Cuatriciclos, pirotecnia y puñaladas
Los episodios que se viven por estos días, parecen ser un resumen de los hechos que envolvieron a la ciudad durante todo el año. En las últimas semanas aumentó el parque automotor de cuatriciclos, el uso desmedido de la pirotecnia y las agresiones callejeras. “Toda una postal de la ciudad”.
La intensidad con la que se vivió durante 2007, se puede sintetizar en sólo unos días como su fiel reflejo del modo, con el que parece, habrá que acostumbrarse a convivir. Descontrol vehicular, uso desmedido de pirotecnia, despedidas de año y un preocupante aumento de las riñas callejeras, parecen sintetizar en pocas horas, lo que la ciudad ha tenido y tendrá que soportar.
Se podrán hacer cientos de conjeturas respecto a quienes deben controlar, pero la responsabilidad máxima está en cada uno de los ciudadanos.
No existe el respeto, es más fácil pegar dos gritos y dejar “pintado” al inspector, o hacer la “vista gorda” cuando en la vereda de enfrente, traen a los golpes a un joven que salió a divertirse… o estar sentado en un bar y que explote un petardo entre las piernas. Así han sido los 365 días del 2007, “a mil” como se dice.
¿Es lo que va?
Se acerca el verano y comienzan a imponerse diversas tendencias. Una modalidad que surgió repentinamente y trajo aparejado varios inconvenientes, es el uso indebido e inadecuado de los cuatriciclos. Un rodado que comenzó a invadir el centro de la ciudad aunque la ley de tránsito no lo permite. Así lo confirmó el nuevo Inspector General Domingo Bronce y lo estipulan las leyes vigentes puesto que no están contemplados como vehículos de calle.
“Ahora no es más la motito o el viaje a Disney, piden cuatriciclos”, dicen algunos papás que han accedido al pedido de sus hijos o, “Estacionás en cualquier lado, no lo tenés que cerrar y es más seguro que la motito”, repiten mayores que también los conducen.
Por su parte, quienes los venden, obedecen a la creciente demanda ya que se ofrecen cuatriciclos que van desde los tres mil pesos a los veinte mil.
Además de la ley de tránsito a cumplir, quienes conducen estos vehículos son los que se han metido en el ojo de la tormenta. En varias ocasiones se ha podido observar cómo menores, de corta edad, los manejan, ante la atónita mirada de quienes transitan por las calles de la ciudad. Los otros casos son mucho más puntuales y tienen que ver con el estacionamiento de estos y la reacción de sus propietarios, ante un llamado de atención. Pues, como si las veredas tuvieran grandes dimensiones, algunos de estos rodados se encuentran arriba del cordón, como si nada fuera. La semana pasada se dió un caso, en el cual los inspectores de tránsito se acercaron para llamarle la atención al dueño, y éste los recibió de muy mal modo cuando en realidad estaba en infracción, estacionado en una ochava.
Para tener un parámetro, no sólo San Pedro se ha visto desbordado por ésta modalidad, en otras ciudades sucede lo mismo. Por ejemplo, en Pinamar, Villa Gesell, San Clemente, Santa Teresita, Mar de Ajó y otras ciudades de la costa atlántica, el 40% de las multas son a conductores de cuatriciclos, en su mayoría, menores de edad.
Mientras tanto en Necochea, también tuvieron que ocuparse de los cuatriciclos, y el municipio emitió un comunicado que decía… “La División Tránsito, dependiente de la Dirección General de Seguridad Pública, informa que ante el inminente inicio de la temporada estival, recuerda a los usuarios de los vehículos denominados cuatriciclos que los mismos no se diseñan de fábrica para su tránsito en la vía pública. Para hacer uso de éstos, deberán estar equipados con todos los dispositivos de seguridad que el Código de Tránsito establece, tales como luces de posición, luz baja, luces de giro y de frenado (stop), dos dispositivos de frenos independientes, espejos retrovisores, etc.
Además, deberán estar patentados, con la correspondiente documentación al día y contar con una cobertura de seguro contra terceros vigente, al tiempo que todos sus ocupantes deberán estar equipados con casco de seguridad y adecuada protección visual”.
Artillería pesada
Se acercan las fiestas y aumenta el uso de pirotecnia. Gran parte de la ciudad ve alterado su normal descanso por el uso desmedido de artículos de este tipo, más allá de las ordenanzas y los consejos que existen.
En este sentido son muchas las quejas que se escuchan, principalmente por la falta de concientización de quienes lo utilizan, y de controles por parte de los entes adecuados. Existen leyes y una ordenanza que regula estrictamente la venta, el uso y la distribución, pero lamentablemente no se hacen cumplir. Es más, en San Pedro la pirotecnia está autorizada sólo entre el período que corre entre el 20 de Diciembre y el 6 de Enero y no puede venderse en lugares que no tengan la habilitación correspondiente.
A los puntazos
en el centro
Como si todo lo enumerado anteriormente fuera poco, también hay que relatar los hechos de violencia que envuelven al centro de la ciudad, principalmente durante los fines de semana.
Mónica Lozano, una jóven de 32 años que fue a bailar a un local del centro de la ciudad, recibió una brutal agresión. El Domingo a la madrugada participó de una riña a la salida del baile, con una menor de 16 años que le asestó 13 puñaladas con su navaja. La agresora le produjo cortes en todo el cuerpo, piernas, espalda, en la cara, el pecho y un glúteo.
Se trataría de una situación que data de algún tiempo.
Al parecer, y según contó la víctima, siempre que pasa por el frente de la casa de la menor, insulta a su hija. El problema habría surgido el viernes, cuando la menor pasó por su vivienda y casi choca a la hija de Mónica que estaba regando la calle. La agresora dijo que la joven la había mojado, por tal motivo, fue, se cambió y regresó al lugar para amenazarla con un cuchillo. En cambio, Mónica le dijo que no moleste más a su hija, discutiendo y luego la menor se retiró del lugar.
En la madrugada del domingo, cerca de las cinco de la mañana, la mujer se retiraba del baile junto a su hermana y unos amigos. Allí la esperó esta menor, quien junto a unos amigos la tomó por la espalda de los cabellos y comenzó a agredirla. La menor le produjo 13 cortes en todo el cuerpo, sobre todo en las piernas y en la espalda, dándose a la fuga.
Lozano, se trasladó como pudo durante tres cuadras, los rastros de sangre que quedaron sobre la vereda fueron la marca fiel de las heridas sufridas.
Minutos después, fue trasladada a la guardia del Hospital, donde recibió las curaciones necesarias y quedó internada recuperándose de las heridas sufridas.
En cuanto a la agresora, sería la misma que hace cuatro meses atrás apuñaló a otra en inmediaciones del barrio San Miguel. Cuenta con varios antecedentes, pero, amparada en su condición de menor como en el resto de los casos, recuperó rápidamente su libertad.
“Peligrosos y fáciles de volcar”
Los cuatriciclos son “como un auto de Fórmula 1: tienen demasiada potencia como para que los maneje gente común”, consideró el piloto de TC Marcos Di Palma, en una entrevista.
Ha andado en ellos y afirma que “son peligrosos y fáciles de volcar, sobre todo en velocidad. Como tienen los ejes muy cerca entre sí, cuando uno pega un volantazo brusco tienden a volcarse”.
Di Palma hace notar otro aspecto riesgoso: “Para doblar, dan más libertad que la moto. Con la moto o el ciclomotor, uno sabe que tiene un límite; pero con el cuatriciclo, uno cree que puede doblar más rápido y termina volcando. Eso, en manos de pibes de 15 años, que van a toda velocidad, sin casco, que toman una cerveza y hacen todo lo que no se debe, es un peligro”.
“Las reglamentaciones están, hay que hacerlas cumplir”, subraya el piloto. El le agregaría otra: “Que el motor no sea de más de 80 centímetros cúbicos, para que no desarrolle mucha velocidad”.