Los ciudadanos tenemos derechos y deberes que cumplir, uno de esos deberes es el de votar cada dos (2) años. En el proceso cultural y social que venimos reconstituyendo después de la experiencia militar que acaeció en 1966/1973 y luego en 1976/1983, cuando en un plazo de diecisiete (17) años, los uniformados gobernaron durante catorce (14). Claro que no lo hicieron solos, muchas veces fueron apoyados por políticos, civiles comunes y sociedades intermedias!!!
¿Hace falta nombrarlos? Pero el fondo de este pensamiento surge cuando escucho por allí a algún despistado que -a raíz de los problemas de seguridad- refiere: “Con los militares estábamos mejor”, quizá son los mismos que decían “Por algo será” o “Algo habrá hecho…” cuando se enteraban de algún muerto o desaparecido…
La democracia (a pesar de sus defectos), sigue siendo el mejor sistema, agrietado, deshilachado, bastante desprestigiado, pero hay que decirse por valorar la participación activa de los ciudadanos a la hora de prestarse a formar una lista o de concurrir a votar. Simplemente eso. Elegir concejales, elegir diputados y senadores, es decir legisladores o parlamentarios es una tarea o función excepcional, extraordinaria ya que se lleva a un órgano de poder (el legislativo), a un ejemplo de lo que debe ser la convivencia nacional, que se demuestra en el trato y acuerdo entre iguales, sean del partido que sean…
En E.E.U.U. consideran al Congreso el bastión más fuerte de la democracia y su más augusta autoridad. La función de legislar, decía Santo Tomás, es la principal en un gobierno democrático. Todos los demás poderes del Estado deben dirigir su actividad por el cauce señalado por las leyes u ordenanzas.
En nuestro país no debemos dudar, antes bien debemos fortalecer a los parlamentos, legislaturas y consejos deliberantes ya que el temor de los ejecutivos superfuertes y opresivos, se han visto diluidos por la decisión presidencial de someter toda medida esencial a la aprobación legislativa. De Usted depende: Participe, opine, apoye, sea libre!!!
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