Concluyó la búsqueda de un joven en el riacho
En las últimas maniobras de búsqueda de la tarde de ayer fue rescatado de las aguas el cuerpo sin vida del joven Matías Huesa. El viernes se había arrojado a las aguas del riacho desde el muelle del Paseo Público ante la mirada de un par de jóvenes que intentaron socorrerlo. La desaparición de Huesa causó un hondo pesar en el ambiente social y deportivo de la ciudad.
Personal de Prefectura San Pedro confirmó ayer al cierre de esta edición, el hallazgo en cercanías del Puerto del cuerpo de Matías Huesa, una persona de 22 años que el viernes pasado, alrededor de las 18 horas, se habría dejado caer al riacho San Pedro desde el muelle del Paseo Público.
Una vez conocido el hecho comenzó el rastrillaje en las aguas pero hasta el cierre de esta edición los resultados seguían siendo negativos.
La desaparición de Huesa fue denunciada por testigos que pudieron observar cuando el joven se arrojó a las aguas, y otros que confirmaron haberlo visto deambulando por el predio desde hacía varias horas.
Pero quienes aportaron más datos fueron dos nadadores del Club Náutico que justo pasaban por el riacho a bordo de una canoa, y observaron a una persona que se encontraba en una posición poco común sobre el muelle. Según describieron, la víctima había sorteado las barandas y se encontraba sujeta a las mismas pero del lado del río, lo que los alertó de la posibilidad de que quisiera arrojarse por propia voluntad. Y efectivamente, pudieron observar cuando caía y desaparecía en el curso de agua.
Los deportistas se internaron rápidamente pero nada pudieron hacer porque el cuerpo nunca más salió a flote. Minutos después y alertados por personas que se encontraban en el Paseo Público, llegaron los efectivos de la Prefectura San Pedro que iniciaron de inmediato la búsqueda del cuerpo. Unos seis hombres a bordo del guardacostas “Abadejo” y del gomón comenzaron a rastrear el riacho, a lo que se le sumó un trabajo táctico sobre la base del muelle al que no se podía llegar con las embarcaciones.
La incertidumbre durante la primera jornada fue total, porque tampoco existía ningún indicio o denuncia sobre la desaparición de un joven que cumpliera con las características descriptas por los testigos, pero con el correr de las horas los familiares de Matías Huesa se acercaron para confirmar sus terribles sospechas. La ausencia de este joven en los lugares que habitualmente frecuentaba y otros indicios que no trascendieron, de carácter privado, que habrían permitido corroborar que se trataba de la misma persona. Para las autoridades, los datos recogidos y la manera en que se habría arrojado, confirman que Huesa es la persona que tomó la drástica decisión el pasado viernes.
Gran parte de la sociedad y el ambiente deportivo, han mostrado su congoja porque Huesa fue un reconocido futbolista que se desempeñó en el Sindicato de Municipales, en el Club Mitre, San Roque y una selección juvenil de San Pedro que resultó campeona en el año 2000. Además, es hijo de Rubén Huesa, una persona desde siempre vinculada al fútbol sampedrino.
“Sigo shockeado”
Javier Disenzo, un nadador del Club Náutico fue quien junto a su amigo Leonardo Tapia pasaban por el lugar a bordo de una canoa. “¿Estás bien?, le preguntamos… Y nos respondió “Sí, ya fue”, mientras se tiraba al río, dijo Disenzo. “Nos tiramos de inmediato ya que estaríamos a unos 50 metros pero no lo pudimos encontrar, pegó algunos manotazos y nada más. Nos sumergimos, lo buscamos pero nada pudimos hacer, la Prefectura nos dijo que en ese lugar hay 4 o 5 metros de profundidad”, agregó. “Estaba agarrado de la baranda pero del lado del río, vestía de sport pero no me acuerdo bien cómo era la ropa. Aparentaba ser un joven rubio”, explicó.
La intervención de estos dos jóvenes, por supuesto significó una experiencia dura. “Fue terrible, recién ahora los estamos asimilando y en mi caso sigo shockeado”, aclaró. Tanto él como su compañero Tapia, debieron ser hospitalizados de urgencia en la noche del viernes porque su inmersión en el agua les provocó hipotermia, además de la consternación propia del momento vivido. En el nosocomio, les aplicaron suero para recuperarlos pero debieron permanecer varias horas en observación. Después de recibir el alta médica, los jóvenes se presentaron en la Prefectura para asentar su declaración, que resultó fundamental para las autoridades.
Con la aparición del cuerpo en la zona del Puerto se terminaron largos días de pesar para la familia que después de las pericias de rigor se dispone hoy a darle el último adiós.