De España a Las Canaletas
Después de “ganarle” a la burocracia, los chicos del canotaje recibieron la ropa donada.
Con solo dos años de vida la escuela de canotaje de Las Canaletas se ha ganado un buen reconocimiento en base a logros y esfuerzo diario. El trabajo mancomunado de un grupo de padres y los deportistas le han dado identidad propia, y solo el paso de los años y la experiencia recogida traerán de la mano los resultados.
Los chicos de los barrios periféricos tienen en el canotaje una oportunidad de vida sana. Los saca de las adicciones y de las malas juntas. Esta actividad surgió como iniciativa del profesor “Tito” Velo y el vecino Juan José D’estefano —histórico habitante del lugar—. Este le propuso al entrenador y éste aceptó de inmediato.
Cuando comenzaron contaban apenas con cinco kayaks y cuatro palas, recuerda una nota efectuada por La Opinión Semanario hace tiempo atrás. En muy poco tiempo, treinta chicos ya se habían sumado a la actividad.
Desde siempre, todas estas cuestiones trajeron aparejados diversos inconvenientes originados por la falta de recursos económicos que faciliten el trabajo que allí se efectúa. Y justamente, tras leer aquella nota periodística, desde España, un grupo de trabajadores y amigos se hicieron eco. Fue así como Pablo López, un sampedrino que desde hace muchos años vive en aquel país, reunió junto a sus compañeros 20 equipos de ropa térmica y las envió para que los chicos del canotaje pudieran transitar por las frías aguas del riacho San Pedro sin tener que padecer las bajas temperaturas.
Increíblemente, la donación quedó varada en la aduana de Ezeiza, y por esas cuestiones que siempre aparecen de imprevisto la burocracia impedía que la misma llegara a destino.
Que si, que no… que papeles de aquí y papeles de allá… Lo cierto es que pasaban los días y la situación era cada vez más traumática. Finalmente, los papás acudieron a La Radio 92.3, y la magia de la radio tiene esas cosas.
En cuestión de horas se pudo solucionar. Desde distintos sectores se preocuparon e intentaron aportar su granito de arena para destrabar la situación pero por el sistema propio de la aduana era imposible. Finalmente, por el aporte desinteresado de un “amigo de la radio” que aportó los 1.200 pesos que hacían falta, se pudo retirar la ropa y finalmente ser entregada a los chicos del canotaje.
El sábado remaron a favor de la corriente, sabiendo que acababan de superar un nuevo obstáculo en este camino emprendido en la educación deportiva y lejos de las presiones competitivas.
Otra donación
La comisión directiva del Club Náutico, a través de la subcomisión de Optimist, realizó la donación, al Club Pescadores, de cuatro barcos de optimist equipados para dar comienzo a esta actividad en la institución. Autoridades de ambos clubes se dieron cita en la costa de la entidad destinataria donde se realizó una sencilla ceremonia con entrega de plaquetas recordatorias, además de la presentación de las embarcaciones.