsuto, hematoma en dorso, claudicación de miembro posterior izquierdo, herida perforada infectada en pabellón auricular derecho y parasitosis externa. Hasta la fecha 12/03/2014 el canino se encuentra bajo tratamiento médico….”
Las imágenes de Oso, junto a Fabián Rodríguez, recorrieron las redes sociales y causaron indignación en muchos rescatistas de la zona, lo que motivó a este grupo a radicar la denuncia penal contra Rodríguez y la comisión de A.P.A.M.A. a quienes acusaron además de “alimentar a los perros con pollos podridos”-
Las dudas
El informe presentado por el representante legal de los rescatistas, el Doctor Eduardo Gaspani, adjunta el proyecto de resolución presentado en 2013 por la concejala Liliana Adrover, donde da cuentas que el refugio, en junio de 2013, contaba con “340” perros. “La última vez que estuvimos, no alcanzamos a contar 80, ¿dónde están los animales?”, se preguntó la proteccionista Fernanda Megna en diálogo con La Opinión. Por otra parte, Irma Silva, también denunciante, aseguró que dejo “cuatro perros en Apama” y que cuando regresó a buscarlos sólo le “entregaron dos”, asegurando que “los otros fueron dados en adopción”. “Yo llamé a los supuestos dueños y no existen ni los lugares ni los teléfonos”.
La denuncia presentada fue respaldada por documentación fotográfica que refleja, no sólo el estado de los animales, sino del predio y video del estilo “cámara oculta”, filmados con celulares dentro del predio.