¿Cómo fue tu infancia, Silvio Velo?
Juanita Lafalce tiene 11 años y es alumna del colegio San Francisco de Asís. Un sábado vino a La Opinión y Sin Galera, se quedó toda la mañana y planificó una serie de entrevistas con adultos, para saber sobre su infancia y compararla con la de los chicos de hoy, como ella. Para esta segunda entrega estuvo en la casa del mejor futbolista no vidente del mundo, Silvio Velo. Además, esta vez redactó la nota ella misma.
– Por Juanita Lafalce
Silvio Velo, de 47 años de edad, es el capitán de Los Murciélagos, la selección argentina de fútbol para ciegos, que recientemente salió subcampeona en el Mundial de España. Tuve el orgullo de entrevistarlo y conocer más sobre su infancia.
Silvio nació en San Pedro, en una familia muy humilde y numerosa, de 13 hermanos, en el Barrio Las Canaletas. Me contó que “a lo que más jugaba era al futbol, mi gran pasión desde chico”, dijo. No ver no lo limitó para andar en bicicleta, jugar a la mancha, a la escondida y pescar. “Lo que te imagines hice, tuve una infancia muy linda, el amor de la familia siempre estuvo”, relató.
Su juguete favorito, por supuesto, era la pelota, un juguete que es lindo para compartir. "No había muchas pelotas en el barrio, así que con aquel que la tenía éramos todos felices jugábamos al futbol", señaló. Le pregunté si le hacían bullying: “No sé, no conocía esos términos de chico. Yo jugaba”, dijo.
Le pregunté si soñaba con ser jugador, el mejor jugador de fútbol. “Soñaba con ser un jugador de fútbol, pero no sabía cuándo, ni cómo, ni dónde”, contó. Ese era el deporte con el que el soñaba y el fútbol era todo para él, aunque sea un deporte visual.
Quise saber si alguna vez dudó de alcanzar ese sueño: “No. Una vez que supe que iba a poder ser un jugador de futbol, no. Me puse a trabajar con respecto a eso, para lograr ese sueño que yo tenía, porque de eso se trata ¿no?, uno cuando tiene un sueño, lo tiene que perseguir hasta alcanzarlo”, aseguró.
"Sabiendo que en el camino se encuentran un montón de obstáculos, un montón de barreras, pero bueno ese es el gran desafío y es hermoso encontrarte después con lo que vos habías soñado. Cuando a los 10 años descubrí que las personas ciegas jugaban al futbol con pelota con sonido, dije: 'Lo que soñaba de muy chico que era jugar al fútbol, lo voy a poder hacer'", agregó.
Hoy en día, ¿cómo te manejas con la tecnología?, le pregunté: “Muy bien, la verdad es que la tecnología por suerte no nos dejó afuera, porque si no hubiese sido terrible”, contestó. Se lleva bien tanto con la computadora como con los sistemas que hay.
La mayoría de los programas que hay son hablados, así que está constantemente conectado con el mundo. Me contó que con su teléfono maneja todas la redes sociales, tiene Facebook, Instagram, Twitter. Lo que maneja cualquier persona él lo puede hacer.
¿Te costó adaptarte a la tecnología?, le pregunté. “Sí, todo cuesta. Más para una persona que no ve, muchas veces te cuesta, pero no yo creo que me pude acostumbrar, también considero algo necesario, que te tenés que acostumbrar sí o sí, porque es lo que hoy manda, uno elige y yo lo elegí, por mi trabajo por mi familia, por mis hijos y me pude adaptar rápidamente”, dijo.
¿Qué mensaje nos podrías regalar a nosotros, los niños de esta generación?, le dije: "No claudicar. Cuando tengan un sueño, un objetivo, hay que ir por él, sabiendo que nada es fácil, siempre vas a encontrar un montón de obstáculos entre lo que yo quiero y lo que querés lograr. Ahí es cuando uno más fuerte se tiene que hacer, no hay que bajar los brazos, es seguro que de esa manera vas a lograr el objetivo; como dice mi libro: 'Cuando hay voluntad, hay mil maneras'", finalizó.