Crece la preocupación entre comerciantes y pequeños empresarios que deben hacer frente a sus compromisos
La cuarentena durará, si no hay una nueva prórroga, un mes. Para autónomos y monotributistas de pequeñas y medianas empresas que generan empleo son días complicados. En la semana en que deben cumplir con la mayoría de sus compromisos más importantes, todavía no se sienten amparados por las distintas medidas que el Gobierno nacional anunció para paliar las consecuencias económicas de la lucha contra el coronavirus.
La extensión de la cuarentena obligatoria llevará el aislamiento a una duración, en principio, de un mes y las consecuencias económicas comenzarán a verse sobre todo en ciudades como San Pedro donde un amplio sector de la población que se quedó sin su ingreso diario y con todas las obligaciones mensuales por delante no está alcanzada por las medidas anunciadas por el Gobierno nacional.
Profesionales de muchas especialidades, peluqueros, masajistas, entrenadores, comerciantes de rubros como indumentaria y electrodomésticos, librerías, tiendas, inmobiliarias, prestadores de servicios no esenciales, albañiles, constructores, electricistas, contratistas, prestadores turísticos, restaurantes, bares y concesionarias de autos, entre otros, forman parte del abanico de autónomos y monotributistas que con empresas de distinta dimensión generan fuentes de trabajo registradas.
El bono de 10.000 pesos no abarca a la mayoría de los más de 5.000 monotributistas sampedrinos, muchos están inscriptos en la categoría C, y también deja afuera a quienes trabajan por cuenta propia y están en los niveles alcanzados pero tienen pareja con trabajo registrado.
Para el caso de los que son empleadores en los próximos días deben liquidar sueldos y jornales, pagar a sus proveedores, que también están en la misma situación, y afrontar el pago de los intereses que le generarán las deudas ya contraídas y demoradas por el corte de la cadena de pagos.
En ese sector se desenvuelven también los que sostienen abonos fijos de clubes, clases particulares, colegios, cooperadoras, suscripciones a entidades intermedias como el Centro de Comercio y obras sociales particulares o prepagas que por el momento no han diferido los vencimientos de sus cuotas.
En algunos casos hubo suspensiones, reducciones horarias y en otros hasta despidos que abarcan a personal no registrado que ni siquiera cuenta con la delegación del Ministerio de Trabajo abierta para iniciar su reclamo y debe contentarse con llamar durante horas a un 0800 con la esperanza de que alguien lo atienda.
Sin bancos y sin ayuda el 13 de abril es una fecha demasiado lejana para los que habían comprado insumos o mercadería que quedó en stock y que será difícil comercializar cuando se retome la actividad normal. Otros pactan con las inmobiliarias y dueños de inmuebles el modo de financiar el alquiler de sus locales que están ociosos desde hace 12 días. Una parte ha logrado trasladar sus ofertas a plataformas digitales pero en su mayoría, hasta los médicos que hacen una receta, sufren el destrato de los prestadores que no reconocen esa actividad como “acto médico” para abonarles sus aranceles y deberán iniciar una disputa para cobrar.
En la ciudad se espera la acción del Centro de Comercio que anunció la formación de un comité de crisis pero la participación es escasa y los caminos acotados.
Uno de los pedidos más frecuentes es que tanto el Gobierno de la Provincia, el de la Nación y el municipal suspendan todo tipo de imposiciones o tributos sobre todos los rubros registrados en la AFIP que no tienen actividad desde el 20 de marzo para no seguir generando deudas ante los organismos de recaudación y para que se suspendan los débitos en cuentas corrientes bancarias.
Hasta el momento, en San Pedro no sólo no hubo novedades respecto de las tasas municipales, que incluyen la de seguridad e higiene que pagan comercios y empresas por el mero hecho de existir y tener empleados, como en Baradero, donde suspendieron el aumento previsto para este año.
Hay una serie de medidas que ya han sido anunciadas como la suspensión del pago de cargas patronales, el otorgamiento de programas Repro, la habilitación de descubierto para pagar sueldos con una tasa de interés del 24% y el otorgamiento de créditos blandos pero en todos los casos, empresas y comercios los asumen como un nuevo endeudamiento al que no saben si podrán hacerle frente.
Desde el Gobierno local, la Secretaría de Desarrollo Económico que conduce Alfredo Camilleti difundió las medidas que se conocen hasta el momento para las actividades comerciales.
Entre los referentes empresarios locales, sobre todo los más pequeños, saben a poco.
El Centro de Comercio difundió la creación de un grupo especializado para acompañar a sus asociados “a partir de los efectos en todos estos sectores, por el aislamiento social obligatorio decretado por el Gobierno nacional”, con el plan de poner a disposición de comerciantes, empresarios, industriales y prestadores turísticos canales de comunicación para “ir promoviendo, desarrollando y creando, iniciativas que desde nuestra Institución consideremos esenciales darles a conocer a nuestras entidades superiores y/o autoridades gubernamentales locales, provinciales y nacionales”.
Los asociados podrán comunicarse vía WhatsApp al 3329-599000 o por correo electrónico a presidencia@centrodecomercio.org.ar, donde “asesores profesionales de la economía, financieros, marketing digital, logística y comerciales” recibirán inquietudes.