Delicado estado del hombre que recibió una descarga eléctrica
Carlos Alberto García, de 44 años, permanece internado en la Capital Federal y el pronóstico aún es reservado. Su esposa confirmó que el sábado había sufrido una descompensación y por eso fue derivado a la terapia intensiva. El pasado jueves, se encontraba en un campo cargando fardos de alambre en su camión cuando recibió una descarga de la red de alta tensión. “Fue increíble porque siempre trabajaba ahí y estacionaba en el mismo lugar”, dijo su esposa Graciela.
Carlos Alberto García, un hombre de 44 años que recibió una fuerte descarga eléctrica mientras trabajaba en una granja cercana a la fábrica Celu Paper, permanece internado con un pronóstico reservado en el Instituto del Quemado de la Capital Federal.
El episodio tuvo su desenlace el pasado jueves, alrededor de las cuatro de la tarde, cuando el trabajador manipulaba fardos de alambre sobre la chata de un viejo camión de su propiedad y subido a una escalera. Fue allí donde recibió la descarga eléctrica que le produjo quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo.
García fue trasladado de inmediato a la guardia del hospital para recibir las primeras curaciones, aunque a las pocas horas se decidió su traslado a un centro especializado porque su estado era delicado.
Según indicaron los médicos, García no presentaba lesiones cardiológicas ni renales, a pesar del grave cuadro de salud. Tras unas 32 horas en observación se brindó el primer parte en el que se indicaba que el trabajador había evolucionado favorablemente, pero el sábado su situación se agravó.
Su esposa Graciela informó a este medio que había sufrido durante el fin de semana una descompensación provocada aparentemente por un pico de presión. El paciente sufrió convulsiones y por eso los médicos decidieron intubarlo y colocarle un respirador automático.
“Las tomografías salieron bien, está estable pero delicado. Nos habían dicho que cualquier situación puede afectarlo. Por suerte no tiene lesiones en sus órganos. El sábado estaba muy bien, comía solo, yo le dí el almuerzo y a la noche me dijo que me fuera tranquila porque él estaba muy bien. Pero creo que se pudo haber puesto nervioso por la situación, porque es una persona muy activa”, dijo su mujer.
Padre de cinco hijos
García nació en Santa Lucía y parte de su familia todavía reside en esa localidad. Su esposa es oriunda de Pueblo Doyle, pero ambos viven en San Pedro desde hace 14 años. “Nos hicimos nuestra casa en el barrio Futuro. Hace siete meses mi esposo se quedó sin trabajo y empezó a hacer esto de comprar y vender chatarra por su cuenta en su camión”, explicó Graciela.
Ambos tienen cinco hijos varones. El mayor tiene 25 años y está casado al igual que su hermano de 23 y quien acompañó a su madre a la Capital Federal. Los tres más chicos, de 19, 12 y 11 años, viven con sus padres en la casa del barrio Futuro.
“Dos chicos de la granja HIVHIDA siempre trabajan con él y estaban esa tarde porque ellos son los que hacen los fardos de alambre y se llevan un porcentaje”, dijo la mujer confirmando que otras personas los acompañaban cuando ocurrió el accidente. Un vecino, uno de sus hijos y un amigo de éste último.
“Mi esposo cargaba tres o cuatro camiones de hierro y chatarra por semana, siempre iba a ese campo y siempre estacionaba en el mismo lugar. El me dijo que en ningún momento tocó los alambres, por eso es increíble lo que pasó”, explicó la mujer.
La familia aguardaba con ansiedad nuevos partes médicos y la confirmación de las cirugías reparadoras que García necesitará porque así lo adelantaron los profesionales que lo atienden.