De los pasillos del Hermano Indio a correr una final en Mar del Plata
Braian Moreno representó a San Pedro en los 400 metros libres en la Etapa Final y llegó séptimo con oponentes federados y de mayor experiencia en la disciplina. “Cuando llegamos al barrio vivíamos en una casa en un pasillo que cuando llovía, llovía más adentro que afuera”, relató el joven que se emocionó al hablar de su mamá, Luján, y relató su experiencia en Sin Galera.
“Nunca pensé que iba a estar compitiendo acá”. Quien dispara esa frase es Braian Moreno que un puñado de minutos atrás corrió la definición de los 400 metros libres para U18 de la Etapa Final de los Juegos Bonaerenses en la pista del Estadio Atlético Justo Román de Mar del Plata, un recinto con características que nunca vio ni pisó a diferencia de la mayoría de sus rivales que lo dejaron séptimo pero con una sensación de satisfacción indescriptible.
Que Braian admita que nunca se vio en ese lugar y momento no es descabellado porque la mayoría de los chicos que surgen en el Hermano Indio jamás tienen al menos la posibilidad de practicar deportes en San Pedro. El joven llegó a ese barrio cuando tenía 8 años junto a su mamá, Luján Moreno, y dos hermanos menores. Antes, nació y vivió en Gobernador Castro, localidad que frecuentó hasta los 12 y donde empezó a jugar al fútbol en Castro F.C.
Mientras el chico cuenta su historia a La Opinión, no puede evitar emocionarse al hablar de su madre porque, a pesar de las dificultades, siempre le dio a todo a él y sus hermanos ante la ausencia de un papá. “Cuando llegamos al Hermano Indio vivíamos en una casa en un pasillo que cuando llovía, llovía más adentro que afuera. Y mi mamá siempre dijo que íbamos a salir de ahí en algún momento y salimos a otra casa mejor”, relató todavía algo agitado porque dejó todo en la pista con los colores rojo y negro de su ciudad.
Moreno no es atleta sino futbolista de Independencia, club que está a escasas cuadra de su casa. Incluso, en la presente temporada debutó en primera y fue parte del plantel campeón del Clausura con importante participación como defensor central o lateral por derecha. Incluso, de más chico probó suerte en diferentes clubes como Independiente y Ferro donde fue convocado para quedarse, su mamá le ofreció pagarle un hotel pero desistió y regresó. Por ello, en busca del sueño de ser profesional, descuidó sus estudios y actualmente cursa el tercer año en la Escuela Secundaria Nº 12 que funciona en el edificio de la 3, cerca de su vivienda.
Su llegada al atletismo fue gracias a Leonardo “Tachuela” Bargues quien es el preparador físico del Auriazul y, al mismo tiempo, entrenador especialista en el deporte. Al observar sus condiciones, Bargues lo invitó a probarlas en la pista y ganó las etapa Local y Regional en Ramallo. “Fue una experiencia nueva. Hacer esto es muy complicado, me quedaría con el fútbol. Si me toca venir de nuevo, que siempre hay revancha, me dijo Tachuela para seguir y me voy a entrenar bien para tener una revancha”, recalcó Braian quien se preparó poco y nada con lo que pudo porque en San Pedro no existe una pista de las características de la marplatense.
Braian fue una de las grandes satisfacciones de la delegación de San Pedro, un caso de esos jóvenes que gracias a su esfuerzo rompen barreras sociales muchas veces inquebrantables. Es que ese pibe al que se le llovía su casa en un pasillo del barrio Hermano Indio, uno de los más marginados de la ciudad, superó la serie de los 400 metros en Mar del Plata y, sin las herramientas ni experiencia en el atletismo que sus rivales, corrió a la par de ellos en una final provincial.
El atletismo gritó
En la Etapa Final de los Juegos Bonaerenses 2019 el atletismo de San Pedro habló. Habló fuerte, en voz alta y gritó su potencial porque los seis atletas individuales y las chicas que conformaron la posta 5×80 metros demostraron en el Estadio Atlético Justo Román que hay material para explotar.
A los juveniles no les bastó conseguir medallas para ser la cenicienta de la delegación. El quinto puesto de Milagros Deveze y sexto de Adelfa Cabrera en 2000 metros; el séptimo de Braian Moreno en 400 metros libres, de Candela Basaldúa, Trinidad Trota, Victoria Palomeque, Sofía Rasio y Valentina Vázquez en 5×80 metros y de Kevin Caballero en salto en largo; el sexto de Candela Ojeda en la misma disciplina; y el 14º de Ariadna Rojas en lanzamiento de bala evidenciaron el potencial que hay por las circunstancias en las que llegaron a la ciudad balnearia.
“Antes de ir Mar del Plata entrené una sola vez”, admitió Moreno al aire en Sin Galera, situación que reflejó cómo se prepararon los chicos. Además, las cinco niñas que integraron la posta corrieron la serie con zapatillas y para la final la profesora Jorgelina Bustamante consiguió algunos pares de calzados con clavos que le prestaron atletas de otros municipios. En San Pedro no hay una pista de atletismo como la del estadio Justo Román ni muchos de los elementos que se necesitan para entrenar como los tacos para partir en una carrera. Ni siquiera, desde hace algunos años, se brindan regularmente clases del deporte.
En ese contexto, los sampedrinos mostraron que el material humano está porque compitieron contra muchos jóvenes que se dedican exclusivamente al atletismo y frecuentan torneos provinciales y nacionales. Entre ellos, con mucho sacrificio y esfuerzo, estuvieron los locales quienes le gritaron su potencial a la ciudad y Dirección de Deportes de Ramiro Sánchez Negrete que, en una charla informal con La Opinión, aseguró que van a trabajar para reestablecer la Escuela de Atletismo con el fin de que grandes proyectos como Jonathan De Palma y Rodrigo Salazar no queden en el camino y casos como Agostina Esconjaureguy no deban representar a otros municipios para poder federarse.