Crece la indignación santalucense por promesas incumplidas
De no mediar alguna gestión concreta y desinteresada corren serio riesgo los proyectos presentados en el marco del programa Volver en la localidad de Santa Lucía. El gobierno provincial comprometió el envío de $ 343.000 y los vecinos habían previsto varias obras para recuperar el interés por el desarrollo local.
La política metió la cola, y una vez más aquellos que cuando se presentaba esta iniciativa se adelantaban a decir que todo terminaría en nada, encuentran justificación a aquel pesimismo.
La iniciativa lanzada por el gobierno de la provincia de Buenos Aires para promover actividades en localidades “abandonadas” del interior bonaerense, está en ejecución en otras ciudades y quedó por la mitad en Santa Lucía.
Allí desde el año pasado, diferentes instituciones se acercaron a la comunidad y los alentaron para determinar actividades que con apoyo financiero del gobierno provincial podrían convertirse en rentables y disparar la economía local, derrumbada como la de otros pueblos pequeños en los últimos años.
Se armaron las propuestas, se logró reunir a la gente cortando una desmovilización congénita y se llegó a un punto en donde, lo único que falta es el dinero.
Las odas empalagosas dedicadas al gobernador y al ministro de entonces quedaron en la memoria de los que asistieron a la reunión del 11 de Mayo en el Club de Jubilados de Santa Lucía, cuando se remarcaba el buen criterio del gobierno provincial a la hora de lanzar este proyecto. Tiempo después se firmó el convenio y se llegó a ponerle fecha a la entrega del dinero: el aniversario de Santa Lucía, en Diciembre.
En Junio de 2006, el dinero no llegó, las gestiones tibias de los funcionarios no han logrado destrabar el dinero y la puja entre un gobierno provincial justicialista y una intendencia radical aparece como la causa natural o de razonamiento lógico.
Las fuentes consultadas dicen que es un problema financiero y que no hay uñas políticas en el medio pero hasta que no llegue el dinero, a nadie podrán decirle que no piense así.
El compromiso provincial está clarísimo en la cláusula sexta del convenio que se suscribió el año pasado: “El Ministerio (que en Diciembre cambió de titular) se compromete a brindar asistencia financiera para la implementación de los proyectos priorizados por la comunidad y que sean compatibles con los lineamientos centrales del Plan. La referida asistencia podrá consistir en el otorgamiento de subsidios destinados a emprendimientos socio-productivos asociativos, percepción de recursos financieros provenientes de otros organismos provinciales, nacionales o internacionales que articulen acciones con este Ministerio”. Clarísimo, pero la plata no aparece.