Crece la ola de arrebatos callejeros
Mujeres, bolsos y carteras son el blanco perfecto para la nueva modalidad delictiva que incluye momento violentos. Los arrebatos empiezan a posicionarse en el ranking de delitos locales.
No hay horario ni lugar fijo para los atracos. Tampoco calles más o menos peligrosas. Los delincuentes arrebatan a toda hora y cada vez son más los hechos que se cometen con mucha violencia.
Existen modalidades delictivas que comienzan a parecerse rutinarias. Los robos de motos, asaltos a mano armada a comercios y casas, encabezan la lista de “preferidos” por los delincuentes. Ahora comienza a instalarse una imparable ola de arrebatos.
Se suman hecho tras hecho, muy similares entre sí, con mujeres como principales blancos. Arrebatos veloces protagonizados por jóvenes que se dan a la fuga sin dejar rastro alguno. En cada uno de los episodios delictivos elijen a personas que circulan a pie o en bicicleta, transportando algún elemento en particular, especialmente bolsos o carteras.
Dentro de esta modalidad existen distintas técnicas. Una de ellas se ejerce utilizando una moto, en la mayoría de los casos robada, con dos personas a bordo. Se acercan a la víctima y quien viaja como acompañante quita forzosamente a la mujer sus pertenencias. Aceleran y huyen a toda velocidad.
Existen los casos en los que las víctimas van caminando, entonces el delincuente se baja de la moto o bicicleta y en apenas segundos arranca del brazo la cartera o, en el mejor de los casos, aguardan que la víctima detenga su marcha y allí aparecen raudos.
La modalidad es tan efectiva como violenta.
En la mayoría de los casos las damnificadas son golpeadas o agredidas debido a la rapidez con que se perpetra el hecho.
En muchas ocasiones se registran fracturas en los brazos, golpes y raspones, pues hay casos en donde la mujer atina a defenderse o resistirse y a veces es peor.
¿Zona libre?
La mayor preocupación de los vecinos es la creciente ola de arrebatos a transeúntes en la zona comercial y urbana en general. Robo de celulares, cadenitas, carteras… todo viene bien.
Muchos casos son denunciados ante la policía local pero otros tantos no, y es por eso que no se obtienen estadísticas puntuales. De todos modos, por el relato de las damnificadas, se entiende que la zona más castigada es la comprendida entre las calles Alvear, 11 de Septiembre, Alvarado y 25 de Mayo.
La semana pasada, una mujer que circulaba en su moto en inmediaciones de Lavalle y 11 de Septiembre y frenó en las puertas de un comercio, fue empujada y tirada de su moto, que le fue sustraída. A una cuadra de ese lugar, sobre Lavalle, entre Miguel Porta y Bottaro, una mujer que caminaba junto a su nieta fue sorprendida por dos personas motorizadas que sin bajarse del rodado le arrebataron una bolsa con pertenencias. La mujer cayó pesadamente sobre el pavimento, sufriendo un fuerte traumatismo en su brazo izquierdo.
“El robo fue en la calle 25 de Mayo. Era una cartera plateada que contenía documentación como DNI y carnet, anteojos recetados en un estuche rojo, anteojos de sol color negros, un celular. Eran dos hombres, que se movilizaban en una moto color negra sin chapa patente. No me di cuenta que me estuvieron siguiendo por lo menos 50 metros, y ni siquiera me movieron la bicicleta, tienen una habilidad bárbara. Pedí auxilio, los quisieron seguir pero desaparecieron”, relató angustiada una damnificada.
“Yo iba a visitar a mi hijo que está internado y pasó un chico joven, me arrancó la cartera y se fue en contramano”, narró otra víctima. La mujer caminaba por calle Salta, con un bastón y llevaba un bolso negro. El ladrón iba en bicicleta.
Una muestra cabal de lo que está sucediendo en la ciudad son las recepciones de los medios más importantes. Allí, hora tras hora desfilan personas que encontraron distintas pertenencias o fueron víctimas de estos ilícitos. Por lo general, si entre los elementos sustraídos no existen valores importantes, son arrojados en la vía pública.