Con la inseguridad en la espalda, Giovanettoni pidió ayuda a la Provincia
El intendente se reunió con la cúpula policial ante la cantidad de hechos registrados, la violencia empleada y las dificultades que tiene la ciudad para bajar el índice de delitos, que recrudece cada vez. El Ministro de Seguridad habló con el Jefe Comunal luego de que éste reclamara públicamente. Tras inaugurar el Centro de Monitoreo, el Gobierno local adeuda el prometido Polo de Justicia. La falta de recursos para las policías de prevención, investigación y científica son sorprendentes.
El intendente municipal convocó el lunes a una reunión de urgencia con la cúpula policial luego de una serie de hechos que azotaron con fuerza inusitada la seguridad ciudadana en un territorio cuyos índices delictivos crecen sin que haya respuestas desde el punto de vista social o punitivo. El salvaje asalto al matrimonio Parra en la zona de La Celina puso en alerta roja todos los sensores del funcionariado oficialista y opositor. Todos saben que sin soluciones para la seguridad las elecciones son sólo un paso para más problemas.
San Pedro alimenta las estadísticas de delitos del Departamento Judicial San Nicolás, que abarca esa ciudad, Ramallo, Baradero, Capitán Sarmiento y Arrecifes, y por sí sola cubre un espectro que la excede.
Giovanettoni salió de esa reunión –a la que no asistió el Jefe Distrital Juan Monje, cada vez más ausente de sus invisibles funciones– y salió exaltado. “Este intendente va a estar siempre acompañando el buen desempeño de la policía, los fiscales y los jueces de garantías, pero que la comunidad sepa que será el primero en reclamar cuando ese desempeño no sea bueno”, había dicho el jueves cuando inauguró el Centro de Monitoreo (ver página 4).
De la reunión al reclamo público
“Lo importante es que el gobierno de la provincia, al que adhiero, dé respuestas, que no las hemos tenido en este último tiempo”, se quejó el intendente, quien recibió luego el llamado del Ministro de Seguridad provincial Alejandro Granados.
En su exposición ante la prensa, el Jefe Comunal sostuvo que tiene “la tranquilidad de que el municipio está haciendo todo lo que tiene que hacer” y disparó: “Lo que resta es que la provincia, mi provincia, se ponga los pantalones largos”.
Giovanettoni les pidió el lunes a los jefes policiales detalles del funcionamiento de sus dependencias a cargo. Escuchó sus reclamos pero impuso exigencias respecto de lo que considera que debe hacerse. La denominada “interna” que no falta en ningún lugar de la provincia sobrevoló esa reunión.
A Granados le pidió que haga los aportes prometidos y quedó a la espera de respuestas “a muy corto plazo” respecto de la cantidad de efectivos. Todavía restan seis de los 18 prometidos tras el Operativo Sol y, peor aún, hay una demanda para la Comisaría de la Mujer, que necesitará unos trece policías que, ante la falta de envío de personal por parte del Ministro, deberán salir de la propia Comisaría. Casi una utopía. “Espero que ahora las cosas se hagan bien, exijo que se den las respuesta en cuanto a las necesidad de San Pedro y apoyar el buen accionar de la policía, y de no ser así generar y pedir los cambios que correspondan”, dijo el intendente al salir de la reunión.
Los reclamos vienen de lejos
Giovanettoni asumió como interino y tuvo dos marchas multitudinarias que reclamaron seguridad. Por esos días comenzó a tener contacto con Granados. Estuvo reunido con él en la Departamental La Matanza y hasta fue a visitarlo a Mar del Plata, donde además de concurrir a un acto pudo tener un encuentro a solas con el funcionario provincial.
Sin embargo, cuatro meses después de la última marcha, la problemática en San Pedro es similar o más grave y la falta de respuestas del Gobierno provincial es notoria, como notorio fue el reclamo de Giovanettoni dos días después de reunirse con el Secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, aunque todos en el gabinete repitan que fue “casualidad”.
El intendente volvió a hablar el lunes con el Ministro pero no atendió los llamados de La Opinión para saber los resultados de esas comunicaciones. El Secretario de Gobierno Martín Baraybar dijo que “Granados es de los ministros con que mejor relación tenemos” y que “se puso a disposición” para resolver los reclamos y demandas de la comunidad local. Lo que no dijo es que el vínculo con esa cartera siempre estuvo más cerca del teléfono de un empresario amigo que del poder político y que esa relación se impone desde le gobierno de Guacone.
Desde el municipio hay reclamos respecto de la falta de móviles y de personal, de recursos en general, de equipamiento y tantas otras necesidades de la policía, tanto de la de seguridad como de la de investigaciones y la científica.
Hasta el momento, sólo ha recibido cumplimientos parciales de las promesas, lo que no sólo genera dificultades sino erogaciones mayores para las flacas finanzas locales. En síntesis, aquello que el ciudadano paga con sus impuestos a la provincia no se devuelve en seguridad; se paga doble con donaciones permanentes desde el poder local y las empresas dispuestas a comprar nafta para los patrulleros o papel para las impresoras que datan “del año de ñaupa”, como le gusta decir a un gaucho que trabajó mucho para la llegada de las fiscalías a San Pedro y que hoy reclama justicia junto a las entidades intermedias.
El Ejecutivo dispuso la reparación de móviles policiales que no estaban dentro de sus responsabilidades habituales. “Estamos poniendo mucho dinero porque la problemática existe y debemos colaborar”, repiten los funcionarios en el Palacio pero no dejan de admitir su preocupación porque el número de policías asignado al distrito no es el que está en la calle, porque “hay carpetas médicas” pero también porque “la cantidad de efectivos prometida no llegó”.
El Foro también quiere respuestas
Consultado para esta página, el Presidente del Foro de Seguridad Juan Gutiérrez manifestó su preocupación por la creciente cantidad de hechos delictivos. Por ello, junto al Centro de Comercio pidieron una reunión con la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante, que tendrá lugar este miércoles a las 10.00 de la mañana.
Gutiérrez y Biscia expondrán a los concejales la necesidad de hacer gestiones para la instalación definitiva de una sede de Policía Científica en la ciudad, que permita la asignación de personal y recursos para esa área fundamental para el esclarecimiento de delitos (ver aparte).
Además, están preocupados por la falta de novedades respecto del anuncio del Gobernador Daniel Scioli de la instalación en cada distrito de una Dirección Distrital Antinarcóticos (DDA), especializada en temas relacionados con el narcotráfico, modalidad delictiva creciente en el país, la provincia y la región, con la proximidad de los carteles de Rosario y la denominada “ruta de la cocaína” a la que San Pedro no es ajena.
“Se necesita un espacio físico, hoy todavía hace falta la decisión política, cuando el intendente diga que el lugar está listo, la Provincia lo manda”, dijo Gutiérrez y chicaneó: “Los carteles los podemos poner en cualquier lado”.
Es que el intendente mandó a poner un cartel en la casona 1830, en la esquina de Mitre y Liniers, donde dice que “mejor que prometer es cumplir” y que allí “próximamente” funcionará un “Polo de Justicia” del que todavía no hay mayores novedades, a pesar de que el cartel fue puesto para que a principios de abril Giovanettoni pudiera hacer el anuncio en el marco de su mensaje anual ante el Concejo Deliberante.
“El tema es complicado, acá todos miran para el costado y con excepción de la locura que mostró ayer el intendente, nunca se vio profundización de los temas, nos la pasamos de parche en parche y llega un momento en que la cámara de la bicicleta no da para más”, dijo Gutiérrez sobre la situación de seguridad.
La casona 1830 y el ex Jardin Frutillitas, propiedad del empresario Alejandro Monjo, iba a ser alquilada por una suma que rondaría los 25 mil pesos mensuales y había que hacerle una serie de arreglos para que pudieran funcionar las dependencias policiales y judiciales que la tenían como destino.
“Nosotros habíamos planteado el tema del edificio de Belgrano, donde podría invertirse y poner todo el dinero que haya que poner y no es alquilado. Uno ve las cosas desde afuera y quizás desde adentro se ven de otra manera”, señaló el Presidente del Foro de Seguridad.
Movimientos a la espera de cambios
Juan Monje brilla por su ausencia y por el aceite que luce en su musculoso cuerpo. Ya obtuvo el ascenso que vino a buscar, por lo demás descansa tranquilo. El Gobierno ya hizo saber al Ministerio su descontento con el reemplazo de Paolini, al que todavía las instituciones extrañan por su educación y por su eficacia. Gallo, que lo tuvo de jefe, busca anotar porotos con parte de su estilo: trata de estar en todos los lugares que puede trabajando a destajo.
Bonachera no da señales de vida y ni siquiera hace como Monje, que si bien tampoco aparece por lo menos llama cada tanto para ver cómo está todo.
En Santa Lucía los vecinos habían pedido reemplazo del titular del Destacamento y la zaranda dejó afuera a otros dos policías.
Además, hubo cambios de personal en la Rural y en el destacamento policial quedó de titular el subcomisario Mario Trelles.