Coronavirus: el relato de una familia contagiada que perdió a uno de sus miembros, Héctor Muñoz, de 75 años
Falleció el miércoles pasado al mediodía. Lo habían internado el sábado anterior, tras acusar síntomas. Su hijo Diego fue uno de los primeros en tener dolencias y este fin de semana habló en Sin Galera para recordar cómo fueron esos días desde que apareció la enfermedad en su familia hasta la muerte de su padre, el escobero, el hijo del lechero, el empleado de Coopser, el padre y esposo que se cuenta entre las 20 víctimas fatales de coronavirus COVID-19 en San Pedro.
El miércoles pasado, en la terapia intensiva de la clínica San Pedro, falleció Héctor Muñoz, de 75, paciente con coronavirus COVID-19. Hijo del famoso lechero Muñoz, reconocido por su labor como escobero y como empleado de los servicios fúnebres de Coopser, esposo de Nélida, padre de Silvina, Juliana y Diego, el bicicletero que el sábado contó en Sin Galera la historia de su padre y el tránsito familiar por la enfermedad.
La vida de Héctor es como la de tantos emprendedores. En la escobería llegó a tener 30 empleados pero en los años 90, con los escobillones de plástico y la destrucción generalizada de la industria nacional, tuvo que cerrar y consiguió empleo en la cooperativa, donde se jubiló 17 años después.
El primero en acusar síntomas fue el propio Diego. Un miércoles comenzó a sentir dolores de cabeza y decaimiento. "No le dí importancia, porque son dolores normales: rodillas, tobillos". Pero al otro día, su esposa también sintió dolencias similares. Para el viernes a la noche, el bicicletaro Muñoz tenía fiebre y "no podía ni estar parado".
En los consultorios amarillos le dijeron que, teniendo en cuenta que toda la familia reside en la misma manzana y tenían contacto, lo iban a hisopar por las dudas que la situación generara alguna cuestión en sus padres, de avanzada edad.
"Ese jueves había estado con él (con su padre) hablando en casa algunos temas de la vida. Él estuvo viernes, sábado, domingo y lunes todo perfecto. Yo perdí gusto y olfato, y la llamo a mi mama y le digo 'contrólalo a papi, dale algo dulce o salado para controlarlo'. El viernes a la mañana mi mamá no sintió olor y me llamó", contó Muñoz.
"No tengo olfato", le dijo la madre. El padre estaba igual. Llamaron a la persona del Equipo COVID-19 que les hacía seguimiento. Por la noche se acostó con fiebre. Al otro día, sábado 22, lo internaron en la clínica San Pedro.
"No le dolía nada, pero cuando le hicieron placa en pulmones tenía principio de neumonía", contó Diego. "No se quería quedar", recordó. Hubo que convencerlo vía videllamadas. "Lo lleve el sábado en un auto y lo saque ayer (el viernes 28) en una urna", lamentó el hijo de Héctor Muñoz.
Los médicos le dijeron que "estaba embromado" pero les dieron "una esperanza". Cuando a Diego le llegó el resultado positivo, "automáticamente le dieron plasma". Lo pasaron a terapia intensiva. El miércoles al mediodía fallleció.
"Yo veo gente que no se cuida, no usa barbijo, no toma la distancia. Nosotros acá, desde que empezó la pandemia, hemos gastado en lavandina y alcohol, hemos gastado más plata en eso que en comer, la verdad", dijo Diego Muñoz y reflexionó: "El sábado, al estar bien, yo no me iba a hisopar. Pero mirá si no me hisopo, podría haber hecho desastre".