De arenas, playas y castillos
La decisión tomada por el ejecutivo local en permitir el tránsito de camiones areneros sin controlar su peso, dejó abierta varias aristas. Los vecinos se quejan, los ediles del Peronismo Independiente pidieron informe y Domingo Bronce quedó en el medio de una situación que se podría haber evitado.
Mientras un bloque de concejales opositores pidió explicaciones sobre la inutilidad de la balanza que pesa a los camiones areneros, el Intendente Pablo Guacone “liberó”, de común acuerdo, a las empresas areneras para que circulen con normalidad dentro de un marco poco adecuado.
La constante queja de los vecinos, un proyecto de comunicación presentado por los concejales de Peronismo Independiente y un nuevo “free pass” del ejecutivo municipal, han puesto otra vez en el primer lugar de los cuestionamientos el tránsito de camiones areneros sobre el ingreso a la ciudad, puntualmente Ruta 1001 y Crucero Gral. Belgrano.
Mientras se espera que arranque la anunciada obra del camino de acceso al puerto, que en realidad no cambiará en nada la opinión de los vecinos -porque sí o sí los pesados rodados pasarán por el mismo lugar- se han generado cuestionamientos y por ello se tomaron decisiones que hacen presumir que se profundicen los reclamos.
Voluntad es lo que sobra
La semana pasada se llevó a cabo una reunión entre el Intendente Pablo Guacone, el Presidente del Consorcio de Gestión, Mariano Veiga y empresarios areneros para tratar el problema del estado de los caminos que utilizan los camiones para ingresar al puerto y la carga de los mismos. Las partes acordaron reducir el peso de la carga y arreglar el deterioro del asfalto. “Entre el Ingeniero Hugo Días y el Ingeniero Dante Ambroghi diagramarán la obra cuyos fondos serán compartidos”, manifestó Guacone. “Se reparará el camino a la balsa y la curva de Rómulo Naón, frente a Mansa Lyfe”, dijo el mandatario y agregó: “No será necesario el control de Inspección General como se hizo tiempo atrás”. Al parecer no se ha contemplado el grave deterioro que provocaron en el camino los camiones con tosca que fueron y vinieron una y miles veces mientras se construyó un complejo turístico privado sobre la costa de la laguna.
En verdad el Intendente acude a la buena fe de las areneras, pero lo cierto es que después de esta reunión los vecinos volvieron a quejarse porque los vehículos seguían pasando rebalsados de arena. La muestra está sobre las banquinas, donde otra vez han sido sobrepasadas por la arena que despiden los camiones a su paso con el peligro latente de todo tipo de accidentes.
Aguardando respuestas
Anticipándose a la reunión “cumbre” entre las autoridades municipales, consorcio y empresarios, el bloque de concejales Peronistas Independientes integrado por Sandra Mari y Facundo Maseda, solicitó un pedido de informes sobre el incumplimiento de la Ordenanza 4.909/96 que dispone el control de peso de la carga que transportan los camiones por medio de la utilización de la balanza portátil que la Municipalidad adquirió con tanto esfuerzo tiempo atrás. Por supuesto que la decisión que ya había tomado el ahora diputado Mario Barbieri y ahora adoptó Guacone, no hacen más que despertar un manto de sospecha sobre el normal accionar del sistema.
Puntualmente, la Ordenanza 4909/96 establece en su artículo 2º que el control se efectuará mediante la utilización de la balanza portátil que dispone la Municipalidad por intermedio del organismo correspondiente, es decir Inspección General.
Bronce “pintado”
El tercero en discordia en toda esta situación es el Inspector General Domingo Bronce, responsable del área que tiene a su cargo el pesaje de los camiones. Desde hace ya varios meses esa tarea dejó de realizarse y el sistema de control se desprogramó.
Según cuentan, si los pasillos del Municipio hablaran se sabrían muchas cosas, pero lo concreto es que desde aquella decisión “elegante” de Barbieri en no controlar más el peso de los camiones le trajo varios dolores de cabeza a Domingo Bronce. Aparentemente, sin tener nada que ver, el área quedó en el ojo de la tormenta y fue blanco de diversas versiones sobre algunas “maniobras extrañas” que fundamentaron tal decisión.
Ahora, al extenderse el “vía libre”, no habría caído nada bien en el área de inspección, y si bien nadie se atreve a confirmarlo algunos trabajadores municipales habrían puesto el grito en el cielo ya que son ellos quienes ponen la cara y se han tenido que pelear con más de un camionero que viajaba excedido.