Consultorios en el Estadio, equipamiento para el Hospital y capacitación para enfrentar la pandemia
El equipo de Salud local dispuso atención de pacientes con afecciones respiratorias en consultorios separados del nosocomio. La ambulancia destinada a la emergencia por coronavirus ya tuvo sus primeras intervenciones. La coordinación con efectores privados y las iniciativas solidarias para hacer frente a la problemática.
“Vamos a habilitar un consultorio separado de la Guardia para no contaminar a ningún paciente que venga a la guardia ni tampoco al sector de internación y de consultorio; apartado para este tipo de patología”, anunció la semana pasada el jefe del Servicio de Emergencias del Hospital, José Herbas. El lunes comenzaron a atender en el gimnasio del Estadio municipal, donde dispusieron puestos de atención para adultos y niños que presenten síntomas respiratorios y que reciben pacientes de 8.00 a 12.00 y de 16.00 a 19.00.
Fue la última decisión importante del equipo de Salud del Gobierno local, que desde semanas antes de la emergencia sanitaria ya tenía un plan de contingencia para abordar, en caso de que llegara, esta situación por la que atraviesa la ciudad y el país, y de la que se espera un agravamiento propio del crecimiento de contagios, a pesar de que las medidas implementadas para aplanar la curva permitirán que sea de menor complicación que lo que sucedió en otros países.
El Hospital cuenta con una ambulancia especial con médico a bordo, bioquímico y chofer con equipamiento de aislación para traslados, que durante los últimos días estuvieron a cargo de la toma de muestras en domicilios de pacientes que lo requirieron (ver página 5).
En el nosocomio hay cuatro habitaciones de internación que están destinadas a pacientes de riesgo, y a su vez hay cuatro camas en el shock room y otras cuatro en el área de terapia intensiva que también están preparadas para la emergencia.
Respecto a la cantidad de respiradores, el sistema sanitario sampedrino cuenta con 20, entre efectores públicos y privados, a los que se sumaron dos que adquirió en los últimos días el sanatorio Coopser.
Iniciativas solidarias
Para aunar esfuerzos, la Cooperadora del Hospital lanzó una campaña solidaria para que quienes deseen puedan colaborar vía transferencia bancaria a la cuenta de la Cooperadora: Cuenta Corriente N° Nº 30108/0; CBU:0140363101650003010804; Banco de la Provincia de Buenos Aires
Además, quienes estén interesados en colaborar con materiales esenciales pueden hacerlo donando alcohol, barbijos, algodón, camisolines, guantes, antiparras, productos de limpieza, agua destilada, papeles en todos sus usos, trapos de piso y sábanas, entre otros elementos. Pueden comunicarse vía Whatsapp al 3329317036 para ofrecer y coordinar retiro.
En la ciudad hay varias iniciativas para la confección de barbijos y camisolines. El sábado en el programa Sin Galera, Macarena Iglesias, comerciante de la ciudad, dio a conocer el proyecto que creó junto a amigas y conocidas para contribuir al abastecimiento de barbijos de instituciones que los requieran.
“Yo tengo una amiga que es paciente de riesgo, y ante la falta de insumos y los costos, decidimos hacer para ella. Después se nos ocurrió ver si se prendía la gente con tela, elástico y ver si podíamos producir más”, explicó Iglesias, que agradeció la cantidad de donaciones y voluntarios que se sumaron.
El martes entregaron más de 1000 barbijos a entidades de bien público y continuarían con el reparto para personas dentro de la población de riesgo que los necesitaran, por ejemplo, aquellos pacientes que deben seguir concurriendo a los hospitales para recibir atención médica.
Además, en Gobernador Castro, un grupo de mujeres tomó la posta en la localidad y se organizaron para hacer lo propio. Dividieron grupos para cortar y coser, involucraron a todos los miembros de la familia en el trabajo, y por consejo de la directora del Hospital de la localidad, comenzaron a producir cofias, camisolines y botas, porque los barbijos que requieren en la atención médica son más complejos.
“Sancho informó que los barbijos que se necesitan para el hospital son especiales, es doble con un aislante en el medio, que va desinfectado. Entonces empezamos con las batas, botas y cofias. Pero vamos a seguir con la friselina gruesa con los barbijos para la Policía y los Bomberos”, indicó Marilina Batalla, kinesióloga del Hospital de Gobernador Castro, una de las impulsoras de la iniciativa. En Río Tala, hay un proyecto similar que ya entregó 195 barbijos.
El Gobierno, además, trabajaba junto a los propietarios de la exfábrica JS Textil para la confección de barbijos y camisolines destinados al personal de Salud.