Crimen de Nelson Lillo: declararon prófugo a Marcos Bruzzone

Mientras se aguarda que el Tribunal fije la fecha del juicio por el crimen del joven policía Nelson Lillo, el caso sumó una nueva instancia que agrava la condición de uno de los implicados.

Marcos Bruzzone apareció involucrado en el hecho a las pocas horas de asesinado el policía cuando una mujer que había sido parte de su entorno lo señaló como la persona que entró en escena minutos después del asesinato y, en una moto, levantó a Roberto Branto Ayala en la esquina de Salta y Arnaldo para sacarlo de la zona.

El fiscal Marcelo Manso intentó en dos ocasiones llevar a la cárcel al joven, al considerar que había cumplido un rol fundamental al rescatar a Branto Ayala tras matar a Lillo. Cada vez, el Juzgado de Garantías descartó esa posibilidad.

Sin embargo, ahora la Justicia libró una orden de captura internacional y lo declaró prófugo.

La medida surgió porque Bruzzone jamás respondió a las citaciones que la Justicia le hizo en el marco de la causa. El joven se presentó una sola vez, apenas comenzaba la instrucción, pero luego no pudo ser ubicado en el domicilio que había fijado en la zona del gran Buenos Aires.

Ahora sí está en condiciones de ser detenido debido a que está impedido de deambular en la vía pública y la policía lo busca para ponerlo a disposición del Juzgado interviniente.

Marcos Bruzzone tiene 30 años, es oriundo de Río Tala y estaba relacionado tanto con Branto Ayala como con Morel, ambos domiciliados en Baradero.

Esa mañana del 28 de enero de 2018, luego de que “El Zurdo”, como lo apodan al principal acusado, y Pablo Morel asaltaran el camión repartidor que provenía de la misma localidad en donde residen, en la esquina de Oliveira Cézar y Rivadavia, Marcos Bruzzone apareció en escena y levantó con su moto al homicida, que escapaba herido y de a pie por calle Arnaldo, en la esquina de Salta.

La reconstrucción de la causa señala que Bruzzone dejó en un punto de la ciudad a Branto Ayala, que además estaba herido de bala, se llevó el dinero sustraído en el robo y siguió camino a la ciudad de Baradero, donde tomó contacto con la familia de los delincuentes, puesto que residía en un cuarto en el patio de la casa de Pablo Morel, les dejó el dinero y se trasladó en remis a la zona del conurbano.

Los testimonios recabados y los detalles de los movimientos que efectuó el día del crimen serán determinantes a la hora de la definición del Tribunal. Su planteo siempre fue que él no tiene nada que ver con el hecho pero existen indicios que lo introducen en esta historia y le será difícil poder revertirlo.