Con la esperanza de la clínica de Sadiv y el pesar de la San Martín
La crisis sanitaria de la ciudad comenzó con el cierre de las Clínicas Belgrano y Pellegrini y se agravó con los sacudones que les dieron a los Centros de Salud y el Hospital. El crecimiento demográfico y las debacles económicas hicieron insuficiente la atención que se brinda en la ciudad actualmente. El futuro incierto de la Clínica San Martín que sostiene su lucha gracias a las trabajadoras que no abandonan el lugar. El oasis que se vislumbra en el horizonte se llama Clínica de Sadiv, que inaugurará en el primer trimestre del 2017.
La década del 90, no fue para los sampedrinos buena en materia sanitaria. Del resplandor de tener cinco centros asistenciales como la Clínica Belgrano, la Pellegrini, la San Pedro y la San Martín, además del Hospital Subzonal, llegamos a tener solo dos en funcionamiento pleno, desatando una crisis sanitaria pública y privada que no tiene vías de solución en el corto plazo. El crecimiento demográfico, el deterioro producto de las crisis económicas e institucionales, las malas decisiones y la desidia gubernamental y privada hicieron que la salud en nuestra ciudad disminuyera en calidad y cantidad de prestaciones.
La esperanzadora posibilidad de que la Coopser adquiriera la Clínica San Martín, abrió una línea de solución de dos problemas urgentes y que no están en la agenda de los que toman decisiones importantes, solucionar una parte importante de la crisis sanitaria y asistencial y darle cobijo y estabilidad al medio centenar de familias que quedaron en vilo desde que los dueños del centro asistencial privado se retiraron del lugar dejando en un triste estado de abandono a los empleados que resisten pese a todo y todos.
La luz de esperanza que se abrió al final del túnel, recién llegará sobre el final del primer trimestre de 2017 y tiene nombre y apellido, Clínica de Sadiv.
El sueño derrumbado
La situación institucional y financiera de la Clínica San Martin detonó en los últimos meses, pero se fue incubando durante años. Con problemas en cómo y cuándo abonar los sueldos correspondientes del medio centenar empleados que se desempeñan en el sanatorio, los dueños eligieron abandonar el lugar, generando conmoción y desesperación en aquellos que han dejado una vida dentro de la Clínica.
“No hemos tenido ninguna reunión, novedades no hay, aparentemente están en negociaciones, pero nosotros firmes no tenemos nada, seguimos a la espera. Vino un Directivo, el Doctor Duffard, nos dijo algo, pero firme nada. Nosotros seguimos en la Clínica, cumpliendo horario y trabajando las 24 horas, porque es nuestro lugar, estamos a la espera de alguna solución. La semana pasada nos dieron 800 pesos a todas las que trabajamos del mes de abril. No sabemos qué es lo que cobramos porque no tenemos recibos de sueldo desde noviembre” explicó Patricia, una de las empleadas que está sosteniendo la lucha para que la institución no desaparezca definitivamente.
“Vamos a tratar de soportar todo lo que podamos, somos un grupo unido, queremos una negociación, charlar con los directivos, pero ellos no se acercan. Nosotras estamos dispuestas a todo, como siempre lo hemos estado, vamos a seguir estando en la Clínica. A veces las fuerzas van decayendo, pero nos vamos sosteniendo y levantando y sobre la marcha vamos viendo que se puede hacer. Hay días que se prende esa lucecita de que están negociando y no perdemos la esperanza de que la Clínica vuelva a trabajar y la población tenga este lugar abierto para todos” agregó Patricia.
El sueño hecho realidad
En la vereda de enfrente, está un sueño que viene cumpliéndose de a poco, pero a paso firme, la posibilidad de que Sadiv tenga finalizada su Clínica en el primer trimestre del 2017 está muy cerca. Cuando se apaga una luz, pareciera que se enciende otra.
La primera etapa del Sanatorio, que aún no tiene nombre definido, será inaugurada en 2017 y afirman que ya tienen todos los elementos y aparatología adquirida y pagada, esperando en un depósito para poder colocarla. Carlos Vitale, la cara visible de la institución, indicó: “Va a ser el centro asistencial más importante de la región. Por calidad y cantidad de prestaciones. Esto es como un sueño cumplido. Es una forma de devolverle algo a la sociedad que le ha dado tanto a Sadiv”.
La imponente construcción comenzó en noviembre de 2012 y será finalizada totalmente a fines de 2017, cinco años separan el sueño de la realidad. El número final de la inversión es astronómico y es difícil calcular teniendo en cuenta los cambios bruscos en la economía de nuestro país, pero desde la Asociación indican que fue realizada íntegramente con fondos propios. Solo solicitaron un préstamo de 15 millones de pesos al Banco Provincia para comprar aparatología y lo están devolviendo mes a mes.
Hay un detalle que explica la magnitud de la inversión que llevan adelante. El resonador que instalarán, cuesta la “friolera” de 1 millón de dólares.
“Toda la inversión está solventada con fondos propios, con el superávit que mes a mes aporta Sadiv. Por eso nos costó tanto hacerla. Solo pedimos una parte al Banco Provincia que lo estamos devolviendo, lo demás, todo nuestro” explicó Vitale.
En el medio, la nada misma
La reactivación de la Clínica San Martín podrá darse en el corto, mediano o largo plazo, o no darse nunca, aunque su puesta en funcionamiento no resolverá el problema de fondo que tiene la sanidad en la ciudad. La inauguración del nuevo establecimiento de Sadiv, tampoco resolverá la cuestión de fondo, pero le aportará mayor cantidad y calidad del servicio sanitario.
Los Recursos Humanos necesarios
Ante la magnitud del establecimiento sanitario, se plantea la pregunta obligada, ¿Cuánta gente va a trabajar? Según indican desde Sadiv, con la obra finalizada en un ciento por ciento, serán más de 100 puestos los que ocupen entre personal médico, administrativo, de enfermería y mantenimiento, entre otros, los cuales se ocuparán mediante concurso de aspirantes. Según tienen estipulado en el proyecto inicial, la clínica, en pleno funcionamiento, tendrá el flujo apto de circulación, entre todos sus niveles y especialidades, de más de 1500 personas diarias.
Las especialidades y el equipamiento que tendrá el Sanatorio
La Clínica tendrá la clasificación “D” en el nomenclador que regula a los Centros Sanitarios, uno de los más complejos y equipados, según la escala. La primera parte estará inaugurada en el primer trimestre de 2017 y contará con los siguientes servicios: 12 consultorios para atención médica, entre los que se incluyen pediatría; diagnóstico por imagen, resonador, tomógrafo, rayos X, mamógrafo, densitometría, medicina nuclear, 2 ecógrafos, (uno será usado para obstetricia y el restante para cardiología), odontología con un sector para realizar cirugías, laboratorio de alta complejidad, bacteriología, vacunatorio pediátrico y de adultos y consultorio de oftalmología.
Además de la prestación de los servicios de buffet, sala de espera General y Pediátrica con juegos, servicio de ambulancia de alta complejidad y neonatología.
La segunda parte del nosocomio, estará en funcionamiento a fines de 2017. Serán 70 camas con comando electrónico en el sector internación divididas en piezas dobles, simples y en suite. Terapia intensiva y unidad coronaria con 10 habitaciones individuales. Estará la guardia general y guardia pediátrica con atención de 24 horas, shock room y triaje, internación de guardia, seis puestos de neonatología, control del nacimiento, lactario, servocunas, puericultora, hemodiálisis, diez puestos de quimioterapia, servicio de control de infecciones, rehabilitación y traumatología con una pileta climatizada, salud mental, neonatología, angiógrafo, tres quirófanos inteligentes y uno exclusivo para cesáreas, sala de parto y preparto y servicio de esterilización.