Crecieron un 20% los pedidos de construcción
El nuevo Secretario de Obras y Servicios públicos, Dr. Pablo Zeme y el Director de Obras, Arq. Adolfo Benincasa, dialogaron con La Opinión sobre algunos aspectos que tienen que ver con el crecimiento de la ciudad.
Si bien un veinte por ciento, suelto y al aire, puede ser tan sólo un número, en este caso quiere decir, que se iniciaron 50 obras más que en 2006. En ese año, se tramitaron 250 permisos para construir. Esto, si se tiene en cuenta sólo los pedidos formales ya que según reconoce Benincasa, “Se registra mucha construcción clandestina, se van controlando y algunas se logran regularizar”. En lo que va del 2008, han sido muy pocos los pedidos, pero sólo es el primer mes y hay que tener en cuenta que este, es un mes denominado “pobre” de ingresos, debido a que el Colegio de Arquitectos permanece inactivo por las vacaciones y no entran expedientes locales, según explicó el funcionario. Igualmente algunos de los trámites son inscriptos en Diciembre o por expertos de otras ciudades vecinas. Es absolutamente lógico pensar que si este es el porcentaje declarado, la cifra final de reformas y nuevas construcciones debe multiplicarse, como mínimo, por tres. Según estadísticas que registran importantes inmobiliarias, la cantidad de terrenos que se vendieron el año pasado, traducida a hectáreas habla de más de tres decenas. Aunque no se construya en toda la superficie se sabe, que el destino final, será una obra.
Requerimientos y limitaciones de obra
Para emprender una obra, es necesario, por ejemplo, contar con un profesional, realizar la tramitación abonando un sellado que cuesta aproximadamente en promedio 30 o 40 pesos, para una casa tipo, junto con los planos. Por otra parte, se abona un derecho de construcción, que depende de los metros de la obra, categoría, sus características, terminaciones y material, esto puede variar entre quinientos y más de mil pesos. Igualmente, según la ordenanza fiscal se establece un descuento para las personas que tengan sus tasas al día. En cuanto a las limitaciones o impedimentos, la ciudad se encuentra dividida en zonas, las cuales cuentan con indicadores urbanísticos a los que se debe adaptar cada emprendimiento, lo mismo sucede con los comercios. “De acuerdo al Código Civil, vos en tu predio podes hacer lo que quieras, hasta degradarlo sin afectar el medio ambiente”, explicó el Secretario Zeme.
¿Crecimiento desmedido?
El nuevo responsable del área, comentó estar de acuerdo con la directiva de planificación urbana que se venía utilizando. “Cuando un lugar se acaba anexamos espacios a lo ya armado, no hacemos bloques separados.
Si nosotros logramos que ante la escasez de loteos, se divida un terreno, se pueden bajar los precios, aunque no es la solución a ese problema” explicó.
Cada ciudad tiene o no su modo de pensar su crecimiento y ello marca de algún modo el destino. En el caso de nuestra ciudad, la única Ordenanza que rige en cuanto a este tema es la conocida “San Pedro 2000”, sobre la cual hay varios puntos de vista ya que por sus particularidades resulta obsoleta. “Yo no se si quedó tan vieja, me parece que la S.P. 2000 es una norma que nos permitió tener a San Pedro en las condiciones que lo tenemos”, dijo el abogado, quien además sostuvo que somos “uno de los pocos pueblos de la costa que tenemos liberada en gran parte la barranca y que todavía conserva su vista al río”, como consecuencia de la normativa. “El problema es que la norma es extremadamente fría. Al redactarse, comete algunas injusticias como que permite en una vereda hacer un emprendimiento y en la vereda de enfrente no.”
Por supuesto, toda ley puede modificarse y en este caso, en los últimos años, se han realizado varias “excepciones” que han permitido algún beneficio a vecinos de la ciudad. Sin embargo, el ex Concejal, dice que esto es falso, que lo que se ha realizado fueron modificaciones a la norma y no para un determinado predio que favoreciera a un particular, sino que se han tomado grandes zonas que crecieron y ahí se modificó lo necesario, ejemplo, la zona que se ubica pasando la calle Rómulo Naón, que en su momento causó el descontento y el voto en contra de un edil del oficialismo.
“La San Pedro 2000 es una foto del 87, hoy es una época de crecimiento y la ciudad crece, la misma se va adaptando a esa realidad, sin dejar firme la zona de la costa en cuanto a sus usos, se fue mejorando en virtud de la realidad.” Igualmente, las fotos, hoy en día se sacan con maquinas digitales, la vida avanza y las normas deberían evolucionar. En cuanto a lo de la firmeza por las barrancas es cuestionable, ya que los ejemplos abundan, por ejemplo que se construye sobre los terrenos del Automóvil Club, donde destruyeron la barranca para reemplazarla por hormigón.
Sin embargo, el responsable del área, dijo que se está trabajando para poder lograr la modificación “responsable” (como lo caratula), con la ayuda de alguna Universidad Nacional, “Es un proyecto embrionario, pero es una idea”. Sobre este tema, el Director de Obras, dijo: “A lo mejor no está totalmente planificado, porque cuando se agranda la ciudad, se piensa por donde pasarán los servicios, para que no falten, pero por una cuestión presupuestaria a veces no se puede hacer todo… la modificación de la San Pedro 2000 es un avance y no un fracaso.”
El patrimonio histórico
Aún falta mucho para poder preservar el patrimonio edilicio de la ciudad. En varios lugares, por falta de reglamentación o control, se observa la depredación constante de viejas casonas o frentes especiales que de la noche a la mañana aparecen en demolición para ser reemplazados por construcciones que, en su gran mayoría, tardan meses en comenzar sus trámites ante el Municipio. La inspección de obras es insuficiente y poco a poco, desaparece la geografía urbana bajo los escombros de una ciudad que elige crecer de modo desprolijo.