Cortadas, lomos de burro clandestinos y regador, la lucha diaria
Desde la denuncia por perros abandonados en una vivienda deshabitada a los reductores de velocidad con el que los vecinos pretenden reducir la velocidad del tránsito forman parte de la agenda de infracciones que debe resolver Ariel Alvarez.
La caída de un vecino que transitaba en bicicleta sobre calle Rojas entre Rómulo Naón y José Hernández, puso nuevamente en agenda el derecho que se atribuyen algunos frentistas de fabricar sus propios reductores de tránsito.
Marcos volvió de trabajar, hizo la compras, cayó con su rodado y la mercadería tras toparse con una zanja cavada de lado a lado de la calle. No fue lo único que padeció, los perros reaccionaron y también tuvo que lidiar con ellos. Al día siguiente un grupo de trabajadores de Servicios Públicos fue a rellenar el lugar y a intentar buscar a quien cavó la cortada para que se le labre la infracción correspondiente.
“Ayer mismo fueron arreglar eso porque justo se había caído una señora, aparte de caerse, hubo dos perros que la mordieron creo; pero bueno, ahí lo solucionamos en el momento. No pasé hoy por el lugar todavía para saber si lo volvieron hacer”, dijo resignado Ariel Alvarez tras reportar otro caso similar en el mismo sitio y advertir que son incontables los lugares donde se emplazan reductores de velocidad ilegales. “Nosotros tenemos en varios lugares, ahora tengo un reclamo también del barrio Duraznostra que está enfrente del corralón, también pasó lo mismo; tenemos ahí un vecino que se le rompió y torció la llanta de un vehículo”, relató.
Tras reconocer que son muchos los que infringen las normas señaló que en las calles entoscadas y con los regadores trabajando en horario nocturno, el polvo que se levanta genera muchos problemas a los vecinos.
“Nosotros tenemos a los regadores que están trabajando de 4 a 10 de la mañana y arrancan nuevamente a las 6 de la tarde hasta las 12 de la noche, durante el día es imposible pasar, gastar combustible de gusto porque son segundos que dura que te apague el polvo”. Alvarez desmintió que se utilice agua potable para riego y consignó que los tanques cisterna se cargan en el puerto con agua de río.
En la nota que brindó a Radio Cuarentena también se refirió a otra situación en la que los vecinos manifestaron su queja por la presencia de animales abandonados a su suerte en una casa que está en alquiler en la calle Bonorino al 200. Hasta allí fueron a verificar y enviaron una notificación al martillero Alejandro Bennazar para que resuelva esa situación.
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