Denunciaron golpiza de policías a un hombre dentro de la Comisaría
Walter Daniel Estecho denunció a efectivos de la Comisaría de San Pedro por una brutal golpiza ocurrida el 7 de junio en el interior de la dependencia. Además de los golpes, reveló que fue rociado con lavandina en el rostro y aseguró que nadie explicó por qué fue detenido. Policía manifestó que su detención fue por “ebriedad y desorden”.
El viernes 6 de junio, el cuñado de Walter Estecho festejó su cumpleaños en su casa ubicada sobre la calle conocida como “Bajada de Chaves”. La madrugada del sábado 7 encontró al hombre de 28 años celebrando junto a su familia, alrededor de las 04.00 decidió volver a su casa.
Estecho viajaba en una motocicleta Gilera roja junto a su pequeña hija de 10 años –de quien posee la tenencia ya que está separado de su pareja– y circulaba sobre calle Saavedra, en sentido decreciente, es decir, hacia el centro de la ciudad.
Al llegar a la esquina de Hermano Indio y Saavedra, “es advertido por la sirena de un móvil policial, para que se detenga”, según consta en la denuncia penal radicada por el joven agredido en la Ufi N° 7, a cargo de la doctora Gabriela Ates.
Estecho “hizo caso omiso”, a la advertencia de los efectivos, recorrió una cuadra más sobre Saavedra y dobló a la derecha en Cruz Roja, para llegar hasta su vivienda ubicada en inmediaciones del barrio San Francisco.
Casi veinte cuadras recorrió Estecho para llegar a su casa, seguido de cerca por la camioneta de la policía de San Pedro; tanto él como los efectivos “iban despacio”, aseguró en su declaración. El hombre aseguró que omitió la orden de la policía “por temor”, ya que su hija habría pedido que no se detenga.
Estecho llegó a su casa, bajó de la motocicleta, y abrió la puerta para ingresar el rodado. Allí “fue tomado por la espalda” por uno de los efectivos, mientras que otro habría rociado “gas pimienta en su rostro”.
La pequeña gritaba, y pedía ayuda, mientras su padre resistía la detención. “Recibió golpes en todo el cuerpo”, por parte del personal policial, asegura la denuncia. Estecho narró que fue su hermano el que salió del interior de la vivienda, socorrió a la pequeña y observó el momento en el que el joven de 28 años era trasladado hasta la Comisaría.
Dentro del calabozo, pedía agua para lavarse la cara. Es que perduraba el ardor por el contacto con el gas pimienta. En ese momento un efectivo habría arrojado “lavandina en los ojos” de Estecho, que dejó manchas en su ropa, cuyas prendas están en poder de la Justicia como “evidencia”, junto a los estudios médicos practicados sobre el sujeto ese mismo día por el médico legista de San Nicolás.
Nunca pudo ver a sus agresores. Diez días después, continúa recuperándose de las lesiones con medicamentos recetados en el Hospital local, donde fue atendido esa misma noche.
Qué dijo la policía
En el parte oficial de prensa del 7 de junio pasado aparece la detención de un joven de 28 años –no la identidad – aprehendido por “ebriedad y desorden en la vía pública”. Cierto es que muchos son los casos de estas características que ocurres durante los fines de semana, pero no sería la primera vez que lo informado no coincida con lo sucedido.
El caso más recordado es el ocurrido en Plaza Belgrano meses atrás, cuando un Gendarme golpeó salvajemente a un adolescente, y la policía informó la aprehensión del joven por “ebriedad y desorden”. La Opinión reunió testimonios coincidentes en lo ocurrido y desinteresados entre sí, y reveló qué fue lo que realmente ocurrió esa madrugada. Una semana después, Asuntos Internos tomó el caso denunciado por este semanario y el Gendarme en cuestión, fue trasladado fuera de la ciudad.