Cuatro muertes en una semana en accidentes de tránsito
El sábado a la madrugada falleció un joven de 35 años en la Ruta 1001. El domingo, por milagro se evitó el choque frontal entre una camioneta y un auto en la 191. Mientras la Justicia investiga cómo sucedió el accidente en el que perdió la vida Ezequiel Primoy, crecen las quejas por el estado de las rutas. La semana pasada murieron tres personas en otros dos choques. La falta de respuestas del Estado provincial y los múltiples reclamos de las autoridades.
Un ensordecedor estruendo se escuchó en proximidades de Ruta 1001 y Crucero General Belgrano cuando la noche del viernes ya se había convertido en sábado a la madrugada. Los relojes no habían dado la una cuando producto de un violento accidente José Ezequiel Primoy, de 35 años, perdió la vida.
Por circunstancias que investiga la Justicia, el Volkswagen Bora que conducía Primoy en sentido San Pedro – Río Tala se estrelló contra una columna de alumbrado del cantero central que separa los carriles de esa ruta provincial antes de su intersección con la continuidad de la 191.
El resultado del impacto fue impresionante. La puerta del lado del conductor desprendida; el motor arrojado a unos metros; más adelante, tras ser despedido del habitáculo, el cuerpo del joven fallecido, en medio de la ruta y en el carril contrario; a unos 100 metros de la columna contra la que chocó, ya sobre Crucero General Belgrano, el resto del vehículo destrozado, con el sector izquierdo inexistente.
La Ruta 1001 permaneció cortada durante unas dos horas y media, mientras duraron las tareas de policía científica, bomberos y la Justicia, que trabajaron en el lugar, donde los restos del auto habían quedado esparcidos por doquier.
Certificaron que Primoy iba solo en el Bora e investigan la participación de un segundo automóvil, puesto que los testimonios indican que pasó por el lugar del accidente a alta velocidad en una aparente picada con un Fiat Duna, que la Justicia ya tiene en su poder para analizar.
La triste despedida
La larga caravana de vehículos que acompañó el cuerpo de Ezequiel Primoy hasta el cementerio dio cuentas de la gran cantidad de vínculos que el joven poseía en la ciudad, especialmente por su actividad como DJ.
Hombre de la música y de la radio, Primoy fue operador técnico en emisoras locales y el responsable de hacer bailar a miles de sampedrinos desde las cabinas de los boliches más conocidos de la última década.
Su muro de Facebook recibió desde el sábado cientos de saludos de despedida. Sus amigos más cercanos y aquellos que lo conocieron aunque más no fuera lateralmente le dedicaron un responso en esa red social donde él expuso ese fanatismo por los autos.
“Dr. Primoy, passion of sound”, dicen los trabajos de Ezequiel que pueden verse en muchos autos sampedrinos que pasaron por su taller, donde instalaba accesorios de audio e iluminación. El joven tenía dos hijas pequeñas.
Una víctima tras otra
La semana pasada, dos jóvenes oriundos de Río Tala fallecieron cuando el Renault 18 en el que viajaban colisionó contra la parte trasera de un camión que transportaba bobinas de papel. Fue apenas unos metros más adelante del lugar donde Primoy chocó contra la columna.
La cuarta víctima que completa este trágico panorama es otro reconocido joven sampedrino. Diego García, de 37 años, quien conducía una moto que chocó contra otra, cuyo conductor Raúl Mársico (53) quedó en grave estado y tuvo que ser derivado a un Hospital de Zárate. La colisión fue en Ruta 191, a metros de la intersección con Juan B. Justo. El joven más conocido como “Yogur” que perdió la vida se desplazaba en su moto y los primeros indicios hablan de la hostilidad del clima con frío y lluvia que llevan al conductor a manejar sin la visibilidad suficiente y tenso por la adversidad. El hombre que chocó con él, no pudo manejar la situación y lamentablemente García perdió la vida.
El milagro de “Chiquito”
El domingo, pasadas las 19.30 y cuando ya había oscurecido, una camioneta Volkswagen Amarok y un automóvil Peugeot 207 fueron los protagonistas de un accidente en el km 48 de la Ruta 191, sobre el paraje La Delia, partido de Arrecifes.
Eduardo “Chiquito” Billoch volvía en su camioneta de esa localidad vecina, donde había ido a participar de la actividad deportiva que desarrolla como piloto en la carrera de su categoría. Por suerte, ambos conductores resultaron con heridas leves en lo que podría haber sido otra tragedia.
Billoch relató a La Opinión que “el conductor del otro auto esquivó un pozo” y se cruzó de carril, de manera tal que impactó de frente contra la Amarok en la que viajaban el piloto y su esposa.
“Son imprevistos de una fracción de segundos, afortunadamente no venía nada del otro lado”, dijo Billoch, quien consideró que de esa manera las consecuencias habrían sido peores.
Todos llevaban los cinturones de seguridad puestos, por lo que sólo el conductor del Peugeot sufrió algunos golpes fuertes en sus piernas. “Gracias a Dios no ocurrió nada”, dijo el empresario transportista, quien se quejó por el mal estado de la ruta.
En la calle también
En la ciudad los accidentes también son moneda corriente. Las motos, los autos, las bicicletas, la falta de control y de conciencia, todo conforma un cóctel que preocupa y del que nadie parece hacerse cargo.
El sábado por la mañana un Fiat Spazio fue impactado por un Renault 6 al cruzar Salta por Honorio Pueyrredón. El conductor del Renault se dio a la fuga y fue identificado luego de tomar testimonios. Se trataba de un hombre de 64 años.
Por su parte, el hombre que guiaba el Fiat resultó ileso, mientras que la mujer que lo acompañaba sufrió lesiones cortantes en sus manos. El auto quedó a centímetros de la pared de una casa, sobre la vereda.
1001 y 191, lo de siempre
Las dos rutas provinciales que atraviesa el partido de San Pedro y conectan a la ciudad con el resto del país presentan serios problemas en su traza, con baches que ya no toleran una reparación más y reclaman una urgente solución de fondo.
La autovía que lleva a Río Tala sufre los embates de los camiones areneros sobrepasados de peso que nadie controla y eso se nota en el pavimento, hundido en muchos sectores y con pozos que obligan a los conductores a prestar una atención particular y a esquivarlos, con el consecuente riesgo que implica cruzar de carril al hacerlo.
La 191 tiene los mismos problemas, que se acentúan más allá del puente de la Ruta 9 y hacia Arrecifes. Sin banquina, sin demarcar, con una señalización pésima, los baches también son moneda corriente y faltan las banquinas. Además, cuando llueve se inunda.
Los reclamos a las autoridades provinciales por el mal estado de estas rutas se reproducen desde hace décadas. Las respuestas nunca han sido satisfactorias. De hecho, hace pocas semanas el intendente Guacone estuvo con el Gobernador, a quien le recordó la problemática.
El Ministro de Infraestructura Alejandro Arlía, quien había recibido antes a Guacone anunció la licitación para “fresado corrector, bacheo superficial y profundo, reconformación de banquinas, señalización horizontal y vertical de diferentes caminos provinciales”, entre ellos la 191.