Declararon la emergencia sanitaria, aunque la “saturación” del Hospital fue exagerada
El Gobierno logró, con la mayoría propia, aprobar la ordenanza que declaró al distrito en “emergencia de salud” durante un año. El mismo día, tras la sesión, desde el Ejecutivo dijeron que el sistema estaba colapsado y que no había camas. La Opinión recorrió el Hospital y la situación no era tan crítica como la anunciaron para argumentar el alquiler de la clínica San Martín.
“Es una situación muy dramática”, dijo el Secretario de Salud Edgar Britos el viernes, pasadas las 6.30 de la mañana, cuando tras la sesión que en el Concejo Deliberante aprobara la emergencia sanitaria, dijo en diálogo con La Agenda de los Medios que el hospital estaba “saturado” en el sector de internación. “Se están usando hasta las camas de cirugía y traumatología”, señaló, alarmado por si ocurría una urgencia.
Sus palabras contagiaron la alarma en la comunidad y se reprodujeron sin parar durante todo el día. El funcionario hizo raid mediático y repitió que la necesidad de alquilar las 30 camas de la clínica San Martín era perentoria.
Esa mañana, tras el anuncio de que estaba saturada la internación, La Opinión recorrió los pasillos del Hospital. “¿Es cierto que está saturado?”, fue la pregunta a un grupo de empleadas. “No, se fue bastante gente”, fue la respuesta. “¿Hay mucha gente internada?” se consultó más adelante a otro grupo. “Sí, pero todavía queda lugar”, respondieron con una lista de pacientes que pudo certificar este medio.
Qué dispone la emergencia
Los argumentos para tratar el proyecto -que entró el martes y se aprobó el jueves, sin análisis- tienen como eje la situación de “desequilibrio” del sistema público y privado de salud provocado por el cierre virtual de la clínica San Martín.
El proyecto que faculta al Gobierno de Cecilio Salazar a “la instrumentación de todas las medidas necesarias para asegurar la atención de la salud” fue aprobado por la mayoría del oficialista bloque Cambiemos, ya que toda la oposición votó en contra.
Los ediles opositores querían que el expediente pasara a comisión para debatirlo y convocar al Secretario de Salud, porque el Gobierno pedía la emergencia, pero no especificaba “qué medidas se van a tomar”.
No hubo acuerdo y el oficialismo aprovechó la mayoría para imponer el proyecto, que habilita al gobierno a instrumentar medidas, algo que se supone ya tiene concedido por imperio de la ley, pero no a tomar acciones que se contrapongan a leyes superiores, por lo que nunca quedó claro qué perseguían con el proyecto, cuya redacción corrió por cuenta del Secretario de Economía Mario Sánchez Negrete.
Dentro del propio gabinete, como en otras decisiones que toma el concejal en uso de licencia, hubo suspiros que delataron desacuerdo.
La clínica San Martín, la Coopser y el Municipio
En la clínica San Martín, motivo por cierto de la declaración de emergencia, la situación es de incertidumbre.
Por un lado, el municipio propuso alquilarla por tres meses, pero los directivos no respondieron.
Por el otro, la Coopser manifestó la intención de poner en debate entre sus asociados la posibilidad de gerenciamiento y compra.
Todo viene demorado. Demasiado. La situación es aprovechada por quienes, en defensa de sus intereses personales, azuzan a unos y otros.
Coopser y el Municipio recién acercaron posiciones cuando -ay de nuestros representantes- recién se reunieron el jueves. A ambas entidades y a las empleadas hay quienes les llevan y traen información. Uno de ellos quedó en evidencia cuando un funcionario del gobierno le dijo que si había alquiler sólo cobraría sus 13 mil pesos diarios como médico del sistema público, pero no los dos sueldos.
Coopser puso fecha límite para recibir el famoso “balance de corte”. Así lo explicó el Tesorero, Oscar Silva: “Llamamos a los directivos y pusimos como fecha límite para presentar el balance de corte certificado el 13 de junio. Caso contrario, Coopser se retira”, y agregó que “una vez obtenido el balance” podrán “analizar con la asamblea si existe alternativa alguna de hacer frente a la situación actual de la clínica”.
En medio de todo ello, Pami reasignó al Hospital las cápitas, por lo que la realidad del sanatorio privado se complica y la del nosocomio público también.