Condenan a policía sampedrino acusado de abuso sexual
El ex policía Sergio Gutiérrez fue condenado junto a dos colegas suyos a 13 años de prisión por abusar sexualmente de una mujer discapacitada.
En un caso aberrante que tuvo trascendencia nacional, tres ex policías de la provincia, entre ellos un sampedrino identificado como Sergio Gutiérrez, fueron condenados por ser partícipes de un abuso sexual cuya víctima resultó ser una mujer discapacitada.
El fallo del Tribunal Oral Nº 2 condenó a tres de los cuatro imputados en el hecho, todos ex policías, pero a su vez les permitirá seguir en libertad, hasta que la sentencia quede firme en Casación.
El juicio se realizó por la violación de Paula Lauro, de 29 años, quien padecía de un retraso madurativo y epilepsia. El ataque se produjo en la noche del 15 de septiembre de 2004, en el partido de Escobar.
Tanto la Fiscal María Vivas, como el abogado querellante Roberto Hermo, señalaron a Padín, Panucci y el sampedrino Gutiérrez como coautores de la violación y a Enríquez como partícipe necesario, por haber prestado su casa rodante. Ambos pidieron para todos los acusados una pena de 17 años de prisión.
Aunque la Fiscalía y la querella no les atribuyeron a los imputados la muerte de Lauro, coincidieron en que el abuso agravó el estado de salud de la víctima.
Por otro lado, la Defensa de los cuatro imputados solicitó la absolución por el beneficio de la duda y argumentó que hubo una valoración “subjetiva” de la prueba.
Tras los alegatos, el Tribunal había dado a los acusados la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras. Pero los cuatro ex policías, que llegaron al debate en libertad condicional, sólo dijeron que eran inocentes y que confiaban en que se haría justicia.
En el debate habían declarado dos testigos civiles que incriminaron a los imputados: el empleado de la estación de servicio donde Lauro fue abandonada tras ser violada y Sonia, la hermana mayor de la víctima. El primero declaró que vio a Lauro descender de un patrullero, aunque no pudo ver quién o quiénes iban en el móvil.
Sonia Lauro, por su parte, contó que en la noche de la violación Padín fue a buscar a su hermana a su casa de Escobar y le regaló “una flor y un osito de peluche”, porque desde hacía cinco meses “la quería seducir”. Agregó que Paula fue llevada hasta un predio donde el policía Enriquez vivía, donde había una casa rodante, en la que se produjo el ataque sexual.
La chica murió dos años después del ataque, luego de que su estado de salud se agravara.