Condenaron a 20 años a quien violó a sus tres hijas
Después de una semana de juicio, fue condenado a 20 años el hombre que abusó de sus tres hijas. La sentencia se conoció ayer en San Nicolás.
Del caso, que fue denunciado en Junio de 2003, habían trascendido muy pocos detalles porque además de tratarse de un hecho de abuso a menores, se trataba de un delito agravado por el vínculo que une al victimario y las víctimas.
Ayer martes, el Tribunal Oral Nº 1 compuesto por los Dres. Aramburu, Alomar y Martínez, leyó la sentencia con la que se condenó a 20 años de prisión al acusado, una persona que se desempeñó dentro de una repartición de las fuerzas públicas en una de las localidades del partido.
El acusado había sido detenido hace exactamente dos años y cuatro meses, y permanecía alojado en la Unidad Nº 16 de Junín, luego de que los directivos de la escuela a la que concurrían las niñas denunciaran el caso. En ese momento, las menores tenían 10, 13 y 15 años de edad, y habrían confesado que su padre abusaba de ellas desde hacía tres años.
El jueves de la pasada semana, en el recinto del Tribunal se desarrolló el debate y expusieron sus testimonios 12 testigos.
El Secretario de ese cuerpo, el Dr. Guillermo Eseberry confirmó que si bien en la causa se habían presentado unos 20 testigos, finalmente tanto la fiscalía como la defensa desistieron de varios de ellos, y por eso se presentaron tres peritos y ocho civiles, además del imputado y las víctimas.
Como se trata de un caso de abuso sexual a menores, el juicio que duró una sola jornada y culminó alrededor de las 7 de la tarde, se realizó a puertas cerradas sin público ni prensa.
Además, tanto la madre como las niñas estuvieron asistidas y representadas por el Dr. Alejandro Finelli, del Centro de Asistencia a la Víctima de San Nicolás, que ratificó el pedido de la fiscal Laura Fernández de 20 años de prisión para el acusado, bajo la carátula de Abuso Sexual con acceso carnal agravado y corrupción agravada. Como el acusado siguió manifestándose inocente de los cargos, la defensa había solicitado por su parte la absolución.
Pericias contundentes
Cuando con la reserva del caso, en Junio de 2003 trascendió que el padre de las menores había sido detenido se escucharon algunas versiones que indicaban que este efectivo policial era una persona querida en la comunidad en la que vivía y considerado por muchos vecinos por su excelente conducta.
Pero la denuncia realizada por las docentes de las niñas fue hecha en principio por abandono de persona, por el descuido que presentaban las menores y ante la falta de respuesta del padre.
Además, las pericias médicas habrían arrojado un resultado positivo en cuanto a que las menores tenían signos de haber sido abusadas, con lesiones de larga data. Esta cuestión fue fundamental durante el Juicio, porque según trascendió resultaron contundentes los estudios médicos y psicológicos presentados por los especialistas.
Las tres niñas, tienen además un hermanito que vive aún con sus abuelos, y habían sido derivadas en el 2003 a una institución en la ciudad de Ramallo.
Allí pudieron reencontrarse con su madre, con quien no tenían contacto desde que eran muy pequeños. La mujer, habría abandonado el hogar años atrás por los maltratos que le dispensaba el marido.
Quizá este juicio sirva como ejemplo acerca de la responsabilidad que los docentes tienen en la detección de abusos a niños, porque como comentó una fuente autorizada, gracias a la valentía de quienes estaban a cargo de la institución a la que concurrían estas niñas no sólo se pudo hacer justicia, sino también se logró que las víctimas recuperaran a su madre y tuvieran así una nueva oportunidad en sus vidas.