Coronavirus y la espera del resultado en primera persona: una empleada del Hospital contó su experiencia
El martes pasado, el secretario de Salud informó que un médico que trabaja en el nosocomio local había dado positivo y que debían monitorear a sus contactos estrechos, la mayoría compañeros de trabajo que prestan servicios en distintas áreas del Emilio Ruffa. En diálogo con Sin Galera, una empleada del área de facturación contó lo que vivió mientras esperaba el resultado.
Este sábado en Sin Galera, Ana Bonilla, empleada del sector de facturación del Hospital, contó cómo vivió los días desde que fue hisopada y hasta que obtuvo el resultado negativo, tras tener contacto estrecho con el médico infectado.
"Él vino por última vez el miércoles 27, ese día estaba como todos los dias, normal", dijo y agregó: "Él siempre tiene buen ánimo, es muy simpático, pero bueno estaba bien".
Fue Javier Sualdea, director médico del Hospital, el encargado de informarles la novedad. "Minutos antes habían estado reunidos, en principio con parte médica y profesionales de Clínica Médica, y ahí fue donde les informaron que también deben decirnos a nosotros", recordó Bonilla.
Según expresó, "fue una revolución". Aunque todos en el Hospital sabían y saben que están expuestos y que las probabilidades de que les toque de cerca una situación de estas características son altas, como bien dijo la empleada, "creés que no te va a tocar".
"Yo tengo dos hijas y vivimos solas las tres, así que bueno: lo primero que se me presenta en la cabeza son mis hijas. De hecho, ese día temblé como una loca, porque pensé cómo les iban a avisar, quién, donde iba a ir yo, dónde ellas, todo", contó.
Cuando le preguntaron qué tipo de contacto había tenido, recordó que "había hecho una historia clínica de un paciente que yo tenía que facturar, y yo le había dado inclusive mi lapicera, seguramente con alcohol, pero bueno, después surgen las dudas de todo: qué toqué, que no toqué, porque son muchas las cosas en las que hay que tener muchos cuidados, que los tenemos".
"Uno siempre piensa en los demás, a mi me aíslan y yo tenía que aceptar mi realidad, pero yo tengo que pensar en los demás, porque puedo ser un foco de contagio. Inclusive yo ni siquiera quería volver a mi casa, estuve como hasta las 17.00 ahí, hasta que pudieron organizar en mi familia para aislarme, si bien la Municipalidad me ofreció un lugar, pero bueno mi familia tenía una casa para estar sola", señaló Ana Bonilla.
Ese día la hisoparon. Desde el sábado anterior estaba con dolores de cabeza. Con la novedad del médico contagiado, prefirieron no subestimar ese síntoma y le tomaron la muestra. "Tenía que esperar 48 horas para saber el resultado. En un principio no tenía ni celular ni nada, porque también tenía problema con eso. Estuve un poco bastante loca ese día y al día siguiente rendida, exhausta de tanto nervios. La primera noche no dormí", aseguró.
Cuando le llegó el resultado, se sintió aliviada. Ahora debe continuar con el aislamiento en las mismas condiciones, "pero con la diferencia de que tengo la tranquilidad de que no contagie a nadie y sabiendo que no puedo resistirme a la situación y no ponerme peor", dijo y graficó: "No tengo televisión así que estoy aprendiendo a coser".
Anita Bonilla tiene dos hijas, una de 19 y otra de años. La mayor está a cargo de la familia y se mantienen en contato por videollamada. "Me acomodo para que me vean de la mejor manera, y me siento bien. Los primeros días, no. Me tomaba todo el tiempo la fiebre, el gusto, el olfato, pero bueno, nada, acá estoy", señaló.
En el Hospital celebraron que los resultados llegaron negativos para todo el personal que tuvo contacto con el doctor Juan Pablo Mariscotti, quien se comunicó con ellos para preguntarles cómo estaban y charlar. "Se lamentaba de lo que pasó, pero es re buen compañero, solidario, siempre viene a la oficina, en el Hospital la gente lo quiere muchísimo", aseguró Ana Bonilla.