De la perinola del lenguaje en la justicia (o de como hipocresía no se escribe en latín)
VISTO: El pasado domingo 26 un diario de alcance nacional publicaba una nota titulada “Piden a los Jueces que redacten los fallos en un lenguaje más claro”, con un copete que rezaba “Se busca acercar las sentencias a la gente”, esta iniciativa parte de unos 500 funcionarios que se reunieron en el Segundo Congreso Iberoamericano de Capacitación Judicial, organizado por la Junta Federal de Cortes y la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires. La conclusión central del congreso: “El lenguaje de la sentencia debe estar acorde con el destinatario. El lenguaje del Juez lo debe aproximar a la comunidad y no alejarlo de ella”. Se hacen otras consideraciones que por razones de brevedad no se reproducen aquí aconsejando la lectura del artículo. Y CONSIDERANDO: Que es necesario, previo a todo, dudar y despejar algunas dudas; entre las primeras: a) “nota” es “noticia”? o puede ser “noticia” algo que data de mucho tiempo atrás en igual forma?; b) “copete” significará un mechón levantado en la frente o un grupo de plumas en la cabeza de un pájaro o lo que sobra en el borde de un porrón de cerveza o un breve extracto de noticia debajo del título, o ninguno de estos éstos, o todos a la vez? c) “suprema” podrá significar superior o milanesa de pechuga de pollo? De las segundas: a) El lenguaje posee particularidades propias según los contextos en que se utiliza, con conceptos de significado especial según la actividad que se trate. b) No todos sabemos de todo ni tenemos ninguna obligación de asumir tal pretensión, y menos aun implica una discriminación de cualquier naturaleza el hecho concreto de que no podamos, las más de las veces, comprender sin estudios previos un escrito sencillamente complejo o interpretar un manuscrito en arameo, si así lo quieren. c) Sepamos que el sistema judicial argentino no permite a los ciudadanos concurrir a juicio sin un abogado. Es decir, nadie puede ir solo con su alma a defenderse o demandar (bueno… sí, es discutible, pero en teoría…). d) Podemos convenir (¿podemos o es necesario asumir una posición fundamentalista?) que no existe neutralidad ética en la ciencia social, es decir, ni jueces, ni abogados, ni periodistas (incluso ni Ud. ni yo) tienen la posibilidad de ser verdaderamente objetivos, y que la frase “…acercar las sentencias a la gente…” posee un tinte demagógico no exento de peligrosidad (la gente es la excusa de tantas cosas…). e) No podemos siquiera presumir que la gente quiera tener sentencias cerca de ella, de hecho… lo más lejos posible! f) Que el latín sea de las denominadas “lenguas muertas”, no significa que sea incomprensible, de hecho sin aprenderlo siquiera, pero estudiando -por supuesto-, se puede entender claramente lo que se pretende decir. No es algo “críptico” como infelizmente escribe el autor de la nota. Ahora: “críptico” es oscuro y enigmático, sin dudas. g) No por llamarse los abogados entre sí, o genéricamente, “letrados” los demás que no son abogados o jueces son “iletrados” como absurdamente pretende sostener la profesora que cita el autor de la nota. Es tan absurdo como sostener que salvo los doctores, el resto son pacientes. Razonar así es casi una grosería… ah!, sin hesitasiones. h) Que existan críticas en el seno de la corporación abogadil y judicial es al menos peligroso. “Cambiemos todo un poco para que siga igual”, es un lema que nos venden y compramos desde antes que se le ocurriera decirlo al Conde de Salina. i) Para finalizar, que estemos teniendo que leer en primera plana de un diario nacional que el problema de la justicia es el del leguaje, disculpen la ironía (ironía?), es notoriamente injusto para todos. FALLO: de conformidad a los argumentos vertidos, otros que no se han sabido desarrollar, los que noten los lectores, los omitidos adrede y no, sin necesidad de hacer citas legales ni recurrir a latinazgos, de conformidad al derecho que tengo a no ser insultado por la realidad construida desde una editorial miope que se solidariza en difundir que el problema no es lo que nos pasa sino cómo nos la cuentan, por todo esto, declaro a la nota comentada como INFORMACIÓN INÚTIL, y condeno, de paso (total…), al Sr. Borges Jorge Luis a escribir más clarito bajo apercibimiento de considerarlo un literato de elite sin derecho al Premio Nobel… (…habrá sido por eso?).- Con costas a Don Quijote de la Mancha.- San Pedro, 27 de noviembre de 2006.- Facundo Vellón - D.N.I. 18.193.245