¿De dónde viene el humo?
Hay preocupación entre los vecinos por la densa nube de humo que viene cubriendo a nuestra ciudad durante las últimas noches. El origen aún no ha sido fehacientemente detectado.
¿Humo o niebla? Se preguntaban los sampedrinos durante el fin de semana. Puntualmente no se sabe de dónde proviene el asfixiante humo y el aroma que en los últimos atardeceres invade los barrios de la ciudad.
A simple vista se puede percibir una gruesa nube que asedia a todos, y que con el correr de las horas se hace cada vez más denso, obligando a cerrar ventanas y puertas para evitar males mayores. Para algunos resulta imperceptible y para otros, insoportable. El humo entra y recorre toda la casa, flota a trasluz en las luminarias de los barrios y penetra entre la ropa, cortinas y muebles, quizá con menor intensidad que en temporadas anteriores, pero no pasa desapercibido. Esto motivó que algunas vecinas del barrio del Club Los Andes elevaran una nota al Intendente Municipal, denunciando el incremento en la intensidad de este problema durante los últimos tiempos. “No soy ingeniera ambiental, pero entiendo que semejante cantidad de humo no puede ser buena” dijo una de las vecinas a este semanario.
Todavía persisten en las retinas de los sampedrinos las enormes columnas de fuego que el año pasado, desde la costa de la ciudad se podían observar en la zona de islas. Sacrificando a toda clase de especies animales y vegetales.
Eso fue el año anterior y pese a las informaciones brindadas y las versiones sobre la intervención de diferentes entidades vinculadas al medio ambiente, nada sucedió.
La culpa siempre recae en las quemas de islas, el basural a cielo abierto o en la fábrica Papel Prensa, pero hasta el momento nadie ha podido confirmar de donde proviene. Algunos vecinos aseguran que durante el fin de semana volvieron a verse algunos focos de fuego, de pequeñas dimensiones en la zona de islas pero el humo que se apoderó de la ciudad no traía cenizas como ocurre cada vez que se produce una quema. También se rumorea que el olor no sería del basural, pues de serlo, sería fácil de detectar. Lo cierto es que la comunidad parece estar más preocupada que de costumbre, ante la quietud de las autoridades. Son más las dudas que las certezas y la falta de respuesta incomodan, ya que surgen varias preguntas de esta situación, pero una puntual ¿Es tóxico el humo? ¿Perjudica la salud de nuestros hijos? ¿Hay alguien tomando cartas en el asunto?. Muchas preguntas y pocas respuestas.