Con el agua al cuello llega la draga
El conflicto portuario parece llegar a su fin. Esta situación dejó ver varios aspectos que hacen pensar en errores en el funcionamiento del puerto. El espacio es utilizado por un solo agente marítimo que estuvo a punto de irse. ¿Se trata de monopolio?, ¿Puerto público o privado?
La semana pasada, la bajante extraordinaria del río Paraná expuso una de las situaciones límites sobre las que el puerto debió atravesar. Aunque haya algunas versiones entrecruzadas acerca de lo que realmente pasó, en el medio quedaron centenares de familias que angustiadas esperaban una solución al problema económico y de irresponsabilidad que entre el puerto, el gobierno de la provincia y los operadores del sector debieron evitar y luego solucionar.
Desde que en 2007 se realizaron los trabajos de dragado en el puerto local, las complicaciones comenzaron a aparecer. Desde la Agencia Marítima Saliva informaron al Consorcio sobre problemas en el trabajo realizado y sus posibles consecuencias. Pero nunca nadie, desde esa etapa hasta la actualidad, se preocupó por investigar qué fue lo que pasó. ¿Alguien desvió fondos de los destinados para el trabajo?, ¿Fue una inoperancia de la empresa que hizo el trabajo?, ¿Estuvo mal realizado? Para estas preguntas debe haber respuestas. Por lo pronto, el Presidente del Consorcio de Gestión del Puerto local, Mariano Veiga, dijo que desde la Provincia aseguran que el trabajo estuvo bien hecho, pero sin embargo los miembros de la Agencia Maritima rápidamente informaron los errores.
Algunos centímetros
Es natural que haya una importante bajante del río en una determinada época del año, pero cada vez que eso sucedía no era tan considerable como para poner en jaque el funcionamiento y la seguridad del puerto, arriesgando la entrada y salida de los buques. Las batimetrías realizadas en el puerto local indicaban que había puntos claves con casi dos metros y medio menos de lo que se tendría que haber realizado originalmente. Eso, sumado a los centímetros (0,60) que se deben restar por la medida de seguridad llamada “pie bajo la quilla” y el agua, originan un problema nuevo.
El conflicto que explotó la semana pasada ya tiene su primera víctima y es el buque que este fin de semana tendría que haber ingresado al puerto y que finalmente irá a un puerto vecino.
A contratiempo, la solución
Cuando llegó el agua a su nivel más bajo y la solución era ponerse en acción o resignar más trabajo, todas las partes se pusieron a trabajar en una pronta llegada de alguna draga que pudiera aunque sea eliminar el conflicto en las zonas claves y llevar todo el lecho del río a ocho metros. Es por eso que desde Veiga y hasta Saliva realizaron llamados, gestiones y reuniones con empresarios y autoridades. Dos eran los objetivos urgentes: conseguir el permiso por parte de la prefectura para que se dé permiso de bajar el pie bajo la quilla y por otro lado el de conseguir la draga y los fondos necesarios para pagar el trabajo.
Multimar opina
El representante de la empresa operadora Multimar, que trabaja en el puerto con NYK, Mike Ryan, dialogó con La Radio y explicó lo que sucedía. Comentó que, a pedido de las empresas que representan, no podían continuar trabajando en la terminal portuaria de San Pedro hasta que no se garantizara la correcta operatividad, sin poner en jaque la seguridad de las cargas, los buques y la pérdida de dinero.
Sin embargo, Ryan remarcó que no se irán de la ciudad y que es algo pasajero, ya que es importante, reconocida y de buena calidad la forma de trabajo de los empleados especializados en la ciudad. En la nota, además, comentó que esta situación fue la que llevó a tomar la decisión de desviar el rumbo del próximo buque y los hace analizar si llegará el buque anunciado para el 28 ó 29 de Mayo a la ciudad. Desde el Consorcio y la Agencia Marítima dicen que harán lo posible para que se pueda realizar lo pactado.
La intervención de las partes
Cada uno de los directamente interesados mostró una rápida acción ante el conflicto. Sin embargo, vuelve a plantearse el paso entre la intervención por interés propio y la intervención con dinero propio. En la actualidad el puerto se encuentra prácticamente privatizado, ya que es una sola la agencia que opera en la Terminal local. Si bien esa empresa ha elevado ampliamente el nivel de trabajo, la oferta y el funcionamiento del sistema y las instalaciones, muchas veces se ha debatido sobre la participación de los que a través del puerto obtienen una buena tajada de dinero.
Con el conflicto, el Consorcio debió rápidamente solucionar con dinero propio un problema que lo podría dejar sin operador. Igualmente, volvió a ser parte de los comentarios en el ambiente del puerto la falta de compromiso y ayuda de las empresas que operan exclusivamente en el puerto. “Si no hacemos esto, Multimar se va a otro puerto, como puede ser el de Campana y listo. Si total hasta le conviene económicamente”, se sinceró un gran conocedor del negocio.
“La calentura” por llamarlo de alguna manera, hizo que varios expresaran su enojo por lo que dicen son intereses distintos. “Ellos son Gobierno, la gente no sabe cómo es esto. Desde 2007 les venimos diciendo que la obra está mal hecha y que esto nos iba a pasar, por qué no lo solucionaron antes” afirmaron. Mientras tanto, desde otra parte, sostienen que las empresas involucradas están más preocupadas en los ingresos económicos que perderían, que en las familias que se quedarían sin empleo.
Multimar y Terminal Puerto San Pedro son hoy, prácticamente, los únicos dueños del puerto, mientras que el Consorcio, como representante de la Provincia, por ende del pueblo, lo único que puede hacer es invertir y asegurar que ellos puedan trabajar. Del otro lado, la Agencia Marítima queda en el medio de un conflicto anunciado pero poco escuchado. Situaciones como estas traen fantasmas del pasado y lamentos del presente. No falta quien recuerde: “¿Por qué le dijimos que no a Arcor?”.
Esperando la Draga
El dragado que corresponde lo debe autorizar y enviar el Gobierno provincial y demorará su tiempo. Por lo pronto, se acordó que ante la emergencia por la importante baja vendrá una draga más pequeña para socavar los puntos sobresalientes del lecho del río que no permiten la operatoria de barcos. Ese trabajo costaría entre 70 y 100 mil pesos. La draga estaba prometida para ayer, pero se demoró porque en la ciudad de Dolores, donde se encuentra, llovió mucho y no se la pudo transportar vía terrestre. Al cierre de esta edición se esperaba que en estos días llegue la maquinaria para dragar, pues ya se recibió la autorización del ente estatal correspondiente para el volcado del barro que se extrae hacia la zona de islas.