¿Cómo fue tu infancia, Gustavo González Truyols?
Juanita Lafalce tiene 12 años. Es alumna del colegio San Francisco de Asís. Un sábado vino a La Opinión y Sin Galera, se quedó toda la mañana y planificó una serie de entrevistas con adultos, para saber sobre su infancia y compararla con la de los chicos de hoy, como ella. Para esta sexta entrega estuvo con el presidente de la Agrupación Mallorca.
Estuve con Gustavo González Truyols. Él es presidente de la Agrupación Mallorca. “Un placer que me recibas, Gustavo", le dije. “Hola, ¿cómo te va?’”, me preguntó, a lo que contesté que bien. “Voy a empezar a conocerte un poquito. Hoy, ¿cuántos años tenés?”, comencé mi entrevista. “43 años tengo”, dijo.
“¿A qué jugabas?”, consulté. “Tantas cosas… A ver, en realidad yo me crié en el campo, y bueno, todos los juegos estaban relacionados con eso, con la naturaleza, con jugar en el patio de tierra, las bolillas, los autitos, el sulqui tipo caballito que era carrito, así que bicicletas, juegos con las manos, jugar con la tierra, mucho jugar, y muy lindo”, comentó
Quise saber si tenía algún juguete favorito. “He tenido varios: un auto que me regaló mi padrino, color verde, que me gustaba mucho. También una pelota que tenía, y bueno, ya después, de más grande, coleccionaba los Playmobil, pero ya para eso no era tan chiquito”, respondió.
“¿De chico, sentiste tradición mallorquina?”, indagué. “Vos sabés que la tradición mallorquina la fui descubriendo con los años, de mi infancia no, porque yo no conocí a mis abuelos mallorquines, entonces, en realidad, lo fui descubriendo a través del interés, por saber de dónde venía, y de más grande fui descubriendo todo lo que sea de las tradiciones mallorquinas”, contó.
Le pregunté por su relación con las comidas tradicionales mallorquinas. “Bueno, de chiquito, en realidad, comíamos en la casa de una tía de mi mamá, lo de Catalina, que ella por ahí hacía la comida mallorquina, entonces tenían esa pizza que era sin queso, y bueno esa era la coca mallorquina, que yo no lo supe hasta más grande. Como que lo descubrí a través de la inquietud, y de más grande fui descubriendo esas cosas”, relató.
“¿Sabes cómo se comunicaban los que llegaron a Argentina con los de España?”, le pregunté. “Era por carta. Tardaba un tiempo, y bueno quedaban las familias divididas, una parte quedaba en España y otra parte acá, entonces ellos escribían las cartas, tardaban bastante tiempo”, señaló.
“Mi abuelo con su tía marcaban las cartas, para saber que el día que esa carta no llegara con esa marca, no eran ellos los que la estaban escribiendo. Y se escribieron siempre, toda la vida, y nunca más se volvieron a ver”, contó Gustavo.
Le pregunté por su relación con su familia de España. “Me comunico, y tenemos un vínculo muy lindo, en realidad por video llamada, por WhatsApp, por Facebook, todos los medios que tenemos hoy, nos comunicamos y realmente, tenemos un vínculo muy lindo”, dijo.
Gustavo no tiene hijos, pero tiene sobrinos a los que siempre está “tratando de inculcarle, que vayan descubriendo, un poquito de estas cosas, de la cultura de los abuelos”, aseguró el presidente de la Agrupación Mallorca.
Como a todos mis entrevistados, le pedí que nos dejara un mensaje a nosotros, los niños. “Que es importante valorar y descubrir de dónde venimos. En el caso de esto, yo represento a los mallorquines, en la ciudad de San
Pedro, y esto es porque, en realidad, uno tiene que saber de dónde venimos”, dijo.
“Cuando uno va a visitar la tierra de donde eran los abuelos o los bisabuelos, descubrís que tiene muchas cosas en común con lo que nosotros hacemos acá, entonces es importantísimo saber de dónde venimos y redescubrirnos a través de eso”, agregó. Como hago siempre, le agradecí por su tiempo, por aceptar este proyecto y por recibirme.