Crece el circuito de reducción de herramientas robadas
La policía dice que el problema, es que hay un gran mercado con muchos compradores tentados por los bajos precios de herramientas que son muy caras. Pero en ocasiones, los damnificados eligen “pagar rescate” a los propios ladrones, antes de denunciar los robos en la Comisaría. El sábado a la madrugada, de un local de aberturas se llevaron máquinas por un valor de $ 6.000 pero todavía no hay sospechosos identificados. Otro vecino, cuenta cómo logró recuperar sus herramientas en la casa de un remisero.
“No puedo trabajar más, tengo que cerrar”, dijo un comerciante el pasado sábado, después de enterarse que le habían robado de su local de Boulevard Moreno 235, todas las herramientas que utiliza para la tarea diaria. Los ladrones entraron a este comercio, Vistas Aberturas, dedicado a la venta de aberturas de aluminio y maderas, durante la madrugada. Forzaron la puerta de entrada y se llevaron ocho máquinas, entre sierras eléctricas y amoladoras, de un alto valor económico. De la oficina cerrada que posee dentro del mismo local, le sustrajeron un equipo de audio JVC, y hasta un reloj pulsera que guardaba en un cajón. También sacaron el monitor de la computadora pero lo dejaron abandonado dentro del salón de ventas.
El comerciante, Pablo Ballester, denunció el robo pero al cierre de esta edición no había novedades ni sospechosos identificados. Lo que remarcó es que las máquinas son de un tamaño y peso importante, y teniendo en cuenta que también se llevaron una puerta placa del local, los ladrones tuvieron que contar con un transporte para cargar su botín.
El lunes, Ballester viajó a Buenos Aires para comprar nuevas herramientas que le permitieran seguir trabajando. Sus empleados confirmaron que “al menos fue para ver cuánto podía comprar”, porque según estiman ascendería a $ 6.000 el valor de las máquinas que le sustrajeron.
Pero la decisión de Ballester no es la más frecuente entre los damnificados de robos de esta naturaleza. La propia policía reconoce que son muchos los casos que no se denuncian porque con algún “dato” que obtienen en la calle, las víctimas de estos delitos intentan recuperar por sus propios medios sus herramientas.
“Nosotros no lo recomendamos, por supuesto. Pero es cierto que la gente prefiere omitir la acción policial y salen a comprar sus propias cosas”, dijo el Inspector Eduardo Roleri. El Jefe Distrital reconoció que existe un circuito de reducción de herramientas robadas que funciona en nuestra propia ciudad como ocurre, por ejemplo, con los electrodomésticos. “Lamentablemente, hay mercado para todo. En el caso de las herramientas, son muy buscadas por gente de todo nivel porque así las pueden comprar más baratas, como pasa con los televisores o equipos de música. En general nos enteramos de quién los tiene cuando salen a ofertarlos en la calle o hasta miramos avisos y vamos a ver. Si tenemos algún dato, en general los robos se esclarecen y hemos podido recuperar muchos elementos”, apuntó Roleri.
El reductor, siempre impune
Un caso testigo de cómo las herramientas se reducen en San Pedro lo comentó un hombre a quien hace unos cuatro meses le robaron una importante cantidad de herramientas de mano y máquinas del galpón en el que trabaja desde hace años, ubicado en Rivadavia al 500. A sabiendas de los escasos resultados que la policía suele ofrecer, decidió recuperar lo robado “negociando” con los ladrones.
Primero se contactó con un conocido delincuente, a quien siguió hasta la casa “porque no sabía ni dónde vivía”. Decidido a todo, le pidió que encuentre sus herramientas. “Me dijo: si me tirás unos mangos, te las devuelvo. Y me llevó hasta la casa donde estaban”, relató el damnificado. La vivienda a la que llegaron, era la de un remisero que actualmente trabaja en una agencia céntrica y quien estuvo involucrado en otros delitos relacionados con la descarga de soja de camiones que llegaban al puerto de San Pedro. “Este tipo llevó a los chorros que salían con mis herramientas en su auto. Pero los que me robaron son otros, son de los “Periquillos”. Cuando el hombre llegó con su particular acompañante a la casa del remisero, halló las herramientas, prolijamente seleccionadas como para su reventa. “Estaban todas ordenadas, había taladros, caladoras, de todo. Pero él dice que los ladrones se las entregaron en parte de pago por el viaje”, explicó la víctima. La denuncia en la Comisaría se radicó, pero el remisero en cuestión nunca fue detenido. “Yo digo que la justicia la tenemos que hacer nosotros porque evidentemente, la policía no tiene más fuerza. Sin matar a nadie, tiene que haber castigos concretos para quienes cometen estos delitos porque sino, esto no tiene solución”, dijo el hombre, indignado ante tanta impunidad.