Crece la preocupación por la falta de controles
Como todos los años para estas fechas los comercios ponen a la venta una gran variedad de artículos de pirotecnia. La demanda es sostenida al igual que el año pasado. Crecen también las quejas de los vecinos pero, de los controles municipales, no hay rastros.
Se acercan las fiestas de Navidad y fin de año y resurge un nuevo problema: la venta de pirotecnia. Los comercios habilitados para hacerlo (y también los que no) ya pusieron a la venta una numerosa variedad de artículos pero brilla por su ausencia el control municipal.
Nadie tiene muy en claro cuáles son las normativas vigentes, aquellas que deberían regular el comercio de estos productos.
Después de la tragedia de Cromañón algunos podrían pensar que quedaron explícitas las consecuencias negativas, y dramáticas, de la manipulación de este tipo de elementos. Sin embargo, las ventas no variaron con respecto a años anteriores e incluso podría decirse que se incrementaron.
Las cifras aumentan a medida que nos acercamos al 24 de Diciembre y alcanzan su punto máximo el 31, aunque este año también se vendieron grandes cantidades en el marco de los festejos por los dos campeonatos ganados por Boca Juniors.
La mayoría de los que se acercan a los comercios son menores de edad, en oportunidades acompañados por sus padres, que prefieren los famosos “fosforitos” antes que alguna golosina. “Nunca gastan más de $2 ó 3”, reconoce un comerciante de la zona céntrica. Sin embargo, el 24 o el 31 son los mayores los que van a comprar pirotecnia. Y las elecciones cambian.
Plata quemada
Los precios oscilan entre 0,10 centavos y $10, aunque se instalarán puestos en diferentes sectores de la ciudad que tendrán productos más “potentes” y más caros también.
Los preferidos de los chicos son, como ya dijimos, los “fosforitos” que cuestan 0,10 centavos, los “chasqui bum”, 0,30 centavos, y las “baterías”, 0,40, entre otros. Una docena de “cañitas voladoras” cuesta alrededor de $1, un “tres tiros”, 0,50 centavos, una “bomba cebolla”, $6. Sin embargo, el costo que pueden tener en definitiva es mucho mayor.
Preocupación
La Organización de Protección Animal y Medio Ambiente elevó una carta al Inspector Mario Mezquida, pidiendo el máximo control posible en el cumplimiento de las disposiciones vigentes con respecto a la venta de pirotecnia. Su presidente, Avigail Fochi, expresó que “En San Pedro no hay ningún comercio que cumpla con los requisitos necesarios, que tienen que ver con ciertas características de las instalaciones”. Para Fochi, una buena idea sería responsabilizar a los comerciantes si sucede algún accidente al manipular estos productos, pero aclaró: “esto es una forma de decir. Sabemos que no está en nuestras manos cambiarlo”.
La mayoría de estos productos son importados pero la falta de control también genera la existencia de pirotecnia casera que, obviamente, no cumplimenta con ninguna medida de seguridad, con las consecuencias que esto trae aparejado.
Fochi también recalcó que la pirotecnia es cada vez “más ruidosa”, lo que provoca daños auditivos en los seres humanos y en los perros, que tienen una capacidad auditiva mucho mayor. Los que pueden, compran algunos somníferos para mascotas que los ayudan a soportar estas noches sin tanto pánico, pero para los grandes no hay otra que la prevención y la paciencia.