Condena por el homicidio de “Perico” Girard

El Tribunal Oral Nº 1 de San Nicolás, integrado por la Dra. Belén Ocariz y los Dres. Martínez y Lescano, condenó este martes a 15 años de prisión a los jóvenes imputados en el crimen de Pedro Jacinto “Perico” Girard.
La Justicia dio lugar al pedido de la fiscalía, porque entendió que Mariano Salvatierra y Griselda Soledad Merlo, de 23 y 24 años de edad, eran coautores penalmente responsables del delito de homicidio en ocasión de robo ocurrido el 18 de Noviembre de 2004, en la vivienda de Girard, ubicada en Caseros 588, esquina Uruguay.
El miércoles de la semana pasada, se inició el debate oral y público en el recinto de los Tribunales nicoleños. Entre esa jornada y la siguiente, desfilaron 20 testigos, de los 38 que habían propuesto tanto la fiscalía a cargo del Dr. Omar Tempo como la defensa oficial que encabezó el Dr. Máximo Fernández y su Secretario el Dr. Subiri.
La mayoría de las personas que ofrecieron testimonios pudieron corroborar las declaraciones de la víctima antes de morir. Es que Girard, que falleció a consecuencia de la brutal golpiza que le propinó Salvatierra, pudo referir a familiares suyos e incluso a agentes de la policía, que esa noche había estado en su casa la joven Soledad Merlo. La investigación arrojó que la pareja de ésta, Salvatierra, fue quien luego ingresó a la casa y además de robarle dinero y pertenencias, lo golpeó salvajemente.

Engaño y brutalidad
Los sucesos relacionados al crimen de Girard comenzaron el jueves 18 de Noviembre alrededor de las 9 de la noche, cuando Griselda Soledad Merlo que entonces tenía 21 años, llegó a la casa de la víctima.
Girard conocía a la joven y por eso la dejó ingresar, cuando ésta se lo pidió con la excusa de tomar un vaso de agua. Se quedó un rato y luego le dijo al hombre que iría al kiosco a comprar cigarrillos pero regresaría pronto. Nunca volvió, pero habría dejado la puerta de calle abierta para facilitar el acceso de su novio Mariano Salvatierra, de 20 años.
Estaba armado con un cuchillo y con él lo amenazó para sustraerle dinero, un total de $ 230 en efectivo.
También se llevó un instrumento musical, similar a un acordeón o verdulera, seguramente confiando en que ese elemento tendría valor de reventa. Pero además de robar, el joven golpeó salvajemente a Girard. Después de marcharse, el anciano malherido llamó a su sobrino Guillermo Scatta por teléfono para pedir socorro.
Este familiar, además de concurrir inmediatamente a la casa, fue quien llamó a una ambulancia y a la policía. Girard permanecía lúcido y pudo referir lo ocurrido, aunque mencionó sólo a Merlo porque no conocía a la pareja de ésta.
Pero la investigación policial y algunos testimonios determinaron que se trataría de Salvatierra.
El viernes, alrededor de las 17,30 horas, Girard falleció cuando era conducido a la ciudad de Baradero para que allí se le realizara una tomografía. Esto desencadenó la detención de los jóvenes, que fueron apresados en la vía pública alrededor de las 20,30 horas.
Merlo no poseía antecedentes penales. Pero Salvatierra, contaba con antecedentes por robo. Ambos jóvenes, eran habitantes del Bajo Cementerio.
El caso de Girard conmovió a la comunidad y en especial a su barrio, porque se trataba de una persona de 70 años de edad que sufría de una discapacidad física y vivía solo. Por este motivo, se convertía en un blanco demasiado vulnerable para los delincuentes.