Cortaron 35 alambres y les robaron las vacas
Un nuevo hecho delictivo registrado en la zona rural aumentó la preocupación entre los habitantes del campo, que no reciben soluciones a sus demandas. Esta vez fue en proximidades de Inta, sobre la Ruta 9, donde faenaron dos vacas y robaron un ternero a la familia Pascual. Más quejas por la Policía Rural.
Aunque el caso parezca común, uno más entre tantos otros que han sucedido, ilustra una problemática a la que no se le encuentra solución alguna y que no cesa: un nuevo robo en la zona rural, otro hecho que incrementa una estadística preocupante, sin soluciones de fondo que devuelvan tranquilidad a los habitantes del campo.
Semana a semana recrudecen los hechos delictivos en establecimientos rurales. Superados unos días donde parecía que la inseguridad en ese territorio tendía a descender, incluso con varias detenciones que luego no prosperaron por lo que los sospechosos quedaron en libertad, otra vez, durante el fin de semana, volvieron los robos.
Una semana después del asalto a la familia Codesido en Gobernador Castro, otro vecino de la zona sufrió los embates de los delincuentes.
Dos vacas y un ternero
El hecho en cuestión se produjo durante la madrugada del domingo cuando al menos dos personas ingresaron al establecimiento de la familia Pascual y faenaron dos vacas y robaron un ternero.
Sucedió en un campo que limita con la estación experimental de Inta, en proximidades de la Ruta Nacional Nº 9. El ilícito fue constatado cuando los propietarios del campo se dirigieron para verificar que todo estuviera en condiciones y advirtieron que los animales estaban dispersos por todo el campo, lejos del sector que habitualmente ocupan y que se encuentra bien señalizado.
Los delincuentes habían cortado alrededor de 35 alambrados, divididos en al menos siete sectores distintos; así, lograron ingresar y movilizarse por adentro del establecimiento sin que nadie advirtiera su presencia.
Cuando los propietarios llegaron se encontraron con dos vaquillonas de unos 350 kilos cada una, carneadas. Sólo permanecían allí las vísceras, las cabezas y las patas. Luego, a la hora del recuento de animales, notaron la ausencia de un ternero, que también fue denunciado como robado.
Se estima que quienes participaron del ilícito conocían perfectamente el campo porque supieron por dónde ingresar y cómo desplazarse hasta salir por el campo de Inta, que conecta directo con la colectora de la Ruta 9, donde se estima podrían haber contado con apoyo externo, es decir algún vehículo on el cual trasladaron la carne y el ternero robado.
Los ladrones se habrían introducido al campo montando al menos tres caballos, ya que los damnificados, entendedores del tema, advirtieron tres huellas distintas sobre la zona afectada.
Descontento y bronca
Las víctimas de este nuevo robo en la zona rural no ocultaron su malestar con el accionar de la Policía Rural, a quienes reclamaron si obtener respuestas convincentes de los uniformados, que acudieron en tres ocasiones al campo.
El propietario aseguró ante los medios de prensa que el primer policía en llegar le anticipó que mucho no podía hacer porque estaba a punto de cumplir su turno. Les indicaron que si salían a buscar quizás podían hallar a los caballos sudados, pero tampoco lo hicieron. De la misma manera tampoco se preocuparon en mostrar interés por hacer una recorrida convincente que les permita hallar pruebas. “Parecía que los policías éramos nosotros”, dijo Pascual.
Según el productor rural la policía fue tres veces al campo, sacó fotos, estuvo en el lugar y “perdieron mucho tiempo en lugar de ir a buscar a los ladrones”.
“¿Nadie vio tres caballos con tres personas que a la noche andaban que van saliendo por los caminos de tierra? ¿Quién nos cuida o quien nos protege?”, preguntó el damnificado.