Declararon otros cinco testigos por el caso Sabbioni
La fiscalía obtuvo nuevos testimonios de amigos y allegados a Néstor Sabbioni, el hombre que murió a causa de los brutales golpes que le infringieron con un martillo. Los testimonios brindados por amigos de la víctima arrojan nuevas sospechas sobre la detenida, Ana Graciela Demarco y confirman que el occiso había puesto en venta su casa para pagar una suma de dinero que “desapareció” cuando él trabajaba para una empresa local.
Ayer a la mañana llegó a la Comisaría local la Dra. Irazola, integrante de la fiscalía que investiga el crimen de Néstor Sabbioni, y tomó declaraciones a otras cinco personas allegadas a la víctima. Entre ellas, a una hermana y un cuñado, además de amigos y conocidos que aportaron diferentes elementos para que la fiscal, la Dra. Verónica Marcoantonio pueda continuar adelante con la instrucción de la causa.
Marcoantonio había adelantado la pasada semana, que todos los caminos parecen conducir por el momento a la pareja de Sabbioni: Ana Graciela Miño Demarco como la única responsable del crimen. Por el momento no hay sospechas de otras personas involucradas. Los testigos hablaron ayer con la instructora judicial.
Uno de los testimonios que completó Irazola, fue el del Sr. Jorge Caso, porque la víctima había realizado trabajos para su firma, aunque nunca mantuvo una relación laboral concreta. La información aportada por el empresario es importante porque confirma que Sabbioni le había entregado la escritura de su casa, en parte de pago, para saldar una fuerte suma de dinero que desapareció en extrañas circunstancias durante dos viajes realizados para la empresa. En esas dos oportunidades, habría estado acompañado por su pareja, ahora acusada del homicidio.
Caso, confirmó a este medio que este faltante de dinero nunca fue denunciado penalmente porque Sabbioni asumió la responsabilidad y garantizó el pago de la deuda entregándole a la empresa la casa en la que vivía ubicada en Ansaloni 650. Por sus propios medios, además, decidió ponerla en venta en dos inmobiliarias. “Nunca se lo reclamamos, pero dijo que cuando se vendiera, quería pagar la deuda”, explicó Caso.
Amigos de Sabbioni confirmaron que el occiso tenía deudas con otras personas, a quienes debía aproximadamente 3.000 dólares y por eso también puso en venta un pequeño lote ubicado detrás de la vivienda.
Desapariciones misteriosas
El primer suceso ocurrió hace dos años, cuando por primera vez, Sabbioni había sido contratado para realizar un viaje para la firma Caso.
Un amigo suyo lo recomendó porque estaba en ese momento desocupado y así obtuvo el trabajo.
Debía viajar a Cañada Rosquín, en la provincia de Santa Fe, y traer una encomienda proveniente de una empresa de esa zona. Pero cuando llegó, faltaba una suma de dinero cercana a los $ 3.000. “Era un paquete envuelto en cintas de embalar, que tenía documentación, facturas, etcétera, pero adentro faltaba el dinero. El dijo que le habían dado el paquete así y juró que no tenía nada que ver. Pero la plata nunca apareció y para dar cuenta de su buena fe, renunció”, dijo un amigo íntimo a La Opinión.
Meses más tarde, la firma decidió otorgarle otro viaje, teniendo en cuenta la buena actitud que había tenido y lo envió a realizar otra diligencia a la ciudad de Mercedes, en la provincia de Corrientes. En esta oportunidad, viajaba acompañado por su pareja, Ana Graciela Miño. Y también en esta ocasión desapareció una suma aún más importante de dinero: $ 10.500. Lo más llamativo, es que el total de dinero que transportaba era muy superior, pero sólo faltaba esa suma.
La versión que entonces ofreció Sabbioni fue poco satisfactoria. Dijo que cuando el empresario de Mercedes que debía entregarle el dinero lo atendió en su oficina, él se había descompuesto y sufrió una especie de mareo. Por eso, el hombre le ofreció un alojamiento para que pudieran descansar esa noche él y su pareja. El dinero quedó guardado en la camioneta que conducía, y al día siguiente emprendieron la marcha hacia San Pedro, pero recién al llegar comprobaron el faltante.
“El siempre juró no haber tocado ni un peso, y la empresa decidió no tomar ninguna medida contra él. Por eso de buena manera, entregó la escritura de su casa y renunció”, dijo uno de sus amigos y quien además lo había recomendado ante la firma Caso.
Después de este suceso, Sabbioni habría reconocido que a Santa Fe, también había viajado acompañado con Miño.
“Llegamos a un acuerdo para despedirlo, era un tipo cordial, prolijo. El primero pudo haber sido un error pero en la segunda oportunidad no tenía muchas explicaciones sobre cómo había faltado el dinero.
Cuando nos enteramos que había ido con una señora, decidimos terminar la relación porque además, está prohibido viajar acompañado”, dijeron desde la empresa.
Aunque sería difícil probar la responsabilidad que pudo tener Miño en estos dos hechos mencionados, seguramente para la fiscalía son datos a tener en cuenta a la hora de reconstruir la relación que mantenía con Sabbioni. Pero sobre todo, para conocer la difícil realidad del occiso que había puesto en venta las únicas propiedades que poseía en circunstancias que merecen una investigación aparte.