Con las cuentas en la mano, igualaron la gestión de Fabio Giovanettoni con la de Pablo Guacone
Los recuerdos de una oposición que decía GiovaneKone o GuaTonni para sintentizar el desastre administrativo y político del último año llegaron al debate final. El Concejo Deliberante trató el año económico del concejal que suplantó al intendente que renunció el año pasado. Hubo críticas por los “desvíos” de fondos afectados para pagar sueldos, los nombramientos de funcionarios como empleados y las bonificaciones otorgadas a último momento, todas sospechadas de ser “regalitos de campaña”. Borgo cruzó a Mónica Otero por las redes sociales y Giovanettoni hizo lo propio con Barbieri, que tuvo duras consideraciones políticas sobre él.
Con duras críticas, el Concejo Deliberante rechazó en pleno la Rendición de Cuentas del ejercicio 2015 y comparó la gestión del concejal Fabio Giovanettoni con la de su antecesor Pablo Guacone, a quien reemplazó tras su renuncia “por enfermedad” el año pasado.
No hubo ninguna defensa para el edil que estuvo a cargo del Ejecutivo y que mantuvo a Roberto Borgo como Secretario de Economía, tal como Guacone había hecho en 2014.
Ni siquiera desde el Frente para la Victoria se esbozó defensa. Dalmy Butti no emitió palabra. Mosquera, tampoco. Trelles fue crítico. Américo Quintana, que fue parte del gabinete, dijo que no se sentía responsable por los desaguisados que se expresaron durante la extensa sesión, que tuvo como los más críticos a Mónica Otero, Ariel Ramanzini, Sergio Rosa, Gerardo Pelletier y Mario Barbieri.
Rechazo unánime
Más allá de las diferencias en relación a si se podía o no dividir el ejercicio -Cambiemos aprobó las cuentas de los 20 días de Salazar en 2015-, las críticas fueron compartidas.
“Hay un aumento de 50 millones de los recursos percibidos en relación a lo previsto. 59 millones son de recursos afectados. De esos, el municipio desvió 33,5 millones para sueldos”, dijo Mónica Otero y cuestionó a Giovanettoni: “Del Fondo Educativo, 14,6 y del Fondo Sojero 18,9, que sólo podían ejecutarse para lo definido”.
Indicó que el extitular del ejecutivo utilizó más del 72 por ciento de los ingresos percibidos durante el año en sueldos y reveló: “Al 9 de diciembre había un descubierto de 27 millones y en la caja había sólo 3.980 pesos. El Ejecutivo sólo estaba autorizado a un descubierto de 12 millones”. Todo ello le valió críticas de Roberto Borgo (ver aparte).
“Estamos convencidos de que no se respetó el presupuesto original, hubo desviaciones”, señaló por su parte Ariel Ramanzini y analizó: “Nuevamente se cometieron los mismos errores, la misma política, a pesar de que se trataba del primer concejal de la lista del intendente renunciante”.
Estimó la deuda “en alrededor de 100 millones de pesos” y señaló que “no se ha efectuado un control estricto sobre las horas extras, que calculamos en 11 mil por mes. En qué tareas, no lo sabemos”.
Reveló que un médico que revestía carácter temporario, a quien identificó como “legajo 1521” -es el profesional despedido por Salazar y Herbas, Emanuel Piombetti-, quien cobró más de 81 mil pesos por guardias de reemplazo que superaron en abril la cantidad de días que tiene el mes.
El médico estaba de vacaciones cuando La Opinión intentó consultarlo, por lo que no tenía acceso a sus recibos de sueldo. Aun así, estimó, como otras fuentes, que el exceso podía estar relacionado con el pago a profesionales no registrados, es decir que están en negro, otra irregularidad del gobierno anterior.
Los regalitos de Fabio, capítulo II
En marzo pasado, La Opinión reveló que el Jefe Comunal suplente dejó varios “regalitos” en diciembre. Faltaba, para ese momento, la publicación de los decretos anteriores.
En esa publicación figuraban el nombramiento de políticos en planta, como Adalberto “Festuca” Álvarez y Adolfo Benincasa; la cobertura de todas las jefaturas disponibles, como la que le otorgaron al exsecretario legislativo Matías Chaves; y otras bonificaciones y categorías sospechadas de estar vinculadas a la campaña.
En la sesión, el concejal Pelletier se preguntó “quiénes son los gorilas” tras acusar: “Metieron gente por la ventana, con las categorías más altas, cuando hay empleados que están hace 25 años con la misma categoría”.
Es que pasadas las elecciones Primarias que perdió con Julio Pángaro, Fabio Giovanettoni firmó una gran cantidad de decretos en los que nombró personal en planta permanente, otorgó categorías a empleados y bonificaciones varias.
Quien lea los nombres, publicados en los boletines oficiales, notará que hay mucho, demasiado, vinculado a lo que podrían haber sido “favores políticos” tras la fallida campaña del concejal que se hizo cargo del Ejecutivo tras la renuncia de Pablo Guacone y que soñó quedarse en el sillón por el voto popular, como su antecesor.
A juzgar por las críticas que recibió el jueves en la sesión en la que se ventilaron los números de la Rendición de Cuentas que los concejales rechazaron y criticaron sin ambages, las similitudes con Guacone fueron otras.
Una Jefa de Departamento en Salud con categoría 23 y jornada laboral de 48 horas más bonificación por función de 60; un Jefe de División para Mantenimiento del Hospital con el mismo beneficio pero del 20 %; y otro igual, pero con el 60 %, en seguridad del nosocomio.
Todos, claro, designados retroactivamente al 01 de agosto, antes de las elecciones, cual promesa. Las “bonificaciones por función (BPF)” son consideradas “irregulares” por el gobierno actual, ya que “cobran por hacer su trabajo, no deben tener premio por ello”.
Otra Jefa de Departamento fue nombrada en Patrimonio, con categoría 23, 48 horas (para cumplirlas debe trabajar 10 horas de lunes a jueves y 8 los viernes), con 20 % de BPF.
Otro, categoría 21, con 48 hs. y 20 BPF aparece en Compras; hay otro igual, pero con 75 % de BPF.
Según quien repase la campaña, hay quien dirá que eran “todos amigos de la casa” o, mejor dicho, de quienes ocupaban la casa por obra y gracia de la rosca política, porque ni siquiera habían ganado las elecciones para gobernar.
Nombraron personal antes de irse
El funcionario Ángel Álvarez también fue premiado: lo designaron Jefe de Departamento categoría 23 con una jornada laboral de 48 hs semanales más una bonificación del 60 %.
La Trabajadora Social Florencia Cuesta dejó la Dirección de Políticas Sociales para ser “Personal Profesional CMH, Temporario Categoría 11 Asistente S/Función c/48 hs. Semanales”.
También hubo premios para personas cercanas, nombrada una Salud y dos Desarrollo Social como personal jornalizado el 1 de noviembre, y otro, de reconocida militancia kirchnerista, retroactivo al 1 de octubre con un cargo docente.
También hubo varios “decretos de ayuda social con contraprestación de trabajos”, de esos que Macchia consideró en un momento que encubrían trabajo municipal y cuya asignación quiso modificar para que cumplan tareas en empresas y comercios, sin éxito entre los empresarios locales.