Con la mira en Río de Janeiro
Pasados los Juegos Olímpicos de Londres Julio Alsogaray bajó el nivel de entrenamiento, volvió a San Pedro para reencontrarse con su familia y dialogar con La Opinión sobre cómo ha sido este año y de qué modo trabajará durante el próximo período, pensando en Río de Janeiro.
Después de ocho meses de entrenamiento intenso y de dos semanas en Londres, donde participó de su segundo Juego Olímpico, la estadía de Julio Alsogaray en San Pedro parece ser un paréntesis entre tanta adrenalina. El paso obligado por el Club Náutico donde se formó como deportista despierta la admiración de quienes se encuentran en el lugar y susurran al verlo pasar, o se imaginan que en algún momento podrán igualarlo o al menos intentarlo.
“Es un largo proceso llegar a ser un deportista olímpico”, asegura Julio Alsogaray, recuerda todos los torneos en los que participó y repasa cada una de las categorías en las que compitió. El yachtman sampedrino marca el Mundial de Optimist del ‘92 como el punto de partida de una carrera que se condecoró con medallas, trofeos y diplomas.
Dialogar con un deportista olímpico amateur hace que la conversación muchas veces gire en torno a un único tema. Interesa a muchos saber cómo un joven que se crió a orillas del río Paraná, un día navegó por Wheymonth, Río de Janeiro, Santo Domingo o cualquier otra ciudad del mundo donde la bandera argentina siempre fue el estandarte y el orgullo sampedrino de portarla. “Siempre representé al país en Optimist o en Laser pero un Juego Olímpico es a lo que uno siempre aspira llegar”, expresó Alsogaray demostrando que, una vez más, será difícil alejar el diálogo de la única competencia que logró que todos los sampedrinos se mantengan durante horas frente al televisor, pregunten por qué lo descalificaron de la séptima regata o transformarse en fanático del yachting del día a la mañana.
El hecho de haber participado tanto en los Juegos Olímpicos de Beijing como en los de Londres obligan a Alsogaray a hacer una comparación lógica para luego comentar: “En esta oportunidad llegué mucho más tranquilo y con muchísima más experiencia. El del 2008 fue mi primer Juego, tenía ganas de tener esas vivencias, fue una experiencia espectacular, gané un diploma olímpico y me lleve un lindo sabor”, dice para luego agregar: “La verdad que ahora estaba muy bien, pero deportivamente no cumplí mis objetivos” y lamentó haber quedado a un paso de la Medal Race. Alsogaray finalizó en la undécima posición entre más de 40 timoneles.
Los panamericanos
el mejor recuerdo
La imagen de Julio Alsogaray festejando dentro de su barco mientras el resto de los representantes de la delegación argentina lo llevaba en andas e ingresaban a la zona de premiación se ganó la portada de todos los periódicos el 22 de octubre del 2011. “Los Juegos Panamericanos de Guadalajara me dejaron los mejores recuerdos deportivos y emocionales”, indicó el sampedrino y señaló la obtención de la medalla de oro como algo único: “Tenía siete rivales de lujo y logré subir al podio en el primer lugar”, resaltó.
En los torneos continentales que se disputaron en Río de Janeiro en 2007 Julio ya había dejado su huella cuando consiguió el tercer lugar abrazando la medalla de bronce.
Volver a una cancha conocida
Alsogaray adelantó a La Opinión que ya investigó “la cancha de la regata de Río de Janeiro” e indicó que ya la conoce por los Juegos Panamericanos que se disputaron allí hace cinco años. “A Río vamos seguro”, aseguró y señaló que todo el tiempo está pensando en entrenarse, prepararse y destacarse para volver a representar a Argentina. en un Juego Olímpico.