De espacio y nombres, los problemas del nuevo Concejo Deliberante
Son siete los bloques tras la asunción de los nuevos ediles. El massismo tiene dos expresiones que se disputan el nombre. El edificio no alcanza para albergarlos a todos y esto genera roces. La web fue actualizada y Barbieri todavía no decoró el despacho de la Presidencia.
La nueva composición del Concejo Deliberante se acomoda de a poco dentro del edificio. Desde la asunción de los nueve ediles que juraron la semana pasada, con la designación de Mario Barbieri como Presidente, el ingreso del Presupuesto (ver página 3) fue la primera tarea importante. Mientras tanto, todo es recuperación de los ánimos tras la rosca en la que el peronismo se quedó con las ganas.
Uno de los problemas que surgió tuvo lugar en la propia sesión, cuando hubo que dar cuenta de los bloques que conformarán el HCD y sus autoridades correspondientes. Allí apareció la disputa por el Frente Renovador, que la semana anterior se preveía.
Bloque por bloque
Barbieri, Rosa, Ferraro, Almada, Adrover y Sánchez Negrete forman el Frente de Todos, que conservó ese nombre. Lo preside Rosa, secundado por Almada. Hay dos bloques unipersonales: el Frente Social de Sandra Mari; y Doctrina y Convicción Peronista de Américo “Cacho” Quintana, que en sesión dijo que iba a utilizar el nombre con el que compitió en las elecciones, Unidos por la Libertad y el Trabajo, pero luego ingresó una nota para modificarlo.
El Frente para la Victoria tiene cuatro ediles. Lo preside, otra vez, Martín Baraybar, seguido de Fabio Giovanettoni, que cruzó sus destinos hacia este bloque, dejando sola a Mari. Completan Nicolás Macchia y Dalmy Butti, después de todo electo con una lista que llevaba ese nombre.
Cualquiera podría pensar que se trata de los ediles que responden al oficialismo. Pero como en política dos más dos nunca da cuatro, aquí hay un solo guaconista y es su exsecretario de Desarrollo Humano.
Unión con Fe, la lista que impulsó Cecilio Salazar, a quien reivindican como el conductor político de ese espacio, designó como presidente a Horacio Neyra y como vice a Iván Paz, a pesar de que en la lista el joven kinesiólogo iba primero y el sindicalista segundo.
En la primera aparición pública como bloque, durante la reunión que los ediles mantuvieron el viernes pasado con los médicos (ver página 3), Neyra fue la voz cantante y a quien le tocó explicar la posición de ambos frentes a la problemática presupuestaria y el futuro financiero del Municipio.
La polémica
assista
El Frente Renovador nació dividido en el Concejo Deliberante. Tal como sucedió en la campaña tras las Primarias, las diferencias quedaron en evidencia y se fueron profundizando. De un lado quedó el monfasanismo. Del otro, Ariel Ramanzini y Patricia Rocca.
La imposición del abogado nacido en Tigre como primer candidato en la lista fue un trago difícil de sobrellevar para Daniel Monfasani y los suyos, a pesar de que fueron premiados con la candidatura a diputado y la colocación del resto de los nombres en la lista.
Peor aún fue que, tras las Primarias, el propio Massa decidiera que había que intercalar en igualdad de condiciones a los candidatos de la lista que perdió, la de Patricia Rocca, de inocultable encono con Monfasani, a quien apuntó todos sus dardos durante esa interna abierta.
“¿Alguien duda de que Daniel Monfasani es el referente local de Sergio Massa?”, se le escuchó a decir a Cecilia Vázquez. Fue esta concejala la que envió una nota días antes de la asunción de Ramanzini y Rocca para anunciar la creación del bloque del Frente Renovador, conformado por ella y Norberto Atrip, con “Cachi” como Presidente.
Fue ella también la que pidió la palabra durante la sesión preparatoria y anunció que ese era el esquema: Atrip presidente, Vázquez vice. Allí, Ariel Ramanzini puso el grito en el cielo y Barbieri le dijo que lo resolverían luego, que enviara una nota.
“Manifestamos y exigimos el derecho de conformar el bloque oficial del Frente Renovador”, dijo por nota el abogado y aseguró: “Es nuestro derecho que se fundamenta nada más ni nada menos en haber sido electos por la lista 504 del Frente Renovador”.
Por su parte, Vázquez y Atrip reiteraron en nueva nota lo que ya habían expresado por escrito días antes: “Nuestro bloque político llevará el nombre Frente Renovador”.
Quién lo soluciona
El reglamento interno no dice demasiado respecto de los bloques. Señala que dos ediles pueden conformar uno con solo comunicarlo por nota al Presidente, y que los unibloques serán conformados cuando ello tenga correlato con el resultado de las elecciones.
Respecto al nombre, como sucede en otros distritos cuando hay diferencias entre los miembros de un mismo partido o frente electoral, ambos pueden conservar la denominación “Frente Renovador”. Bastará con que se diferencien uno de otro con algún agregado.
Vázquez y Atrip pidieron permanecer en la oficina que ocupaba el PJ, la más grande de todo el Concejo, lo que genera una nueva polémica. Además, tienen a Fabián Vlaeminck, empleado del HCD, como secretario propio. El Frente de Todos ocupa uno de los cuartos grandes, por lo que no tiene dificultades.
Sandra Mari está en el box donde compartía espacio con Giovanettoni. Neyra y Paz ocupan el que utilizaban Mosquera y Casini. Cacho Quintana será ubicado en el pequeño lugar donde funcionaba la sala para guardar material de la Mesa de Abuso y Violencia y la Mesa de Pueblos Originarios, que dicho sea de paso ya no tienen su box.
El Frente para la Victoria tiene cuatro concejales pero no tiene dónde funcionar, a pesar de ser la segunda minoría. “Acá el que se mete primero se queda con el espacio”, dijo un habitué de las roscas del HCD. Martín Baraybar presentó una nota para pedir, como Vázquez, la oficina donde funcionaba el PJ. “Atendemos en la plaza, como hacía el viejo Carossi en Baradero”, bromeó un miembro de este bloque.
En el Concejo Deliberante les dijeron que estaban procurando resolver dónde ubicar a los dos bloques que faltan. Una de las opciones es disponer del espacio donde funcionaba la Secretaría de Coordinación bajo el mando de Matías Monfasani, creado ad hoc para él.
Ese lugar no tiene conexión directa con el HCD, aunque una pared da a esa parte del edificio del Palacio Municipal. El plan sería hacer un acceso desde el patio. El edificio histórico ya no contiene todo lo que funciona en él, por lo que habrá que ir pensando en mudar a los concejales, por lo menos.
“Donde manda Capitán, no manda marinero”, graficó uno de los ediles que está sin oficina. Saben que el acuerdo Barbieri – Monfasani influyó para que Vázquez y Atrip se queden con el espacio más grande y que no habrá modificaciones respecto de esa decisión.
Poco movimiento en la Presidencia
Matías Chaves ya se instaló en la oficina del primer piso, donde estaba hasta la semana pasada Adrián Macenet, como Secretario Legislativo. El prosecretario Martín Pando trabaja muy cerca de Barbieri.
El despacho presidencial todavía no tiene la impronta de su nuevo inquilino. Monfasani se llevó los portarretratos y algunos libros que había llevado, así como los cuadros de Perón y Evita que lo flanqueaban. Las paredes cubiertas de madera estaban vacías al cierre de esta nota.