Denuncian a otro “Patovica” por discriminación y maltratos
El empleado de una imprenta, denunció que fue atacado en la puerta de la disco Vendetta cuando intentaba entrar. Dijo que el guardia lo golpeó hasta fracturarle el tabique nasal y que hay muchos testigos de lo que ocurrió. “Nunca hice problemas pero no me dejan entrar”, afirmó.
Uno de los guardias que trabaja en la Disco Vendetta, fue el blanco de una nueva denuncia por discriminación y por provocar lesiones a un joven que intentaba entrar al local el domingo a la madrugada.
El denunciante es Raúl Giachello, quien trabaja como empleado de la imprenta Guerra, ubicada a pocos metros del boliche bailable, frente a la Plaza Belgrano.
Según relató Giachello, esa noche había ido con un grupo de menores entre los que se encontraba su sobrino. Esos chicos, aunque eran menores, entraron sin problemas, pero cuando él intentó hacer lo mismo, el patovica lo detuvo y le dijo que no podía pasar. “Le contesté: me tenés repodrido, fue lo único que le dije”, explicó el joven. Dos golpes de puño, que lo tiraron al piso, fueron la respuesta quedando casi desvanecido. Mientras trataba de incorporarse, Giachello escuchó que sus amigos gritaban para pedir que no lo golpearan más.
“Pasó la patrulla y me dijeron que fuera al Hospital para asentar la denuncia” relató la víctima. Los médicos le diagnosticaron una fractura de tabique nasal y posteriormente se dirigió la Comisaría.
El caso tiene otros agravantes porque, además de los golpes, el joven dijo ser una víctima constante de la discriminación por parte de quienes están al frente de ese local bailable. Particularmente, por la negativa constante del mismo guardia a permitirle el ingreso.
“No sé por qué, trabajo en un comercio que está enfrente, y nunca hice ningún lío”, dijo el denunciante, que se mostró indignado, porque esa noche él no pudo ingresar pero sí lo hicieron menores de edad, aunque la ley lo prohíbe.
“Otras veces ni intento ir, porque ya sé que no me dejan entrar”, comentó afligido Giachello. Su caso se suma a otros tantos denunciados contra el personal del mismo local, que incluso fue sancionado por el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) por haber impedido el ingreso de un grupo de chicos hipoacúsicos que corrieron la misma suerte.