Crece el mercado negro de armas
Un nuevo herido de arma de fuego se registró este fin de semana siendo la víctima un menor de edad. Los ataques no cesan en los barrios y tampoco las “entraderas”, por las que resultó herido un reconocido comerciante de la ciudad. La Opinión intentó comprar armamento, algo legalmente complejo si se lo quiere hacer dentro de la ley.
Un San Pedro socialmente desarmado hace que los ciudadanos armados sean cada vez más. El pasado fin de semana un joven resultó herido de bala, sumándose a la creciente estadística de violencia con abuso de armas. Esta vez, un menor de 17 años que se encontraba reunido con un grupo de amigos frente a una vivienda ubicada en San Lorenzo al 2100, fue atacado por cuatro sujetos, uno de los cuales efectuó un disparo contra los jóvenes que terminó hiriendo al adolescente en la cara interior de la rodilla izquierda. La herida fue superficial y el herido fue dado de alta a las pocas horas de ingresar a la guardia del hospital.
La violencia no cesa y la reiteración de ataques en los distintos barrios de la ciudad es una situación que preocupa, pero más preocupa el grado de agresividad con el que se resuelven las diferencias. En los últimos treinta días se registraron al menos seis heridos de arma de fuego, siendo más de 20 durante el primer semestre del año. De esos veinte, cinco perdieron la vida.
La “entradera” es la modalidad que mantiene desveladas a las fuerzas de seguridad y la justicia que investigan desde hace semanas para dar con los delincuentes. En todos los casos, los asaltantes actúan a mano armada cuando la víctima ingresa o sale de su vivienda.
Ambas situaciones dan cuenta de una preocupante realidad: la gran cantidad de armas en las calles, elementos que parecen de fácil acceso, algo desmentido por comerciantes y profesionales.
Las estadísticas aseguran que alrededor de 2.000.000 de armas circulan por el mercado negro de nuestro país y que 1.000.000 de ellas se encuentra en la provincia de Buenos Aires.
Cómo se adquiere
un arma de fuego
Emilio Peiró, propietario de la armería El Puesto, instructor de tiro y gestor del Registro Nacional de Armas (Renar), detalló a este semanario el procedimiento que una persona debe seguir para adquirir armamento y municiones, algo que no resulta para nada sencillo.
“Para comprar un revolver, o escopeta, primero tenés que sacar el carnet de legítimo usuario” indicó Peiró y agregó: “Existen dos tipos de usuario, los `de uso civil´ y los `de uso civil condicional´; la diferencia entre ambos, es que los primeros sólo pueden usar revólveres de bajo calibre, como un 22, o escopetas de no más de 60 centímetros de caño y los usuarios de uso civil condicional pueden adquirir armamento de grueso calibre, como una 9 mm; un 38; una 45; una 357 magnum; y las escopetas de menos de 60 centímetros de caño”.
Para recibir esta habilitación y convertirse en legítimo usuario, se necesita una serie de requisitos elementales: Dos certificados de salud -uno físico y otro psiquiátrico-; idoneidad de manejo de armas certificada por un instructor de tiro; un medio de vida lícito certificado con el último recibo de sueldo o el CUIT adjuntando el último pago; fotocopia de Documento Nacional de Identidad y, quizá uno de los más importantes, certificado de antecedentes penales. Sin esta documentación no puede iniciarse el trámite ante el Renar, el cual tiene un costo total de alrededor de 1.200 pesos, más el precio del arma, que parte desde los 3.000 pesos. Incluso el cambio de titularidad debe realizarse frente a un gestor que con su firma habilita la transacción. Por ello no llama la atención que haya personas cuyo oficio se limite a alquilar o prestar armamento para la comisión de ilícitos amparándose en autodefinirse como “coleccionista”, tal como se ha visto recientemente.
Armamento y portación
Suponiendo que ya somos legítimos, ahora podemos comprar un arma de bajo o alto calibre dependiendo del tipo de usuario.
Una vez que la compramos, obtenemos una credencial de tenencia, que acredita la propiedad y una credencial de consumo de munición, que permite tener hasta mil municiones por cada una de nuestras armas. A su vez, podemos transportarla por todo el territorio nacional, descargada y en el interior de la funda.
¿Existe la posibilidad de transportarla encima y cargada? Sí, existe, aunque según explicó el Propio Peiró “no se están otorgando credenciales de portación. Para obtenerla tenés que presentar nuevamente certificados médicos y además justificar muy bien con qué fin solicitas la portación”. En este sentido brindó un ejemplo: “Suponiendo que sos un empresario que traslada mucha plata y presentás eso como justificación, te investigan hasta las transacciones y las cuentas bancarias. Y suponiendo que exista la posibilidad de que te otorguen la credencial, sólo sería para ir de su casa al trabajo, o al banco y de nuevo a su casa”.
Todo lo expuesto da cuenta de la complejidad que existe para comprar legalmente un arma de fuego. Entonces, ¿cómo llegan las armas a manos los jóvenes?; mucho más grave es conocer, ¿cómo obtiene un arma una persona con antecedentes y sin recursos económicos?; ¿A cambio de qué?