Fue durante la madrugada del domingo sobre calle San Martín al 76 en el flamante local de ropa inaugurado por Catriel Liljestrhöm, el titular del conocido boliche Quilash. La denuncia se realizó el lunes y la policía llegó por la mañana a relevar pruebas que ayuden a dar con el o los delincuentes.
Según apuntó el dueño a La Opinión fue a la madrugada. “Alguien que me tiene bronca seguramente por el otro rubro, gente que por ahí no puede pasar, o que tiene alguna bronca y que no tiene la valentía de hablar las cosas como una persona civilizada. Tengo varias personas que son capaces de hacerlo, se qué clase de persona es y es gente que no tiene educación. Si es la persona que me imagino que puede ser es mucha bronca y envidia porque no le di el trabajo que esa persona quiso y se terminó yendo a otro boliche. Esto fue muy reciente, por eso lo uno. O puede ser cualquier otra persona que no haya podido entrar al boliche y que haya pensado que de esa forma se vengaba”, dijo sin mencionar nombres pero describiendo situaciones que lo hacen sospechar sobre el vínculo que tiene como empresario de la noche con personas capaces de cometer este tipo de daños.
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