De Ruba no volverá al Concejo Deliberante y su título no aparece
El intendente dijo que le pidió la renuncia al Director de Modernización del Estado en medio de la polémica por su título de abogado, que al cierre de esta edición no había sido mostrado públicamente. De Ruba hizo una multiplicidad de anuncios que no cumplió y en el Gobierno dejaron de creer en él. Si la Omic sigue en el sector donde funciona el Concejo Deliberante, deberán buscarle otra tarea, porque Barbieri, quien supo defenderlo con ahínco, no lo quiere cerca.
La semana pasada el intendente anunció a través de los medios su decisión de pedirle a Leonel de Ruba que deje el cargo de Director de Modernización del Estado que asumió el 9 de diciembre de 2015, cuando Salazar juró como Jefe Comunal.
Fue luego de que en las redes sociales explotara una polémica en relación al presunto título de abogado que el expresidente de la Juventud Radical ostenta desde diciembre de 2014, cuando hizo una fiesta en su casa tras “rendir la última materia”, algo que se puso en tela de juicio desde abril pasado y que él nunca se ocupó de ratificar con documentación.
Aunque las críticas sobre sus promesas incumplidas y sus proyectos con más aroma a expresión de deseos que a posibilidades concretas arreciaron esde el principio, el joven funcionario fue sostenido a capa y espada por la gestión de Cambiemos. Hasta el jueves pasado.
Un año de promesas
El intendente dijo públicamente que la decisión estaba tomada porque los objetivos de gestión no fueron cumplidos por De Ruba. Lo mismo dijo su jefe inmediato y quien lo llevó al gabinete, el Secretario de Economía Mario Sánchez Negrete.
Sin embargo, todos lo respaldaron cuando este semanario reveló que había mentido respecto del funcionamiento de una serie de herramientas que aseguraba haber puesto en marcha.
De Ruba asumió para “modernizar” la administración pública y no logró más que la compra de algunas computadoras. Soñó con wi fi gratis, botones antipánico, cámaras en toda la ciudad, trámites digitilizados, página web interactiva, gobierno abierto y transparente, turnos online para el hospital, aplicaciones móviles para que los médicos y pacientes vean al instante los resultados de estudios específicos… Lo único que puso en marcha fue el sistema de estacionamiento medido que aún no está delimitado en su totalidad.
Aun así, encabezó un acto en el que fue felicitado con pompa por el intendente y abrazado con efusividad por Sergio Rosa, cuya precandidatura por el Pro en Cambiemos acompañó antes de celebrar en caravana con “los compañeros de Fe” el triunfo de Salazar.
El poncho no apareció
En abril pasado, De Ruba aspiraba a dar clases de informática en la academia de Policía Local. Ello motivó la primera duda sobre su título de abogado, puesto que nunca lo llevó para que lo incluyeran en el arbitrario listado de docentes. Luego diría él queno era correcto que un funcionario diera clases. Pero otros lo hacían.
En ese momento llegó a esta redacción su número de legajo en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de La Plata. Es el número 121561/2. Con ese número, el alumno Leonel Edgardo De Ruba, DNI 36.989.972 aparece en los padrones para votar en las elecciones internas de la Universidad.
Tanto en el padrón 2012-2014 como en el 2014-2016 su nombre aparece con la leyenda “no cumple” con el requisito básico para ejercer el voto en las universidades: haber aprobado materias.
“Hubo un error con el número de legajo”, se defendió De Ruba. El rumor empezó a crecer. Sus correligionarios lo consultaron. Barbieri y Rosa habían hecho una efusiva defensa de su condición de joven abogado que con mucho esfuerzo y trabajando como empleadomunicipal se había recibido “con honores” y “felicitado por el decano”, al punto de que anunciaron que tendría una “beca para hacer un posgrado en Derecho Administrativo”.
Nadie, nunca, vio su título. Ni el analítico. Ni la libreta universitaria. De Ruba pidió licencia en diversas oportunidades en el Concejo Deliberante, donde ingresó como empleado gracias a su militancia política en la UCR y donde lo ascendieron de categoría cuando presuntamente terminó sus estudios de abogacía.
En las redes sociales que ahora bloqueó y en su blog personal que dio de baja, De Ruba se mostraba estudioso, anunciaba sus exámenes, autocelebraba su esfuerzo y, sí, se hacía llamar abogado. De hecho, lo sumaron a un grupo de WhatsApp que comparten los letrados locales y hasta utilizó un sello que decía “Dr. Leonel de Ruba”, aunque sin número de “tomo y folio”, puesto que no estaba matriculado.
“No soy un mentiroso”
El jueves pasado, cuando el gobierno hizo circular la versión de una renuncia que ni siquiera le habían pedido, De Ruba le dijo a La Opinión que había hablado con funcionarios del gabinete sobre el tema del título, aunque el lunes aseguró ante los mismos periodistas que nadie le había preguntado por el tema.
Sin embargo, este semanario sabe que primero sus correligionarios y luego en el propio gabinete lo presionaron mucho para que pusiera fin a la controversia meses antes de que, como sucedió, explotara en los pasillos políticos y de allí en las redes sociales.
“En virtud de los rumores, me reuní con el Secretario de Gobierno y el de Economía, y atento a la situación tomé la determinación de presentar la renuncia”, dijo De Ruba. “No hablé con el intendente, seguro tendremos alguna charla en estos días”, confirmó el lunes a los periodistas de este medio. En la mesa chica del gabinete se sorprendieron: “Habló con Cecilio el jueves, como una hora”. Hasta hoy, las versiones son contrapuestas.
El jueves al mediodía le había anticipado a La Opinión que quería “terminar con todo esto” y que entregaría copias del certificado analítico que contiene las materias aprobadas. Lo mismo le dijo minutos después a otro colega. El viernes sostuvo que certificaría todo “con escribano público” y lo mostraría. A algunos les dijo que lo haría en conferencia de prensa, a otros que los había elegido para hacer el anuncio. El lunes se comprometió nuevamente. Al cierre de esta edición no había mostrado nada.
“Todo lo que se ha dicho sobre mi título es una falacia, tengo todas las constancias correspondientes, no soy un incoherente ni un mentiroso, ni cometería un delito como la usurpación de títulos”, sostuvo.
Leonel de Ruba no ejerció como abogado, pero se presentó como tal; firmó expedientes como “Dr.” –en cierto momento los papeles que firmaban empezaron a llegar con otro sello–; hizo una fiesta en su casa, donde lo recibieron con huevos, harina y un cartel que rezaba “díganme doctor Leíto”, con el que se fotografió abrazado a Mario Barbieri, quien luego de esa velada decidió ascenderlo para “equiparar con la Dra. Utreras Montes –titular de la OMIC–, porque hacen el mismo trabajo”.
Hernán Contreras, de Rentas a Modernización
El Subdirector de Rentas Hernán Contreras es el elegido por Salazar para reemplazar a De Ruba. Llegó al gabinete de la mano de Hernán Abatángelo y coordina en esa área la fiscalización de inmuebles.
“Creemos que los procesos deben ser más importantes que las personas. Intentamos que las máquinas funcionen sin importar quién las maneje”, dijo para dar cuentas de su concepción del mundo.
El intendente confirmó ayer que el joven funcionario aceptó el cambio y comenzó a trabajar en la Dirección de Modernización del Estado.