Cuatro detenidos por abuso sexual infantil en dos días
Por escrito y mediante el sistema de Cámara Gesell, una niña de 10 años que era abusada por su progenitor pidió protección. Además de ser sometida sexualmente, sufría violentas golpizas. Hubo cuatro detenciones en dos días vinculadas a casos similares.
Dos días, cuatro detenciones, mucha indignación: cuatro casos de abuso sexual infantil, que también es parte del reclamo #NiUnaMenos contra la violencia machista, dejaron consternada a la comunidad y a la Justicia.
En todos los hechos que se relatan en esta página, el abuso fue cometido por padres o padrastros, es decir por adultos que tenían bajo su responsabilidad la protección y crianza de las víctimas.
En cada uno hay que destacar la valentía de quienes se animaron a cruzar la frontera del qué dirán, el silencio que guarda todo puertas adentro, la revictimización que muchas veces recae sobre las pequeñas, porque nunca falta el que crea que “algo habrán hecho”.
El estremecedor relato de una escolar
“Hacía rato que no escuchábamos un relato tan conmovedor como el de esta nena”, dijo una de las profesionales presentes en la declaración de una de las niñas víctima.
El lunes, con apenas 10 años, una de ellas declaró bajo la modalidad de Cámara Gesell ante los especialistas que trabajan en el caso. Allí la pequeña reafirmó lo que le sucedía en su casa de Pueblo Doyle y lo que le había contado a sus compañeritas de escuela.
Eligió escribir para transmitir lo que le sucedía puertas adentro de su casa cuando sufrió los abusos reiterados por los que ahora su padre está detenido.
Su relato permitió establecer que el depravado sujeto de 32 años, con antecedentes delictivos y miembro de una conflictiva familia que desde hace unos años tiene a maltraer a la localidad, sometía sexualmente a su hija desde los 8 años. Además la torturaba con severos castigos físicos e impedía el contacto con sus compañeras de escuela y amigas del barrio.
Con responsabilidad y valentía, la Directora del establecimiento educativo al que concurre la niña hizo la denuncia luego de escuchar el relato que, entre lágrimas, proporcionaron las alumnas del mismo grado.
Fueron ellas quienes señalaron que el imputado utilizaba diversos métodos para ultrajarla sexualmente. Como medida probatoria, el día del allanamiento en su casa secuestraron un rebenque y una varilla, elementos que habían sido señalados por la víctima como objetos de los duros castigos que soportaba.
En su escrito, la niña conmovió a los profesionales al expresar que se encontraba más tranquila porque su padre estaba preso. En el texto pidió: “Que mi papá quede preso”.
Más estremecedor aún fue el momento en que la psicóloga que intervino en la Cámara Gesell leyó al resto de los participantes la descripción de los hechos. Durante todo el relato la víctima permaneció con los oídos tapados, como si no quisiera escuchar lo que ella misma venía sufriendo durante todos estos años.
La causa fue caratulada como Abuso Sexual Agravado por el Vínculo y el progenitor fue trasladado a una dependencia de la zona en carácter de detenido.
Por su parte, la Justicia también tomó medidas con respecto a la nena, quien de inmediato fue puesta a disposición del Servicio Local de la Niñez. La primera disposición fue sacarla del entorno con el que convivía y alojarla en el Hogar María de Gomendio, mientras se evalúa la condición del resto de la familia y la situación judicial de la madre.
Su primer cumpleaños
El calvario que vivía esta niña parece haber terminado el mismo día en que logró revelar a sus compañeritas de escuela sus padecimientos. Está claro que necesitará mucho tiempo de asistencia, contención y protección para sobrellevar las secuelas del más aberrante de los delitos.
Protegida por el Servicio Local y contenida por las monjas del Hogar María de Gomendio, tendrá hoy su primera fiesta de cumpleaños. Este miércoles 3 de junio cumple 11 años de vida. Según narró a los profesionales, nunca había podido celebrarlo. Por ello, entre todos hoy la acompañarán en este día tan especial, que será el primero de una nueva vida, lejos del ultraje al que la sometía su propio padre
Otros casos, a un paso del juicio
Además del episodio de Pueblo Doyle, durante la misma jornada se produjeron otras tres imputaciones por casos de abuso sexual.
En uno de ellos, un adolescente de 15 años fue acusado por un familiar por someter a otro niño. Al tratarse de un caso de abuso sexual simple y de un victimario menor de edad, fue puesto en libertad y devuelto a sus progenitores, para sorpresa de muchos e indignación de otros.
Los otros dos episodios son bastante más graves y, debido a lo avanzado de la investigación, ambas causas están a punto de ser elevadas a juicio.
Las denuncias fueron radicadas en febrero y desde entonces la Fiscala Viviana Ramos trabajó con firmeza hasta lograr reunir las pruebas necesarias contra los dos imputados, las que permitieron ordenar sus detenciones.
Uno es el caso de un joven de 25 años que fue detenido mientras arribaba a su puesto de trabajo en la planta de Papel Prensa. El caso fue caratulado como Abuso Sexual Gravemente Ultrajante por el vínculo.
En la entrevista de Cámara Gesell, la víctima de 11 años, hijastra del detenido, confirmó que no hubo acceso carnal pero sí ultrajes de tipo sexual reitrerados, lo que permitió la contundente calificación legal.
El caso del otro sujeto, de 35 años, es similar porque si bien tampoco hubo acceso carnal, el imputado cometió irreproducibles actos contra la víctima, su hijastra de ocho años.
La carátula también es la de Abuso Sexual Gravemente Ultrajante por el vínculo, de acuerdo a la calificación establecida por la Fiscala Ramos.
Ambos sujetos permanecen detenidos en una dependencia policial de la zona y se aguarda su traslado a Unidades Penales de la región.