Con los votos de Monfasani, Barbieri se quedó con la Presidencia del Concejo
Los nueve concejales electos juraron el lunes, en medio de debates y búsqueda de acuerdos en torno a los cargos que había que elegir esa misma noche. Cuando todo hacía prever que los diversos sectores peronistas habían alcanzado un acuerdo, un encontronazo de último momento cambió el escenario y al límite del inicio de sesión quedó sellada una alianza mediante la que Atrip, Vázquez y Mari le dieron la presidencia al exintendente y Diputado Nacional. Matías Chaves y Martín Pando, los secretarios legislativos.
Desde el mismo domingo 27 de octubre, cuando todavía las urnas estaban calientes, comenzó la “rosca” política para disputar los cargos que se renovaban en el Concejo Deliberante. Todos sabían que el camino era intenso y que el tire y afloje sería arduo. Lo que jamás pensaron es que decisiones de último momento cambiarían lo que se había pergeniado con un objetivo que los peronistas se plantearon de máxima: evitar que el radical más votado de la historia regresara a la política local como máxima autoridad del HCD.
Sin embargo, así fue: Mario Barbieri resultó electo Presidente; Norberto Atrip, Vicepresidente primero; Sergio Rosa, Vicepresidente segundo; Cecilia Vázquez, Secretaria concejal; Matías Chaves, Secretario Legislativo; y Martín Pando, Prosecretario.
La Opinión fue testigo del último acuerdo. Sucedió pasadas las 20.40 en el recinto donde se acomodaban los concejales, unos para dejar la banca y otros para asumirlas. Matías Monfasani, principal operador del sector que lidera su padre, se acercó a Martín Pando y le dijo que estaban dispuestos a votar a su candidato. Matías Chaves era la pieza de cambio.
Pocos pasos distanciaban a Pando de Barbieri, que esperaba al fondo del espacio dispuesto como recinto, delante de la valla que separaba a los ediles del público que, apretujado, colmaba la sala. El joven expresidente del HCD se agachó y le dijo algo al oído a su ahora líder. Barbieri asintió con la cabeza y el pulgar en alto. Estaba sellado el acuerdo. Así se lo hizo saber Pando a Matías Monfasani, que con una sonrisa avanzó hacia detrás de donde hasta ayer se sentaba su padre y le dijo a Fabián Vlaeminck que Cachi Atrip sería el vicepresidente primero.
Rostros desencajados
Faltaba media hora para las 20.00, cuando estaba previsto que comenzara la sesión. Hasta ese momento estaba todo listo para que los doce concejales peronistas votaran en conjunto y eligieran, más allá de sus diferencias internas, a un hombre de esa extracción para la Presidencia.
Sin embargo, algo pasó. Era todo distensión afuera del Concejo. En el patio, Matías Monfasani hablaba por teléfono. Se alejó ante la presencia de La Opinión, que apenas alcanzó a escuchar un grito: “Rompo todo”. A los pocos minutos, dijo a micrófono abierto: “Tuvimos una reunión anoche donde estuvimos todos, y hoy hubo una reunión a la que no nos invitaron, nos enteramos ahora que vienen con un esquema totalmente distinto”. Era el fin del acuerdo inicial.
Los rostros de Nicolás Macchia y Martín Baraybar decían que algo pasaba. De a poco fueron llegando el resto de los concejales peronistas. Iban y venían. En el despacho presidencial del HCD se resolvía lo que luego sucedería dentro del recinto.
La tensión estaba en la elección de las autoridades, por lo que la jura de Barbieri, Sergio Rosa, Elisa Ferraro, Iván Paz, Horacio Neyra, Ariel Ramanzini, Patricia Rocca, Américo Quintana y Dalmy Butti, más los suplentes de cada uno de ellos, pasó casi desapercibida.
Relatos de la rosca
Tras la sesión, donde no faltaron gritos, insultos y abucheos desde el público hacia los tres concejales peronistas que dieron su voto a Barbieri, los protagonistas dieron su versión de lo sucedido. Los radicales dijeron que no se lo esperaban y el electo Presidente habló en términos formales: “Esto se dio con lo que nosotros veníamos reclamando, que era el respeto hacia la primera minoría y así lo tomaron algunos concejales y felizmente se ha dado un paso institucional y democrático en San Pedro”.
Dentro del todavía llamado bloque del PJ, Matías Monfasani recibió a este semanario para contar lo sucedido. Aseguró que no había sido convocado a las reuniones que los otros nueve concejales llevaron adelante para alcanzar un acuerdo y que su primer encuentro con ellos fue el domingo a la noche, en el Howard Johnson Marinas.
Allí, cerveza de por medio, debatieron sobre los cargos. El hijo de Daniel Monfasani sostuvo ante La Opinión: “Nosotros no queríamos nada, le propuse la presidencia a siete de los nueve que estaban, daba lo mismo quién fuera, lo importante era que ellos tuvieran un acuerdo y supieran a quién postularían. No sabían, todos querían”.
Luego, señaló, alcanzaron un acuerdo: Martín Baraybar sería el presidente. El consenso en torno al nombre del sindicalista era claro: hombre del Frente para la Victoria, kirchnerista y orgánico al Smata de Ricardo Pignanelli, llegó al HCD como primer candidato de la lista de Monfasani en 2011. Las diferencias políticas nunca rompieron la buena relación.
Américo Quintana sería el Vicepresidente; para Unión con Fe de Cecilio Salazar quedaba la Secretaría Legislativa. El prosecretarío sería Matías Chaves. El hijo de Sandra Mari y Néstor “Yayi” Chaves renovaría su cargo. “Busca acomodar a todos los familiares”, se había quejado Quintana sobre el sindicalista, durante la semana.
Algunos de los que estuvieron en esa reunión coincidieron con el relato aunque con algunos matices. Varios indicaron que Matías Monfasani dio vueltas, no aceptaba ninguna propuesta e insistía con una frase: “Cuál es el esquema”. “Se tiraban mil esquemas y ninguno le cerraba, nos faltó preguntarle si no quería presidir él”, dijo uno de los contertulios.
Contra lo que sostiene el joven exconcejal, otros de los participantes aseguraron que antes de esa reunión hubo otras y que los convocaron pero no fueron. El propio Atrip lo reconoció en sesión y hasta dijo haber “mentido” al negar las invitaciones.
El resto asegura que Fabio Giovanettoni, tal como propusieron en sesión, fue siempre el candidato del peronismo y que el nombre de Martín Baraybar surgió como intento de consenso, ya que el propio Matías Monfasani lo aceptaba por ser “un amigo, un hermano”.
Durante la noche del Howard Johnson, regada con cerveza fría, habría habido golpes sobre la mesa y palabras arrastradas que resbalaban por la comisura de los labios. Al otro día, el mismo lunes, a las 17.00, parecía todo acordado. Sin embargo, parece que la falta de respuestas de Monfasani modificó todo. Los nueve peronistas decidieron insistir con Giovanettoni, convencidos de que el acuerdo con Barbieri ya estaba cerrado.
Algo había adelantado el jueves por la mañana “Yayi” Chaves, cuando se refirió en términos soeces, dentro del bloque, a cómo iban a quedar los otros peronistas tras la votación. El domingo hay elecciones en el PJ, con Cachi Atrip y Mariano Veiga como candidatos. Bajo ningún punto de vista podría pensarse que ese enfrentamiento interno quedó fuera de la jornada del lunes.
El discurso de Barbieri
Tras tomarles juramento a los concejales electos, Barbieri habló como Presidente del Concejo Deliberante pero “parecía Intendente”. “Vamos a trabajar como lo hicimos hace muchos años”, comenzó. Aseguró que es necesario reformular el reglamento interno y conformar una Comisión de Seguridad, que ya existe.
“Convoco a todos los sectores políticos a trabajar por la reestructuración de este municipio” y pidió “trabajar en conjunto” para la “recuperación institucional de la política local”, con “un profundo debate para dejar lado las diferencias y unirnos por nuestro pueblo”.
El regreso de Guacone
El Intendente municipal estuvo presente. Tal como indica el protocolo, los presidentes de bloque lo fueron a buscar a su despacho. Desde allí se trasladó apoyado por muletas, en lo que fue su primera presentación pública desde que sufrió el accidente que obligó la operación en su rodilla.
“Lleva todo un tiempo de adaptación, pero estoy bien, tranquilo”, dijo sobre su salud. Una vez dentro del recinto, se abrazo y besó con casi todos los que tuvo cerca, incluido Daniel Monfasani. No así con Mario Barbieri, quien subió al estrado para presidir provisoriamente la sesión por ser el edil de mayor edad entre los electos de su frente, el más votado. Apenas si se dieron la mano, sin mirarse.
“Obviamente te voy a reconocer que estoy en desacuerdo de que sea un radical el Presidente del Concejo”, dijo el Jefe Comunal y agregó: “Yo lo que deseo y necesito es que haya un Concejo constructivo. No quiero más un Concejo que me frene expedientes. Yo quiero llevarlo a los hechos, soy Intendente hasta 2015. Tengo mucha energía”.