Crear un ambiente familiar, la estrategia para tentar jugadores y hacerlos crecer
En el San Pedro Open los tenistas comieron asado, jugaron al fútbol y durmieron en las casas de sus colegas y, a su vez, rivales locales. En el mundo del tenis profesional, algo impensado y, mucho menos, planificado al momento de armar las valijas y viajar a competir. Sin embargo, fue lo que hizo diferente y a lo que apunta su director, Maximiliano Silos, para hacerlo crecer a través de los años y que los deportistas lo anoten como una cita impostergable del calendario de la Asociación Argentina (AAT).
La segunda edición, que tuvo de árbitro general a Juan Sigal, contó con 27 tenistas inscriptos de los cuáles seis fueron locales. Como el cuadro se previó de 64, no hubo clasificación previa. Por ello, el objetivo de Silos es que los atletas se sientan cómodos, como en su casa, se lo transmitan a otros y haya más participantes y de mejor nivel teniendo en cuenta que el dinero que invierten en la inscripción lo pueden recuperar en premios (por ejemplo, el cachet para participar fue de alrededor de 700 pesos y quienes quedaron eliminados en octavos de final se llevaron 600).
“Fue una semana casi perfecta, el clima acompañó, lo de la gente fue maravilloso, la cantidad de gente impresionante. Con los chicos lo hemos hablado: no es común que en este nivel de torneo haya tanta gente. Eso habla también, por un lado, que es gratificante, del apoyo, de venir, estar, de dejar muchas cosas de lado y venir a ver un partido de tenis; y por otro lado, que esto es algo que realmente nos gusta y lo disfrutamos todos”, sostuvo en la ceremonia de premiación Silos quien deberá, para el año próximo, lograr que la AAT ubique al campeonato en otra fecha (en 2017 se realizó entre octubre y septiembre) y no en diciembre, al cierre de la temporada, cuando muchos de los tenistas están de vacaciones.