Continúa el reclamo de profesionales de la salud por falta de pago: “Se pasan la pelota unos a otros”
La terapista ocupacional Ana Barros explicó con claridad la situación que viven quienes trabajan con personas con discapacidad por la falta de pago de la Superintendencia de Salud a las obras sociales. "Se pasan la pelota unos a otros. Hoy no te puedo decir quién lo trabó, pero la cuestión es la plata no está", explicó en Radio Cuarentena.
Este miércoles en el programa Radio Cuarentena, la terapista ocupacional Ana Barros brindó detalles del reclamo que mantienen profesionales de la salud que trabajan con personas con discapacidad ante la falta de pago de honorarios de la Superintendencia de Servicios de Salud, que no depositó a las obras sociales el dinero para abonarles.
Por las manifestaciones hoy se está hablando en los medios nacionales y locales, pero novedades de cobro de mes de mayo no hemos tenido. En las redes sociales vemos gestiones de que esto se va a regularizar en los próximos días, pero es un problema administrativo que no se sabe de dónde viene. Hay una interna que uno no lo sabe. Al día de hoy en nuestras cuentas no hay dinero de cobro”, aseguró.
En ese sentido, explicó que algunas obras sociales llevan más tiempo sin abonar por las prestaciones: “Cada profesional atiende muchas obras sociales. Yo por ejemplo antes de la pandemia, hace dos o tres años, dejé de atender IOMA porque tenían atraso de dos años de pago. Hasta Osde no respeta el nomenclador. Es una vergüenza, está pagando mil pesos menos de una sesión por discapacidad”.
La sesión, según la última actualización en el Boletín Oficial, “es de 2200 pesos por una sesión de 45 minutos”, indicó Barros. Sin embargo, a ese tiempo hay que sumarle el trabajo que no contemplado en ese lapso: “En el medio tenés que hacer informes, vamos a reuniones de gabinetes, reuniones con familia, todo eso incluye esa sesión, imaginate la cantidad de horas que representa”.
En tanto, también se refirió al circuito de facturación, que dura “tres meses”: “Uno factura, la obra social lo audita, de ahí lo pasa a la Superintendencia, la superintendencia desglosa la parte tributaria para Afip, la Afip lo devuelve a la Superintendencia y la Superintendencia envía los fondos a las obras sociales. La obra social recupera ese dinero y lo deposita en nuestras cuentas”.
“Son años de formación, cuando alguien trabaja con algo tan delicado como la discapacidad, esta lucha, este estar peleando es lamentable. Tantos años de estudio, y tengo que estar pensando si me depositan o no un trabajo que hice en mayo”,
lamentó la profesional.
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