Darío Cvitanich, mano a mano con La Opinión: “La cuarentena me enseñó que hay cosas que no podemos manejar”
El delantero de Racing oriundo de Baradero brindó una entrevista en la que contó cómo atraviesa el aislamiento social preventivo y obligatorio en su casa de Tigre mientras espera que se reanude la actividad. Además, se refirió a sus principios en Atlético y la posibilidad de terminar su carrera jugando en su ciudad. "Es una zona donde siempre salieron buenos jugadores y no todos tienen la posibilidad de ir a probarse por distintas circunstancias", aseguró.
Atlético, Banfield, Ajax de Holanda, Pachuca de México, Boca Juniors, Niza de Francia, Miami FC de Estados Unidos y Racing son las camisetas que se puso Darío Cvitanich a lo largo de su carrera, algunas de ellas en dos períodos. Con 36 años recién cumplidos, el consagrado futbolista nacido en Baradero es una las figuras que tiene la actualmente llamada Liga Profesional de Fútbol de la AFA y, como todos, aguarda que se reanuden los entrenamientos post cuarentena para evitar la propagación del coronavirus.
El delantero de la Academia brindó una entrevista a La Opinión en la que contó cómo atraviesa el aislamiento social preventivo y obligatorio en su casa de Tigre donde realiza los trabajos que le envían desde el club a la espera de que se normalice la situación. Además, se refirió a sus principios en Atlético, el fútbol regional y la posibilidad de terminar su carrera jugando en su ciudad a la que regresa a menudo y donde participó años atrás del "partido de las estrellas".
– ¿Cómo estas después de dos meses sin actividad y en cuarentena?
-Bien, la verdad que muy tranquilo. Tenemos rutinas que nos mandó el profesor por quince días y así cada quince días va renovando. Tenemos videollamadas aparte del entrenamiento propio de fuerza, martes y jueves trabajos de neurociencia con la psicóloga y cada uno sus rutinas personales. Así que en los espacios que cada uno tiene o dispone estamos trabajando, algunos que viven en departamentos se llevaron bicicletas, pero en mi caso tengo casa y espacios verdes.
– ¿Cómo te adaptaste a la situación?
-Bien, muy bien. Me sirvió y me ayudó mucho en un montón de aspectos. Primero este parate me sirvió para estar con mi familia que durante el año casi todos los fines de semana no puedo. Puedo disfrutar mucho de mis hijas, reacondicionar mi cuerpo en estos espacios reducidos que hay y trabajar el tema piernas y fuerza que en el año no se toca tanto eso sino lo específico del fútbol. Estoy descubriendo cosas nuevas y viéndole el lado positivo, trato de ser optimista y esperar que esto pase pronto.
– ¿Imaginas una vuelta pronto al menos a los entrenamientos?
-No sé ya a esta altura qué es poco y qué es mucho. Sé que varios clubes han mandado protocolos para empezar a entrenar. Eso será decisión del Estado a ver si considera que se puede empezar a entrenar en grupos reducidos. Creo que la semana que viene tendremos novedades a ver si se aceptan o no. Pero creo que hasta mediados de junio no se va a empezar como muy pronto.
– ¿Va a costar mucho volver a entrenar y jugar por la intensidad que se exige?
-Vamos a estar más o menos todos iguales. Sí, obviamente son 60 días que uno va perdiendo desde lo físico y sobre todo con la pelota. Por más que hagas pases y controles contra una pared, no es lo mismo y cuesta. Hablaba con un par de compañeros que están con lesiones largas y uno los entiende porque esto no es una lesión pero sí es algo que te saca de todo por un tiempo bastante largo. Habrá que tratar de buscarle la variante, ponerse a punto lo más rápido posible o calcular de acuerdo al inicio del próximo torneo. No se sabe cuándo empieza ni nada pero vamos a tener el tiempo suficiente para volver a agarrar ritmo.
-Dos meses después, ¿Cómo analizas lo que pasó con respecto a suspender o no la Copa de la Superliga y el debate que se armó entre los futbolistas?
-Con todo como derivó, nadie sabía lo que se iba a venir o quizás no tomábamos real dimensión de la realidad del asunto. Dos meses después te das cuenta que River estuvo en lo correcto. Nosotros ya teníamos el viaje hecho y tuvimos que decidir ahí, decidimos que sí sabiendo que a los dos o tres días se iba a parar. Ya está, por suerte no hubo mayores problemas pero nadie sabía que todo esto podía llegar a pasar y ser tan grave.
– ¿Cómo tomaste la decisión de AFA de cortar los torneos y cuando se pueda volver hacerlo con otro campeonato sin terminar el que empezó?
-Obviamente no servía de nada esperar y esperar, todavía no sirve. No sabemos realmente cuando se puede volver, muchos hablan de septiembre. Cuando empezó todo esto decían que era sólo quince días y ya llevamos más de sesenta. Me pareció algo dentro de todo lógico porque se había jugado sólo una fecha. Veremos qué es lo que pasa, sobre todo para definir los cupos de copas que por ahí les exige Conmebol. Todos fuimos copiando un poco lo que hicieron las demás ligas que van en un punto más avanzado en esto que es el virus, entonces nosotros gracias a Dios y por suerte vamos viendo la cuestión un poco de atrás y nos permite tomar medidas necesarias y aprender del error y del acierto de otros países con las medidas que han implementado.
– ¿Qué recordás de tus principios en Baradero?
-Tengo recuerdos muy lindos, primero porque jugué al fútbol con varios de los que hoy son mis amigos todavía, somos del mismo grupo. Siempre recordamos aquellos días que íbamos a jugar a San Antonio de Areco, San Pedro y demás ciudades. Es muy lindo, en aquella época el fútbol no era lo que es hoy que hay más equipos y se hizo mucho mejor y más competitivo. Antes no había Federal ni nada de eso. Me tocó de muy chico empezar a jugar en primera, a los quince años ya jugábamos y teníamos que aprovechar. En Baradero jugábamos hasta dos o tres veces con el mismo equipo durante el año.
– ¿A qué edad debutaste en la primera de Atlético?
-Tenía 15 años. Me fue bien, muy lindo. Por ahí no tomaba dimensión porque estaba en mi pueblo y desde los 14 años ya estaba en reserva y entrenábamos contra la primera. Un día me dijeron ‘vení que jugas acá’ y ya tenía 15, como que no tomaba dimensión. Después me tocó ir a Banfield y arrancar en sexta división que era mi edad. En Baradero nos divertíamos mucho, jugábamos contra tipos mucho más grandes que nos pegaban cada patada, pero éramos chicos y no tomábamos dimensión, nos divertíamos.
– ¿Cómo se dio tu salida de Atlético y llegada a Banfield?
-Se dio porque me fui a probar. En aquel entonces se hizo un combinado local para jugar un Regional que se jugaba en diciembre. En enero teníamos que volver a entrenar y me llamaron de Banfield que me tenía que presentar, hablamos con Atlético y obviamente no hubo ningún problema, al contrario. Yo era muy chico, recién empezaba mi carrera y fue un lindo paso a una vida totalmente diferente.
-Para la formación de los chicos, ¿es mejor jugar en primera en una liga local o en inferiores en clubes de AFA?
-No hay una lógica, no existe una lógica en el fútbol. Hoy cada vez se van más chicos porque la formación empieza desde mucho antes. Yo llegué con 16 años a Banfield y era chico. A los 17 y 18 es muy difícil ir a quedar a un club porque estas en cuarta ya, no muchos de esa edad juegan en reserva que es donde se firman los primeros contratos. Por eso se hace que hoy los chicos cada vez más chicos se vayan para Buenos Aires, con todo lo que eso conlleva. También se ha federalizado muchísimo el fútbol, entonces hoy hay equipos que están viendo jugadores del Federal B o C cuando se jugaban, de ahí ya los sacan y muchos pasaron desde ahí a una B Nacional. Estaba bueno cuando estaban esa clase de torneos porque también eran una vidriera para muchos clubes. No hay una lógica, son decisiones muy personales y cada uno, acertado o no, va tomándolas.
– ¿Seguís el fútbol de Baradero, sobre todo cuando Sportivo y Atlético jugaban el Federal B?
-Sí, los seguía mucho porque tenía amigos que estaban en una Comisión Directiva y entonces cada vez que podía o iba a Baradero algunas veces he ido a entrenar, otras a ver los partidos y me gusta porque es algo que hago siempre. Está muy cerca Baradero de Buenos Aires y me puedo hacer escapadas mucho más seguidas.
– ¿A qué atribuís que años atrás Baradero llegó a tener dos clubes en el Federal B?
-Es una zona, no sólo Baradero, donde siempre, históricamente, salieron buenos jugadores. Hay muchos equipos donde salen muy buenos jugadores y no todos tienen la posibilidad de ir a probarse por distintas circunstancias. Entonces siempre logran conformar buenos equipos y después cuando entras en esos torneos tan especiales te da la posibilidad de sumar chicos de otros lados y se ha hecho una plaza importante para chicos de Zárate, San Pedro, San Antonio de Areco y otros lados que han ido a jugar, se mostraron en un Federal y les permitió en algún punto vivir.
– ¿En cuánto crees que la creación de la Alianza San Pedro-Baradero ayudó al desarrollo del fútbol de la zona?
-Siempre que sea para el crecimiento del fútbol de la zona y de ciudades como San Pedro o Baradero, es importantísimo, sobre todo por la cuestión social que tiene el fútbol. Cuánto más chicos haya en las inferiores y haciendo deporte, mucho menos estarán en la calle haciendo cualquier cosa. Creo que más allá de todo el fútbol cumple ese rol social.
– ¿Se piensa en el retiro a los 36 años?
-Es algo que lo tomo como natural, sobre todo en estos últimos años que siempre supe que esto tiene un fin y que cada vez está más cerca. El cuerpo y la cabeza no me lo demandan tan seriamente. Otra cosa que me enseñó esta cuarentena es que hay cosas que no podemos manejar. Me siento bien y estoy bien tanto físicamente como de cabeza como para seguir un poco más. Estoy viviendo el presente, disfrutando el día a día y sabiendo que esto en poco tiempo se termine y uno tendrá que buscar otra cosa. Lo pude disfrutar y eso es lo más importante.
– ¿Hay alguna posibilidad de que termines tu carrera jugando en Baradero?
Sí, es algo que se me ha cruzado muchas veces por la cabeza. No sé las ganas que tendré de hacerlo porque siempre por mi personalidad traté hacerlo lo más profesional posible. Tendría que buscar la variante pero quizás algunos partidos podría jugar como para darle un cierre. Cerrar el ciclo como empezó, sería algo lindo.
– ¿La idea es, una vez retirado, afincarte en Baradero?
-Tengo varios proyectos de vida. No sé si hoy volvería porque muchos proyectos están ligados a trabajos en Buenos Aires. Tengo la suerte de estar en Tigre y me queda más cerca Baradero en tiempo que Avellaneda en distancia, sinceramente tardo una hora a Baradero y una hora y cuarto a Avellaneda para ir a entrenar. Como es tan cerca, me permite estar mucho tiempo allá y pasar muchos días.