Como no lo pudieron operar, le suturaron los orificios y lo mandaron a la casa
Un hombre de 50 años fue internado en el sanatorio Coopser para una laparoscopia de vesícula. Le hicieron cuatro orificios, pero no lo operaron porque “se quedaron sin gas”. Desde la clínica prefirieron no hacer declaraciones al respecto. La familia llevará el caso a la Justicia.
Un hombre de 50 años que tenía que ser sometido a una laparoscopia para que le extirpen la vesícula por cálculos biliares no pudo ser operado porque la clínica en la que se atendía se quedó sin el gas necesario para expandir el cuerpo en el proceso quirúrgico, a pesar de que ya le habían hecho los cuatro orificios en el abdomen que amerita esa práctica médica.
“Lo durmieron, lo intubaron, le hicieron los cuatro agujeros, una hora después me manda a llamar el médico y me dice que tuvieron que suspender la operación porque se quedaron sin un gas especial que usan para la operación”, contó su esposa este sábado en Sin Galera.
El paciente fue internado el 13 de marzo en el Sanatorio Coopser. Una vez anestesiado y con los cuatro orificios listos, le dijeron que no podían operarlo al percatarse que no había gas en el tubo que tenían preparado para la intervención. El tema se puso peor: “El de repuesto también estaba vacío y no quedó otra que cerrar los puntos y suspender la operación”, contó la señora.
“Hablé con una de las chicas de recepción. ‘Nosotros no podemos sacudir los tubos para ver si tienen carga’, me dijeron. El único que dio la cara fue el médico”, relató Verónica, esposa del paciente, a quien le dijeron que debía esperar a que las heridas cicatricen y someterse nuevamente al proceso. Agregó que el Dr. Juan José Salgado, el exdirector del Hospital y cirujano, estuvo a cargo del pedido de disculpas cuando salió del quirófano.
“Nos dijeron que teníamos que hablar con un señor Silva, pero lo buscamos por todos lados y no lo pudimos encontrar”, dijo en relación a las quejas que no pudo presentar.
La Opinión consultó este sábado al gerente de la clínica Coopser, Oscar Silva —síndico suplente de la cooperativa, además—, quien prefirió no hacer declaraciones sobre el caso.
“Elegimos la clínica de la Coopser porque tenemos obra social”, contó Verónica y agregó: “Ahora cicatrizó, le sacaron los puntos y le quedaron las marquitas. Era su primera cirugía en 50 años, ahora no quiere operarse de nuevo, pero en algún momento se va a tener que operar”.
El lunes, Verónica confirmó que está en busca de un abogado para interponer acciones legales contra el sanatorio por lo sucedido. El sábado, cuando contó la historia en el programa, llamó la atención que dijera que varios letrados a los que consultó no querían hacerse cargo de su patrocinio.
Desde que hizo público el caso, nadie de la clínica se comunicó con ella o con su esposo. “Decidí que voy a buscar un abogado, dado que no somos nosotros los equivocados”, aseguró.
Unas horas de enfermería
La semana pasada Coopser informó que desde el lunes pasado amplió el alcance de la cobertura de enfermería que los socios pagan a través de su adhesión a los servicios sociales que la cooperativa brinda.
“Se ha establecido un convenio mediante el cual se brindará atención a los asociados adheridos en el Sanatorio Coopser, en los horarios complementarios al funcionamiento los centros ya conocidos”, informaron.
La cooperativa aclaró que “sólo se podrá acceder a la atención en el sanatorio cuando los gabinetes del servicio se encuentren cerrados”, es decir “de lunes a viernes desde las 19.00 hasta las 7.00, y los fines de semana y feriados las 24 horas". “Para acceder a esta cobertura, se requerirá la misma modalidad y tipo de prácticas, presentando DNI y orden médica autorizada”, explicaron.
Así, por primera vez los socios de la cooperativa tienen un beneficio que se desprende de la gestión que todos los sampedrinos que tienen un medidor de electricidad asumieron a través del Consejo de Administración de Coopser. Aunque sea por un rato.