Damián López y Raúl Campodónico, los créditos de La Tosquera que rompieron una barrera
Ganaron en el Estadio Municipal y se clasificaron a la Etapa Regional de atletismo. Desde la Secundaria Nº 16 aseguraron que es la primera vez que alumnos suyos se presentan en el evento que organiza la Subsecretaría de Deportes de la Provincia de Buenos Aires.
A los jóvenes de La Tosquera no les es simple practicar deportes por diferentes limitaciones, entre ellas económicas y de infraestructura y, también, en ocasiones, la imposibilidad de tener contacto con alguna disciplina que los atraiga y motive a extenderla fuera de la escuela.
Ante esa realidad, la directora de la Secundaria N° 16, Carolina Marelli, y los profesores de educación física Mario Prado y Valentín Bravo incentivaron e inscribieron a 18 alumnos en las pruebas de atletismo de los Juegos Bonaerenses 2019 que lleva adelante la Subsecretaría de Deportes de la Provincia de Buenos Aires que conduce Pablo Fuentes. Catorce de ellos, el resto se ausentó por diferentes inconvenientes, compitieron a fines de junio en la Etapa Local que se realizó en el Estadio Municipal y dos, Damián López y Raúl Campodónico, quebraron una barrera impensada: clasificaron al Regional.
López, de 16 años y oriundo de Bajo Tala, ganó en 1.500 metros para U18 mientras que Campodónico, de 16 y del mismo barrio Los Cazadores, se impuso en lanzamiento de bala para U16. Ambos, acompañados por Bravo, se ganaron su lugar para representar a San Pedro en la siguiente instancia en Ramallo donde lucharán contra pares de otros distritos por el pasaje a la Final en Mar del Plata.
Desde el propio establecimiento y profesores de vasta experiencia en el ámbito aseguraron que es la primera vez que chicos de la Secundaria N° 16 se presentan en los Juegos Bonaerenses y, en consiguiente, ganan en la fase inicial en la que también estuvieron, entre otros, Lázaro Martínez, Lautaro Campodónico y Francisco Nouet quienes incursionaron en distintas pruebas del mismo deporte.
Damián López y Raúl Campodónico cursan cuarto año y, tal manifestó Prado, son “buenos alumnos” y van a estudiar “hasta lloviendo” aun con las dificultades que evidencia el barrio para movilizarse por sus calles. Al igual que sus compañeros, consiguieron, sin buscarlo ni, quizás, saberlo, superar un muro para la Secundaria que recién a sus 16 años de vida logró introducir alumnos en los Juegos Bonaerenses.