Cuidado con los desechos hospitalarios
La aparición en la vía pública de residuos que pertenecen al Centro de Salud Mateo Sbert, ubicado en Joaquín V. González al 1200, sorprendió a vecinos que alertaron sobre la situación y aseguraron que el sábado, cuando informaron a La Opinión sobre el tema, no era la primera vez que lo advertían.
Los perros del barrio habían roto una bolsa en la que había “algunos blisters, dos ampollas de vacunas y un guante sin usar”, según informó la Directora de Atención Primaria de la Municipalidad, Lidia Ronte, luego de dirigirse al lugar tras una consulta de este medio.
La funcionaria aseguró que en la bolsa no había residuos patogénicos ni “nada que sea peligroso”, pero reconoció que “deberían haberse desechado adentro” del centro sanitario, tal como indica el protocolo.
“Es muy peligroso, los chicos juegan en esta cuadra”, señalaron, preocupados, los vecinos.
Los desechos hospitalarios se dividen en tres tipos, según la ley. De acuerdo a esa clasificación, los que hallaron en la vereda del Centro de Salud Mateo Sbert corresponden a la categoría “A”, “residuos generados en un establecimiento asistencial, provenientes de tareas de administración o limpieza general de los mismos, depósitos, talleres, de la preparación de alimentos, embalajes y cenizas”, que pueden “recibir el tratamiento similar a los de origen domiciliario”, por poseer “bajo o nulo nivel de toxicidad”.
Lo que puede aparecer en un centro de atención primaria son objetos cortopunzantes como agujas, jeringas, o bien restos de sangre en gasas o algodones, guantes usados en prácticas, todos elementos que no pueden ser tratados como el resto de los residuos.