Como cada agosto, hubo fuego en las islas y el viento puso en riesgo viviendas
El domingo, Bomberos intervino ante la presencia de llamas de hasta seis metros en la zona de Los Lobos, en jurisdicción de Entre Ríos. Como todos los años, la quema de pastizales para renovar cultivos provoca problemas. La semana pasada ya se habían registrado focos ígneos que se podían ver desde la barranca.
A diez años de que el todo el país prestara atención a la quema intencional de pastizales como modalidad de limpieza para renovación de cultivos en la zona de islas, como en cada agosto volvieron a aparecer focos ígneos en todo el delta. El domingo, frente a San Pedro aunque ya en jurisdicción de Entre Ríos, hubo llamas de hasta seis metros que pusieron en riesgo las viviendas de pobladores de Los Lobos.
El octavo mes del año es uno de los de menor caudal de lluvia en todo el año. Coincide, según datos de la Nasa que siempre aporta el naturalista Enrique Sierra, con la aparición de la mayor cantidad de fogatas intencionales: en los primeros 23 días de agosto se registraron 131 en los 1.750 kilómetros del Delta del Paraná, que comparten las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires.
La historia de los incendios en la isla se repite todos los años, aunque el famoso Plan Nacional de Manejo del Fuego del Ministerio de Ambiente de la Nación pareciera no contemplar la situación, a una década de que se produzcan accidentes fatales en la ruta 9 a raíz del humo.
El sábado, desde la barranca, se observan, a simple vista, unos cuantos focos. El domingo, en Los Lobos, el viento y la sequía colaboraron para que el fuego se extendiera al punto de poner en riesgo a pobladores de esa zona.
Un grupo de personas que había ido con fines de pesca recreativa advirtió a La Opinión que se veían llamas cerca de un villorrio ubicado sobre la costa de esa isla, ya ubicada en jurisdicción de Entre Ríos.
Enterados de la situación, Bomberos Voluntarios se comunicaron con Prefectura para evaluar el panorama, puesto que no cuentan con embarcaciones para verificar por su propia cuenta. Alrededor de dos horas más tarde,
Prefectura de San Pedro, a cargo del prefecto Alejandro Hereñú, pidió intervención al cuartel de voluntarios para controlar la situación, que empeoraba con el viento. “Sólo vamos a llevar a los Bomberos, no es nuestra jurisdicción”, explicó Hereñú a La Opinión en relación a la zona, que pertenece a la provincia de Entre Ríos.
Una dotación de alrededor de una decena de bomberos, encabezada por el Jefe Silvio Torrens, llegó al puerto, desde donde una pequeña embarcación de Prefectura los trasladó a hacia la zona del siniestro.
Armados de equipos para el control de incendios forestales, con motobombas para extraer agua del río y mochilas especiales, intentaron controlar el fuego para evitar que alcanzara las viviendas.
“Estuvimos trabajando hasta las 19.30, que se hizo de noche y tuvimos que abandonar. Apagamos una gran parte, pero es muchísimo lo encendido”, advirtió el jefe del cuarte local de Bomberos Voluntarios, Silvio Torrens, en diálogo con La Opinión el lunes.
“Lo que era para el lado de las viviendas estaba menos complicado, pero todavía había fuego”, señaló y aseguró que “había hasta seis metros de llamas” en algunos sectores.
“Es muy complicado, porque es todo bañado y juncal, uno va entre el barro, el fuego va por arriba. La verdad es que es muy complicado: hay media hora para llegar e ingresar al lugar también es difícil”, explicó Torrens.
“Lo prenden para hacer limpieza y con el viento avanza”, consideró el jefe del cuerpo activo de Bomberos y aseguró: “Es muy riesgoso, también para los bomberos, las víboras se enloquecen con el fuego, es muy difícil trabajar”.